Los tiempos de la sexualidad: ¿Siempre más es mejor?

/Por Romina Barraza

Motivo de consulta más que frecuente, en todas las edades y géneros. “_ ¿Cómo hago para durar más?”; “_¿Es posible que llegue antes?”; “_Me voy muy rápido”; “_Mi pareja no termina nunca…”. Y como si fuera un niño caprichoso que a nadie quiere complacer, el tiempo hace y deshace a su antojo y se sostiene con estándares imposibles y expectativas que frustran

¿Por qué nos preocupa tanto sostener una performance, que lejos de ser real, nos mete a todos en una misma bolsa y anula nuestro propio deseo y disfrute?

Analizaremos algunas situaciones, para poder entender de dónde se desprenden las consultas que “No siempre son un problema”

• “Quiero durar más en las relaciones” (Persona con pene -PP-): Generalmente relacionado a las relaciones coitales. A la persona le interesa no llegar a su orgasmo antes que su pareja, ya que una vez que eyacula, pierde la erección y no puede continuar con la penetración.

Aquí las repreguntas serian: ¿Siempre tiene que haber penetración durante las relaciones sexuales? ¿Por qué no se puede continuar estimulando a la pareja una vez que el pene pierde su erección? ¿Conocemos el “Periodo refractario” (Periodo que sucede inmediatamente luego de la eyaculación, durante el cual el pene no puede tener una nueva erección, a pesar de una correcta estimulación/excitación)?

Persiguiendo este objetivo, se utilizan cientos de técnicas sin sentido e ineficientes, para lograr mantener la mente ocupada en otra cosa, distraída, para alejar el placer y asi “durar más”. Pero ¿cómo se supone que obtenga placer en este encuentro, si intento alejarlo permanentemente? Aquí, se le da mayor importancia al “durar/demostrar” que al propio “sentir”.

• “Quiero llegar al orgasmo más rápido” (Persona con vulva -PV-): Para poder lograr un orgasmo se necesita que sucedan varias cosas, entre ellas, alto nivel de excitación, buena estimulación del clítoris, o estimulación del lugar que a la persona le dé más placer (el que sea); por otro lado, es importante dejarse llevar, conectarse con el placer y los sentidos y desconectar el cerebro, la parte pensante… Cuanto más se piensa, menos sale. También son fundamentales las fantasías, sinónimo de deseo, ya que suelen resultar muy excitantes para las partes de la pareja.

• “Con mi pareja nunca llegamos al orgasmo al mismo tiempo”: Si bien esta situación puede ser muy placentera, no suele ser la más frecuente; por lo tanto, no debiera ser un objetivo del encuentro ni tampoco se debe tomar como un “problema a resolver” si no sucede.

Entonces me vuelvo a preguntar: ¿Por qué seguimos insistiendo en pedirle cosas al tiempo que no nos puede dar, en lugar de ser nosotros/as quienes nos adaptemos a estos cambios?

Intentamos todo el tiempo encajar en lo que creemos que es “normal”; y a veces nos olvidamos de que lo “normal” en sexualidad no existe; no podemos hacer que algo dure más tiempo, menos por puro antojo; pero lo que si podemos hacer es conocer a la persona que estará conmigo, preguntarle que cosas les gustan en la intimidad y cuales no. Habilitemos las preguntas, no disponemos de una bola de cristal que nos permita adivinar lo que mi pareja piensa o siente. Preguntar nos hace bien, da sentido de interés y de cuidado.

Y respecto al tiempo, aceptemos el que sea que dure la relación, pudiendo continuar con la misma de manera muy erótica hasta que todas las partes decidan que es el final.

Si necesitas aun más herramientas para poder lograrlo, no dudes en comunicarte, estamos para ayudarte.

Dra. Romina Barraza

Médica Sexóloga y Educadora en Sexualidad Humana. MN 154156

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