Preocupa la falta de iniciativa municipal para contener los espacios y trabajadorxs culturales de Zárate

A mediados de noviembre del año pasado, funcionarios de la Municipalidad de Zárate anunciaron la llegada del Fondo para la Reactivación Cultural y Turística, una ayuda financiera impulsada por la gestión provincial orientada a contener un área sumamente deprimida por el advenimiento de la pandemia.

Se trata de $6.034.803 que, luego de confeccionar un catálogo de espacios turísticos y culturales del distrito, fueron repartidos -en esta primera fase del programa- entre distintas instituciones de la ciudad para paliar el actual estado de incertidumbre ante la situación epidemiológica vigente.

En esta sintonía, días atrás se conformó en la ciudad una Asamblea de Espacios Culturales y Trabajadorxs de la Cultura, donde se formularon fuertes críticas a la gestión local por el manejo de la crisis. Allí confluyen espacios como El Zaguán Cultural, Colectivo Barro, Cultura en Movimiento y Anexo Fantasma, además de trabajadorxs independientes que, desde hace tiempo desarrollan una constante tarea de resistencia a pesar del escenario adverso, en una situación que roza el desamparo estatal local.

Por eso es que entre sus principales cuestionamientos la Asamblea expuso en un comunicado que “la crisis producida por el virus Covid 19 puso en evidencia la precarización del área cultural a nivel nacimiento, provincial y principalmente local. Ante esta situación tanto Nación como Provincia aplicaron subsidios y becas para ayudar a sostener y fortalecer la cultura”, y agregó: “El municipio de la ciudad de Zárate no produjo ningún tipo de ayuda o acompañamiento surgido desde la misma gestión, que a su vez prometió acciones directas para atenuar la imposibilidad de trabajar, las cuales tampoco se llevaron a cabo”.

Ahí emerge algo central y es que el fondo que comenzaron a recibir varias instituciones de la ciudad en diciembre, llega luego de 9 meses de total abulia. Porque en el análisis fino, la voluntad política -bien remarca la Asamblea- surge desde el gobierno de Axel Kicillof, mientras en el plano local yace una pérdida de iniciativa en la materia.

“Varios espacios y actores culturales han sido y son constantemente hostigados por la falta de comunicación interna y organización de la actual gestión municipal respecto a la aplicación de los protocolos que los espacios cumplen, pero internamente los funcionarios desconocen. Estos mismos espacios vienen sufriendo atropellos por la falta de la figura legal habilitante bajo la forma de centro cultural, figura que es necesario crear de modo urgente”, expusieron desde la asamblea en el comunicado.

Cuando el titular del área de Cultura, Ignacio Álvarez, dijo en la conferencia de prensa de noviembre que resultaba necesario “regular los espacios porque muchos están en la informalidad” le hizo un flaco favor a la gestión, ya que puso de relieve un estado de irregularidad que ya lleva como mínimo tres períodos de gobierno, puesto que como el propio funcionario agregó, poner las cosa en orden “es un paso que no se había dado hasta ahora”.

Lo que no fue planteado por el Ejecutivo hasta el momento, es qué ocurrirá con aquellos artistas y actores culturales independientes del distrito, que también vieron afectadas sus capacidades de trabajo a partir de la pandemia. Todo indica que, a pocas semanas de que se cumpla un año de la llegada del Covid 19 al país, este sector aún no convocado por la Municipalidad deberá seguir esperando.

Sobre esto, desde la Asamblea sostienen: “También durante el ASPO varios colegas profesionales del área se han brindado para trabajar y presentar ideas y proyectos para poder ayudar al sector artístico, estos nunca se pusieron en marcha. Esto hace evidente una falta, desinterés o imposibilidad intelectual para generar posibilidades y políticas culturales que acompañen a quienes conformamos y resistimos mediante el trabajo cultural de la ciudad de Zárate. Es por ello por lo que, conformados bajo una asamblea permanente cultural, exigimos que se escuchen nuestros reclamos y que se trabaje en conjunto para poder brindar soluciones reales. Como también queremos que los puestos de decisión estén ocupados por personas idóneas a dichos cargos”.

También se debe mencionar que, durante gran parte del año pasado, a pesar de la delicada situación epidemiológica y sanitaria por la que atravesaba el país, se generaron extensas demoras por parte de la Municipalidad en lo que respecta al pago de los subsidios a distintas instituciones de la ciudad. Hablamos de demoras que en algunos casos superaron los 6 meses de deuda, generando un ineludible perjuicio para aquellos espacios que debieron seguir sosteniendo sueldos y gastos corrientes en un escenario sumamente adverso. Si bien en la segunda etapa del año la deuda fue saldada, el daño por el desamparo municipal ya estaba hecho.  

Entre otras de las demandas que podrían incluirse, quizás para la segunda etapa del programa de fortalecimiento que será de $9.142.043, es la ampliar el espectro de información acerca del destino de los fondos, pues la Municipalidad solo se limitó a detallar que la primera entrega se repartió entre “Espacios Culturales, Bibliotecas, Comercios Vinculados a la Música, Estudios de grabación, Teatros, Comercios Gastronómicos, Espacios de Turismo rural, Zona Insular, llegando así a 36 espacios beneficiarios”, sobre un total de 203 establecimientos validados, según la información brindada por la Provincia.

Respecto de la distribución de los fondos, el Reglamento operativo del programa explica que “cada municipio deberá realizar la selección y distribución entre los beneficiarios indirectos de los fondos que le fueran asignados, debiendo distribuir como mínimo un monto equivalente al setenta y cinco por ciento (75 %) de los fondos que le fueran asignados conforme el coeficiente establecido en el punto precedente, debiendo justificar junto con la rendición del artículo 6° de la presente Resolución, las causas que imposibilitaron la distribución de los fondos restantes. Los fondos que no hayan sido distribuidos con anterioridad a la fecha de rendición de distribución, establecido en el Anexo III de la presente, podrán ser utilizados a futuro y de manera exclusiva a dar cumplimiento al objetivo del “Fondo Especial Municipal para la Reactivación Cultural y Turística".