Aquí estamos, varados en una temática donde la forma y el estilo de comunicación se entremezclan con el impacto en la sociedad, que literalmente socavan cualquier posibilidad de análisis.
/ Por Analía Zárate - Trabajadora Social jubilada
Los presos, ¿son seres humanos? ¿O seres objetuados? Sin dudas, seres humanos objetuados. Las cárceles lugares de depósito, dónde se come mal, se duerme mal, se vive mal. Sin embargo no hay un sólo artículo en el Código Penal donde se señale que ésto deba ser así.
Es tiempo de hacer análisis: vamos detrás de las fake news como niños, damos lo que se dice por sentado. Los presos solamente pierden su libertad, pero no sus derechos. Ese es el tipo de castigo que una sociedad democrática infringe a los que transgreden su ley.
Hace mucho tiempo que esta cuestión viene complicándose. Sin duda las cárceles están sobrehabitadas por delincuentes pobres, y los pobres pierden sus derechos. En general los pobres pierden sus derechos y esa regla se traslada a las cárceles.
Sin embargo hay espacios más dignos para presos con poder adquisitivo. A igualdad de delito no hay igualdad de condiciones carcelarias entre ricos y pobres. Desde está mirada, que describe la realidad, podría decirse que invoca un pensamiento de lucha de clases. Sin embargo, es un dato de la realidad que nadie se atrevería a negar.
Ahora bien, escuchemos a todos, sabemos que los presos se han pronunciado. Es verdad que en hacinamiento, sería una masacre que el virus Covid-19 ingresara a las cárceles. Ahora, pregunta, ¿es la única alternativa liberarlos? Tan así, sin hacer de esta cuestión un tema de tal relevancia que no admite discusión, análisis, problematización en la agenda pública? ¿Es tan así que una cuestión tan seria involucre solamente la decisión del Poder Judicial?
Sigamos pensando en escuchar a todos. Las víctimas, según las leyes, deben ser informadas y deben opinar. Porque no se trata solo de castigar sino de reparar el daño en el tejido social causado por los distintos tipos de delito.
Sin tobilleras no, sin control no, sin informes ambientales no. Por más garantista que seas, hay un límite: la seguridad ciudadana.
En todo caso, ante la necesidad imperiosa de preservar a los seres humanos que están detenidos, reclamemos que se extremen las medidas de precaución, atendamos y profundicemos la limpieza en las cárceles, realicemos una distribución de detenidos en los lugares donde no hay hacinamiento, reformemos o construyamos espacios, edificios, para destinarlos al albergue de los presos.
El sistema carcelario está en derrumbe hace mucho tiempo. Es una población que no interesa a la mayoría de los políticos, pero... cuando hay un motín, un reclamo, en este caso legítimo, es razonable escuchar, pero ¿es razonable acordar?
Si bien las decisiones se tienen que tomar desde el poder judicial, hace mucha falta que se plantee una discusión nacional, un planteo que involucre a políticos, jueces, fiscales, sociólogos, psicólogos, sanitaristas, filósofos, ciudadanos, detenidos, etc.
Los ciudadanos comunes no queremos más manipulación ni operaciones políticas, no queremos más periodistas confundiendo, no queremos más jueces que decidan sobre cuestiones desestimando la palabra de las víctimas y que no respeten la ley y a los ciudadanos, no queremos más un mundo donde la vida de todos y todas se ponga en juego en una ruleta rusa que nadie quiere jugar.
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