Se dio a conocer el acuerdo entre la Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales (Caefa) y el Sindicato Único de Empleados de la Industria de la Pirotecnia y Afines (Sueipa) para eliminar la fabricación de “bombas y petardos de suelo” por el daño que provocan a las personas con hipersensibilidad auditiva. Buscan incentivar el uso responsable y de menor impacto.
En esa línea, el director de Relaciones Institucionales de Caefa, Ezequiel Asquinasi, confirmó el lanzamiento por segundo año consecutivo de la campaña nacional “Celebremos siempre con fuegos artificiales amigables” y destacó la iniciativa que se llevará adelante este mes.
Bajo esta consigna, los distintos comercios, empresas y los trabajadores del rubro aconsejaran durante todo diciembre el “uso responsable de los productos y alentarán la elección de aquellos con bajo impacto sonoro o lumínico en reemplazo de las bombas de estruendo o morteros”, expresó Asquinasi.
Además, subrayó que estos productos no son más caros que los demás y están autorizados por la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac).
Para Guillermo Cantatore, secretario general de Sueipa, “este cambio se tendría que haber hecho hace 10 años”. Pero remarcó que son “los propios chicos los que cambiaron los gustos: rechazan los que hacen mucho ruido y prefieren los de bajo impacto”.
Eliminar todo tipo de pirotecnia
Aunque consideran positiva este tipo de iniciativas, familiares de niños autistas y asociaciones de defensa de los animales aún reclaman que se impida el uso de todo tipo de pirotecnia para las fiestas de Navidad y Año Nuevo por los daños que les provocan.
Es el caso de Marcos Goldschmidt, un hombre que hace siete años lleva adelante una campaña por el “no uso de pirotecnia” con más de 158 mil firmas reunidas hasta el momento a través de una petición creada en la plataforma de Change.org ( Change.org/Bastadepirotecnia). Él fue quien alertó nuevamente sobre el efecto dañino que estos productos tienen para niños del espectro autista, como sucede con su hijo Ezequiel.
Goldschmidt plantea que su hijo: “Se asusta mucho con las explosiones de los fuegos artificiales. No hay lugar de la casa en donde se pueda proteger, porque se escuchan desde todos lados”.
También, diferentes ONGs advirtieron a través de sus redes sociales sobre el estrés y angustia que le provoca a perros, gatos y aves el uso de fuegos artificiales: “Cada estruendo de pirotecnia para ellos es mucho peor de lo que nos imaginamos. Les genera taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control, miedo y muerte”.
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