Ser o no ser AMBA, esa es la cuestión

/ Por Claudio Borrelli

Hola, ¿cómo están? Gracias a todos los que leyeron y escribieron en la primera entrega de La ciudad nos espera. Seguimos con el objetivo de escribir sobre temas de ciudad y movilidad urbana. La última semana tenía avanzada y casi lista la nota para Corré La Voz, pero por cosas de la cuarentena y la montaña rusa de emociones que nos genera decidí rehacerla.

El sábado pasado el Presidente, el Gobernador y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunciaban que toda la Argentina pasaba a la fase 4 del aislamiento menos el Área Metropolitana de Buenos Aires. Esa misma noche se viralizaron cientos de memes burlándose de la suerte del AMBA, entonces reformulé un poco las ideas y decidí escribir las siguientes reflexiones.

Partimos del interrogante: ¿Zárate forma parte del AMBA? La respuesta parcialmente correcta en un examen seria sí, pero en la fundamentación la cuestión podría complicarse un poco. Entonces, una alumna podría afirmar que Zárate no forma parte del AMBA y dando una buena fundamentación la respuesta también sería correcta. Vamos a tratar de explicar por qué parece un poco complicada esta cuestión.

En los decretos presidenciales sobre la extensión del aislamiento social y obligatorio, y los criterios de flexibilización del mismo, se restringen una gran cantidad de actividades comerciales y servicios a los conglomerados urbanos que cuenten con poblaciones mayores a los 500 mil habitantes. A su vez, el decreto de la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires refuerza ésta postura y nombra uno por uno a los municipios que considera AMBA. Los Municipios de Zárate y Campana incluidos. Entonces, nuestra alumna en cuestión  estaba en lo cierto con su primera afirmación dado que en los documentos que el Estado promulgó considera a ambas ciudades como parte del AMBA, junto a otros 38 municipios.

En cambio, si la respuesta en este imaginario examen nos decía que Zárate-Campana no pertenecen estrictamente al AMBA sino a la denominada Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA), la respuesta se tornaba algo más precisa e interesante. Depende la definición y conceptualización que asumamos, hará más certero considerar a estas ciudades parte de la RMBA y no mencionar sin mucho criterio su pertenencia al AMBA.

La complejidad y dificultad reside en la utilización de diferentes conceptos para intentar decir cuestiones similares. No es lo mismo decir Gran Buenos Aires, conurbano, cordones, AMBA o RMBA. Estos tienen diferencias sustanciales, ya que incluyen más o menos territorios (y administraciones), por lo tanto diferentes cantidades y densidades de habitantes. A su vez las conceptualizaciones mencionadas tienen en común dos cuestiones, la primera es que el polo central desde el cual se expande la mancha urbana es la Ciudad de Buenos Aires y el segundo es que no constituyen una unidad administrativa propia, hay jurisdicciones de los tres niveles del Estado que se registran.  Toda esta gran confusión, es necesaria ordenarla y homogeneizarla con el objetivo urgente de redefinir políticas públicas y responsabilidades.

El territorio zarateño asume una dinámica propia, la cual combina una serie de atributos: un casco histórico que expende su mancha urbana con baja densidad hacia el oeste, una inmensa zona rural  y las islas del Delta Bonaerense. Sumado a que las características propias de nuestra historia y cultura fundante como ciudad nos alejan de ciertos conceptos novedosos como “ciudad dormitorio” o de la afirmación, a veces con mucha carga estigmatizante, que somos parte del conurbano. 

Entonces, Zárate y Campana se localizan dentro de la Región Metropolitana de Buenos Aires como un sub centro de una corona (la tercera), es decir es una área urbana propia, una centralidad con cierta independencia y dinámica propia a la fuerza centrípeta que ejerce la Ciudad de Buenos Aires.  Estas ciudades tienen una lógica de comportamiento en espejo, las cuales se han cristalizado en institutos diversos creados para tales fines. Algunos de estos están subsumidos en decadencia como el polo ambiental, el cual por décadas coordinó el centro de depósito de los residuos sólidos urbanos, pero también un fallido sistema de transporte público en conjunto. La sociedad civil también congenió institutos propios para Zárate-Campana que va desde la diócesis eclesiástica de la Iglesia Católica hasta asociaciones deportivas como el básquet, o el colegio de abogados.

El responsable de esta confusión de términos y conceptos es el propio sistema político, y a su vez es quien debe ordenar los criterios de distribución de roles y formulaciones de las políticas públicas en la RMBA. Las arbitrarias asignaciones en la creación de institutos para administrar programas y áreas en algunas instancias sitúan a Zárate y a Campana en veredas diferentes, y siempre con socios circunstanciales. Es muy revelador cuando lo pensamos en términos de servicios públicos. Por ejemplo para la ley de transporte público se incluyen a ambas ciudades en la región metropolitana, es por ello que tenemos una línea de jurisdicción federal como la nunca bien ponderada 194 a Once y las líneas locales tienen los subsidios vía el sistema SUBE; y para el sistema energético como para el de aguas y saneamiento, las empresas AyS.A y EDENOR no las incluyen en su radio de operaciones. Con Escobar y Exaltación de la Cruz se comparten los tribunales de justicia, los departamentos policiales y la V Región Sanitaria, pero estas Intendencias están incluidas en los parámetros del CEAMSE para la disposición de los residuos sólidos urbanos, y Zárate y Campana como mencionábamos en párrafos anteriores tienen un descoordinado polo ambiental propio. La más inentendible de las segregaciones tiene que ver con las secciones electorales donde Campana es de la primera sección y Zárate de la segunda. Disculpen, pero eso es todo muy confuso y no es culpa nuestra.

Bueno, en definitiva ser o no ser AMBA es la cuestión. Nos veremos barbijo de por medio y saludo de codo. Abrazo fraterno.

Claudio

claudio.borrelli8@gmail.com