Vecinos le dicen “no” a emprendimiento inmobiliario sobre un humedal

A pesar de haberse desarrollado durante las últimas semanas de diciembre de 2022 -con el Mundial de Fútbol, las Fiestas y el fin de año acaparando la atención- la consulta pública sobre el emprendimiento urbanístico Naudir Delta despertó un marcado interés de la ciudadanía que se expresó en cientos de participaciones enviando consultas, observaciones y objeciones al Estudio de Impacto ambiental presentado por la empresa E2, desarrolladora de la urbanización ubicada en el Partido de Escobar.

La consulta pública forma parte obligatoria del proceso regulatorio de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) cuya culminación es la emisión de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), la cual debe indicar si el proyecto resulta ambientalmente apto y se autoriza su ejecución, o si por el contrario resulta rechazado. La ley nacional de ambiente 25675 -como así también su homóloga provincial 11.723- establecen que la DIA debe ser emitida por la autoridad de aplicación ambiental (en este caso el Municipio), necesariamente en forma previa al inicio de las obras. Sin embargo, las obras de Naudir Delta fueron iniciadas a fines de 2015 habiendo ya arrasado unas 90 hectáreas de humedales mediante masivos movimientos de suelos y excavación de lagunas. Por ello, muchos participantes cuestionaron también la validez legal del proceso, iniciado por el Municipio de Escobar a pedido de la empresa E2. 

Justamente, debido a la ejecución de estas obras sin contar con la obligatoria Declaración de Impacto Ambiental, el emprendimiento se encuentra paralizado por la Justicia desde marzo de 2022. Además el titular de la empresa E2, Adrián Saraco, se encuentra imputado por falsificación documento público, al presentar una DIA adulterada para intentar acreditar en el juicio la existencia de dicha habilitación ambiental de la cual carecía.

Objeciones y preocupaciones por el impacto del proyecto 

En sus intervenciones, los y las participantes de la consulta pública señalaron el grave riesgo de contaminación y sobreextracción del agua de los acuíferos que abastecen al Distrito, la destrucción irreversible de la Reserva Ambiental La Cañada (única área natural protegida de Escobar y lindera al emprendimiento), la contaminación fecal del arroyo El Cazador (que limita con dicha Reserva Ambiental), el riesgo de inundaciones de barrios no polderizados como el CUBE y NECC entre otros, la falta de evaluación de los impactos ambientales acumulativos, la pérdida de servicios ecosistémicos de los humedales en detrimento de toda la sociedad, la incompatibilidad del emprendimiento con el Plan Estratégico Territorial de Escobar, y las falencias en la metodología de evaluación de impactos utilizada, entre otras numerosas objeciones presentadas. 

Una de las participantes que cuestionaron el proyecto es la Dra. Patricia Kandus, investigadora del 3IA-UNSAM, autora de los primeros inventarios de humedales en el país y en el distrito de Escobar, y reconocida referente científica en ecología de humedales, quien expresó en su intervención: “Hoy existe un enorme volumen de datos científicos que avalan que los humedales son los ecosistemas que mayor número de beneficios brindan hoy a la vida en general y a las sociedades humanas en particular. (….) La porción de tierras de humedal sobre la que pretende avanzar el Barrio Naudir, constituye de los últimos (sino el último en Escobar) relictos de humedal continental en la baja cuenca del Río Lujan, representante de único de los ambientes de las paleobahias costeras. Se trata de un predio lindero a una zona de reserva, que por sus características y sus particularidades constituye un área óptima para desarrollar tanto emprendimientos de educación ambiental formal (en las escuelas de nivel primario medio y superior) como extensión educativa y recreación”. 

También se expresó en la consulta la geógrafa Patricia Pintos, investigadora de la UNLP, ex directora de Planificación Urbana y Territorial de la Provincia de Buenos Aires (2005-2008), y referente en el estudio de los impactos socio-ambientales de las urbanizaciones en humedales. La investigadora cuestionó directamente la validez legal del proceso ambiental iniciado por el Municipio, expresando en su intervención que las obras ya realizadas “que incluyen el movimiento de suelos en magnitudes que alcanzan millones de metros cúbicos, la realización de lagunas artificiales que forman parte de la propuesta urbanística, la materialización de redes de infraestructuras (agua potable, riego y desagües pluviales), así como la red de caminos internos, impiden una evaluación previa, debido a que se trata de transformaciones e impactos ya acontecidos, que cuanto menos, suponen drásticos cambios a nivel geomorfológico, de drenaje superficial y subterráneo y de eliminación de la biota nativa. Por lo cual resulta improcedente la aplicación del instrumento de EIA, por considerarse extemporáneo a las modificaciones ya realizadas por el desarrollador, así señaladas en el estudio”. 

Asimismo expresaron su oposición al proyecto representantes de diversas Organizaciones no gubernamentales, tales como el Colectivo Humedales en Red(componente del Programa Corredor Azul de Fundación Humedales / Wetlands International), y la Asociación Civil Patrimonio Natural (Reserva Natural del Pilar) entre otras.

La Municipalidad debe ahora analizar las numerosas objeciones y observaciones recibidas, y está obligada a darles respuesta a todas ellas, antes de emitir la Declaración de Impacto Ambiental aprobando o rechazando el emprendimiento.

Por su parte, la Organización de Ambientalistas Autoconvocados, entidad actora en el juicio por daño ambiental de incidencia colectiva contra el emprendimiento, presentó una impugnación administrativa contra el procedimiento por resultar extemporáneo, inaplicable y violatorio del marco normativo de orden público ambiental vigente. Asimismo instó a las autoridades municipales a que se sujeten al proceso judicial en curso, el cual debe determinar el daño ambiental y la eventual recomposición del ambiente al estado anterior a las obras, tal como establece el plexo normativo ambiental.

Mientras tanto, un creciente número de vecinas y vecinos siguen sumando su oposición al proyecto Naudir Delta exigiendo la preservación de los ecosistemas de humedales de la Cañada de Escobar, mediante una petición a través de la plataforma Change.org que ya cuenta casi con 10 mil firmantes.

fuente: Organizacion de Ambientalistas Autoconvocados de Escobar