LA PARADOJA DE UNA MULTINACIONAL EN EL INDEPENDENCIA
Hace tres años vivimos una pandemia que puso en crisis a la sociedad actual. En esos meses de encierro veíamos cómo en distintas partes del mundo los animales volvían a circular por ciudades y mejoraban los índices de calidad del aire ante el freno de las actividades humanas. Durante algunas semanas esas imágenes recorrían nuestras pantallas y surgía la idea de que, tal vez, la pandemia nos dejaría algunas enseñanzas y podríamos vivir en mayor armonía con la naturaleza. Al mismo tiempo empezábamos a entender que la misma pandemia era una consecuencia de la crisis climática y de nuestro avance como especie en áreas anteriormente silvestres.
En el contexto de esta pandemia, Rosario vivía su mayor crisis ambiental local al incrementarse de manera exponencial las quemas en el Delta del Paraná y cubrirse la ciudad de humo, provocando manifestaciones ciudadanas de miles de personas.
Hace unas pocas semanas atravesamos en distintas ciudades del país, incluida la nuestra, temperaturas récord y colapsos de los servicios básicos. Durante esos días no se hablaba de otra cosa y también entendimos que lo que sucedía no era algo aislado sino una consecuencia más de la crisis climática global, y que de no tomar medidas urgentes, las consecuencias irán en aumento.
Sin embargo, parece que ahora que se dejó de cortar la luz y finalmente llegó el otoño, sin los noticieros hablando cada día del COVID, nos fuimos olvidando de eso que tanto nos impactó. Aún cuando la ciudad entera se encuentra en alerta por el avance del Dengue, nuevamente, una enfermedad propagada por los cambios climáticos que las actividades humanas generan.
Múltiples eventos, todos ellos traumáticos, ponen en evidencia la dimensión de la crisis climática y el grado de afectación sobre las vidas humanas. Frente a esto, la ciencia nos advierte una y otra vez sobre sus causas: la quema de combustibles fósiles, la agricultura y ganadería tal como son llevadas a cabo actualmente, y los cambios en el uso de la tierra son las principales. Si queremos evitar que las consecuencias se incrementen a cada día, sólo queda una respuesta: cambios radicales en los medios de producción y consumo.
Pese a esta progresiva toma de conciencia y a las fuertes advertencias que hemos tenido, la Municipalidad de Rosario sigue apostando a un modelo de ciudad que parece ignorar la evidencia. Las obras para la instalación de un nuevo local de Mc Donald’s en el predio del Parque Independencia iniciaron hace dos semanas y desde el primer momento se produjeron manifestaciones en contra por parte de los vecinos, que fueron ignorados por un gobierno que recibe a grandes empresarios pero no a ciudadanos organizados.
¿Los argumentos para el avance de este proyecto? 5 mitos del Mc Donald’s “sustentable”:
1. Es la manera adecuada para combatir la inseguridad en la zona
La principal motivación que manifiesta tener el municipio es la revitalización del Parque Independencia en el contexto de inseguridad en el que nos encontramos. ¿La única manera que se les ocurre de favorecer el movimiento en este sector es mediante un local de comida rápida? ¿En medio de uno de los espacios verdes más icónicos de la ciudad? Si lo que se busca es generar mayor afluencia de gente, nos preguntamos si no hubiera sido posible, por ejemplo, un polo gastronómico con emprendimientos locales, que favorezca la economía de la ciudad, con una oferta más amplia que los ultraprocesados que ofrece esta cadena.
2. Se trata de un proyecto sustentable
A sabiendas de que las tendencias mundiales se orientan hacia la promoción de actividades que disminuyan el impacto sobre el ambiente, la empresa publicita su nuevo proyecto como “sustentable”. Sin embargo, este adjetivo es fácilmente rebatible. Lo primero que debemos mencionar es lo obvio: cualquier construcción edilicia en un parque implica una pérdida de espacio verde, del cual Rosario se enorgullece, y sin embargo entrega 3.000 mts2 a una empresa multinacional, sacando árboles y trasplantando otros para darle paso a una construcción. Los espacios verdes son imprescindibles para que la temperatura no continúe aumentando y las “olas de calor” no empeoren.
La construcción a realizar se compromete a la instalación de terrazas verdes. Esperamos que no incluyan pasto de plástico y plantas exóticas con las que nos quieran hacer creer que están comprometidos con el ambiente. Plantean además mecanismos de ahorro de agua y de energía. Por supuesto celebramos la difusión de este tipo de sistemas, pero de ninguna manera alcanzan para compensar el hecho de que por el mismo formato de este tipo de locales, se trata de uno de los grandes generadores de residuos.
Cuando hablamos de descartables y de plásticos de un solo uso como los que se utilizan en Mc Donald’s, son varias las aristas a considerar. La primera y la más obvia es la cantidad de residuos generados, siendo la basura uno de los principales problemas socioambientales presentes en las grandes ciudades. Pero además, se impone la pregunta por el proceso de producción de esos materiales. Aún si aumentara la proporción de reciclados, la cantidad de agua y de energía que se utiliza para fabricar los descartables es terriblemente superior a los litros que puedan recuperar del agua de lluvia en uno de sus locales.
El volumen de residuos generados por la empresa, sumado a su mala gestión, le valió protagonizar polémicas internacionales e incluso la clausura de 9 de sus locales en la ciudad de Córdoba por no cumplir con las normas vigentes para el tratamiento de residuos.
¿Queremos una empresa con estos antecedentes apropiándose del espacio público? ¿Les vamos a creer que porque construyan un lindo local van a modificar toda su lógica de producción?
Por otro lado, el local incluye un “automac”. Este sistema implica no sólo una mayor afluencia de vehículos, sino que los mismos esperan en marcha para el retiro de la comida, generando emisiones de dióxido de carbono totalmente evitables, siendo uno de los principales gases de efecto invernadero. Mientras todas las metas y compromisos globales para combatir el cambio climático se centran en la disminución de este tipo de gases, en Rosario seguimos apostando a sistemas que los incrementan.
Asimismo, buscan justificar la “sustentabilidad” del proyecto diciendo que la empresa “se comprometió a revitalizar distintas áreas del parque con el compromiso de hacer donaciones puntuales para sumar árboles, semillas, rosales y mejorar todo el espacio que rodea el nuevo McDonald's”, y que para ello trabaja junto a Parques y Paseos. ¿Nos están diciendo que para mantener el parque en condiciones la municipalidad necesita que una multinacional invierta? ¿Para poner plantas? ¿En serio? Y mientras se muestran sumamente dispuestos a trabajar junto a las multinacionales, se acumulan en Parques y Paseos los reclamos y denuncias de vecinos sin atender, se realizan podas indiscriminadas en pleno verano, mutilan el arbolado público en plena crisis climática, y hacen la vista gorda cuando las constructoras envenenan árboles centenarios para que la cochera les quede más cómoda.
3. Genera ingresos para la Municipalidad
Otro de los argumentos esgrimidos refiere a los ingresos económicos que significarían para la Municipalidad de Rosario el canon pagado por Mc Donald’s para hacer uso del espacio.
¿Sabés de cuánto es el canon por la apropiación de casi 3mil metros cuadrados? $1.250.000. ¿Sabés cuánto vale el alquiler de un local de 1200 metros cuadrados en el centro de la ciudad, es decir, de menos de la mitad de extensión? $1.400.000. Parece que le estamos ofreciendo nada más y nada menos que a Mc Donald’s el alquiler más económico de la ciudad, no?
Y no sólo pagan una suma mínima por lo que significa ese espacio, sino que el servicio de “automac” que van a instalar implica una readecuación de la circulación vehicular, de manera que sea especialmente diseñada para la empresa. Es decir, todo el parque adaptado, con recursos municipales, a una empresa. Incluso corre el rumor de la instalación de un semáforo para permitir esta readecuación. Otra inversión de recursos. O sea que los ciudadanos rosarinos estamos indirectamente subsidiando a una empresa multinacional de las más grandes del mundo para que ocupe parte del Parque Independencia. ¿Se entiende la paradoja?
4. Cuenta con el aval ciudadano
Sumado a todo esto, dicen haber hablado con organizaciones ambientalistas y tener su acuerdo. Lo primero que hay que preguntar es quiénes serían “los ambientalistas” y si en realidad no cabría una consulta popular ciudadana a todos los vecinos de la zona. Al fin y al cabo, a quienes llaman “ambientalistas” no somos más que eso, vecinos (pre) ocupados y organizados. Además, si realmente están tan abiertos al diálogo, ¿por qué la conferencia en donde anunciaron los detalles del proyecto fue privada? ¿Cómo explican las convocatorias en contra del proyecto que se vienen dando? ¿Por qué el intendente se niega a recibirnos?
De hecho, lejos del aval que dicen tener, desde la ciudadanía se ha presentado una demanda contra la Municipalidad de Rosario, al amparo de la ley 10.000, en la que se exige la declaración de “inconvencionalidad, inconstitucionalidad, ilegalidad e ilegitimidad” de la concesión otorgada, así como la detención de las obras. Esta demanda se encuentra actualmente en el Juzgado de 1era Instrucción Civil y Comercial, 9na Nominación, con el Nro. de expediente 207/2023.
5. Pasó por los canales adecuados de toma de decisiones
Mc Donald’s llega a instalarse en el Parque Independencia al serle adjudicada la concesión, en julio del año pasado, a partir de una licitación para la cual fue el único oferente. Este mismo hecho genera algunas dudas: ¿qué tipo de debate o de criterio hubo para la adjudicación si había solo una empresa en la licitación? ¿Cuáles eran los términos de la misma? ¿Se consideró siquiera la posibilidad de una opción con, al menos, emprendimientos locales?
Pero además de estas preguntas que nos surgen, supimos que el Parque Independencia figura dentro del Código Urbano como un Área de Reserva para Plan Especial, con lo cual cabría un debate en el Concejo Municipal previo al desarrollo de cualquier iniciativa en esa zona, lo cual no ocurrió. De hecho, hay un pedido para frenar la licitación y diferentes concejales han pedido el tratamiento del tema, pero parece ser que el diálogo se encuentra clausurado. ¿Cuáles serán los verdaderos motivos para defender de esta manera la empresa?
Tampoco se presentó un estudio de impacto ambiental. O sea, nos dicen que vienen a cuidar el ambiente pero ni siquiera cumplen con los procedimientos básicos para asegurar que esto sea así.
En conclusión, estamos frente a un proyecto que no pasó por las instancias apropiadas para su aprobación, que le niega el diálogo a los vecinos y que implica una importante pérdida de espacio público verde en manos de una empresa multinacional con antecedentes de incumplimientos normativos y de generación de gran cantidad de residuos contaminantes. Todo esto en un contexto de crisis climática que requiere modificar las lógicas de “crecimiento” que están en el origen mismo de las actividades que nos llevaron a esta situación.
Exigimos la apertura del diálogo, la consulta ciudadana y la adopción de criterios que favorezcan la economía local, la preservación del espacio público, el cuidado de los espacios verdes
Firman este comunicado:
Multisectorial Humedales Rosario
Protegiendo Nuestros Árboles Rosario
Estamos en Facebook danos un me gusta!