El enigma Cristina

/ Por Arturo Remedi

La frase “no se hagan los rulos” tan de Cristina, aleja la posibilidad de una candidatura de la vicepresidenta.

El programa de políticas esbozado en esa intervención del jueves en el Teatro Argentino de La Plata, en el marco de la inauguración de una escuela de conducción política justicialista, es el programa que precisamente no se aplicó, ni se está aplicando durante este gobierno.

El afiatado programa económico y político de carácter estratégico, que Cristina desarrollo en su discurso, suena bien dentro del marco del capitalismo argentino, pero es casi opuesto por el vértice al aplicado por el gobierno del Frente de Todos (FdT), que ella integra y del cual es la máxima referenta.

No dio respuesta a la pregunta central de su espacio político en esta etapa preelectoral: ¿va a ser candidata? ¿va a designar una fórmula? ¿van a ir a las PASO, ahondando de esta forma la crisis al interior del peronismo?

Su rol de ordenadora, por lo menos en esta materia, se encuentra en cuestión, sin por ello correrse por ahora de su centralidad como líderesa del espacio. 

Además, el programa delineado allí no tocó la coyuntura actual de remarcación indiscriminada de los productos de la canasta básica de alimentos, que se traduce en aumento de los índices de pobreza y en una cada vez más marcada distribución inequitativa del PBI.

En otro orden Cristina realizó una crítica correcta al acuerdo con el FMI, aunque sin plantear una ruptura, pero esta crítica contrasta con la casi nula acción concreta llevada adelante por el kirchnerismo para oponerse al mismo, en cuanto a movilización callejera.

Aunque el kirchnerismo voto negativamente la aprobación del acuerdo en el Congreso, sus diputados y senadores no hablaron en las cámaras.

Finalmente, con el apoyo en bloque de Juntos por el Cambio ( JxC) y con una parte sustancial del FdT, el acuerdo fue aprobado.

Por otro lado, polemizó con Milei y de esta manera lo ubico en el centro del ring electoral. Es bueno recordar, como lo hizo la vicepresidenta, que el diputado de extrema derecha es un discípulo aventajado de Domingo Cavallo, ex ministro del presidente peronista Menem y del radical de la Rúa. 

La sumatoria de sus dos gestiones terminó en el corralito, en el estallido del 2001, con la huida en helicóptero y cerca de 40 muertos producto de la represión estatal.

¿Quién sino?

Cristina evalúa que de no ser ella la candidata, el peronismo se expone a una derrota por goleada a manos de JxC y/o Milei, que dejaría a su espacio político por fuera del ballotage?

Y si no es Cristina, ¿quién?

La presencia de importantes figuras del Frente Renovador (FR) del ministro de economía Sergio Massa, en el acto de La Plata dan una pista.

Massa y su FR, hasta hace un tiempo la fuerza más chica dentro del FdT, se ha transformado al galope de la crisis en el eje del gobierno, ya que está en sus manos la conducción económica, aunque con el plafón que le da el apoyo tácito de Cristina.

Demás está decir que las posibilidades electorales de un candidato de la centroderecha peronista, sumado a los resultados de su gestión económica son mínimas, más aún lo son las posibilidades de que la base kirchnerista lo acompañe.

Recordemos aquí que el FdT perdió unos 4 millones de votos en la elección de medio término del 2021 y perdió frente a JxC.

Cada día que pasa el gobierno se debilita más y más, pierde base electoral por la inflación y la caída de poder adquisitivo de la mayoría de la población.

En ese marco el presidente Alberto Fernández anunció su negativa a volver a postularse.

Los mercados, los sojeros, el gran capital huele sangre y están prestos a recuperar el gobierno.

Ante este panorama, existe aún la posibilidad que Cristina deba desechar a su delfín y jugar nuevamente ella en el puesto del 10.