"El problema de Italia hoy no es el virus, hoy la gente se muere por hambre y represión"

El nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que provoca la enfermedad conocida como Covid-19, ha infectado a más de 4,7 millones de personas en todo el mundo, mientras que la cifra de decesos en todo el mundo supera los 318.000 y la de los recuperados, el millón y medio de pacientes. 

Italia, al momento de la realización de este artículo, tiene un total de 225.886 casos y 32.007 muertes. Fue el foco del brote en Europa cuando empezó a detectar casos en la última semana de febrero y es el segundo país del mundo con más víctimas mortales con coronavirus. El Gobierno italiano paralizó toda actividad, a excepción de la esencial, durante dos meses y ha prohibido entrar y salir del país. El Ejecutivo de Giuseppe Conte ha anunciado el inicio del desconfinamiento gradual a partir del 4 de mayo, cuando retomaron la actividad las empresas y se permitieron visitas familiares y funerales de hasta 15 personas.

María Gabriela González, nació y vivió muchos años en Campana y actualmente lo hace en la zona de Lombardía, Italia, uno de los sectores más afectados por el virus. En una charla mano a mano con Corré La Voz, cuenta que no todo es lo que parece, que el gobierno italiano oculta, miente y reprime.

“Lo peor ya pasó, pero creo que lo peor pasó porque el pueblo italiano se está dando cuenta de la gran mentira a la cual estuvo sometido todos estos meses. Los números no nos parecían ciertos, había algo fraudulento y esto es una confirmación. Con el pasar de los meses entendimos que el aislamiento era necesario para poder llevar adelante otro tipo de plan, un plan de tipo global que sigue las proceduras de la OMS en el cual hay una infinidad de intereses económicos y políticos, en el cual nuestro país es consciente”, relata María Gabriela.

“La población italiana en este momento no tiene miedo del Covid-19. No negamos que existe el virus, pero es una pantalla que sirve para manipular la sociedad y para llevar adelante acuerdos con multinacionales farmacéuticas”, agrega.

Gabriela sostiene además que el gobierno nacional busca controlar todo a través de aplicaciones con el acompañamiento de los grandes medios que manipulan y ocultan información: “El virus no es el monstruo que nos presentaron. El problema de Italia hoy no es el virus, las terapias intensivas están prácticamente vacías, en este momento en Italia se muere por hambre y por represión. Hay una cantidad de decretos que no son constitucionales. Reprimen por la calle a un nivel de dictadura militar”.

Hace algunos días un ciudadano siciliano fue reducido, sedado y detenido por fuerzas de seguridad, quienes le aplicaron un procedimiento denominado “tratamiento sanitario obligatorio”. El joven se encontraba en la calle y a través de un megáfono decía lo que venía sucediendo en Italia desde la aparición del virus criticando al gobierno nacional.

Siguiendo esta línea, la habitante de la ciudad de Garlasco, Provincia de Pavia, afirma que “el virus sirvió para otros fines. Hay nuevos tratamientos, como por ejemplo el plasma convaleciente, del cual no se hace promoción porque es barato y no conviene ni a las casas farmacéuticas ni a Bill Gates que necesita de los acuerdos con el gobierno”.

Gabriela manifiesta que hay nuevas medidas que se han tomado con las que no están de acuerdo. “Se pide distanciamiento social entre los menores a los cuales se pretende ponerles una pulsera electrónica para mantener esa distancia como si fueran presos. Se nos dice que vamos a poder ir al mar, pero solo a los balnearios privados y pagando. Si una persona se está ahogando los bañeros no pueden socorrerla porque hay que mantener la distancia. Desde la semana que viene se pueden ver los novios pero no los amigos, podemos comer todos juntos pero se tiene que mantener la distancia de un metro”, detalla.

Las iglesias también abrieron y tienen un protocolo muy estricto. En el punto verde se van a poder sentar las personas y hay que dejar un lugar libre en el medio. Los sacerdotes piden que a la mañana vayan los adultos mayores. Está prohibida el agua bendita.

Debido al brusco avance del virus, los casos de suicidios en Italia aumentaron y esto se debe a la creciente desocupación y hambre que hay en el país. La irresponsabilidad del gobierno para manejar la situación sanitaria y económica, hoy impacta profundamente en un pueblo que busca ponerse de pie y manifestarse ante tantas irregularidades.