El Centro de Profesionales Farmacéuticos advirtió que, por la disparada de los precios, muchos pacientes están abandonando tratamientos para enfermedades crónicas.
El Centro de Profesionales Farmacéuticos (Ceprofar) advirtió que entre noviembre y febrero pasados los precios de los medicamentos subieron un 146% por lo que muchos pacientes ya eligen qué remedios comprar mientras deciden resignar otros abandonando en muchos casos tratamientos para patologías crónicas.
Así la suba de los precios de los medicamentos estuvo en los cuatro últimos meses muy por encima de la inflación registrada en el mismo periodo y trajo como consecuencia la caída en las ventas de fármacos. De acuerdo con el último informe del Ceprofar, la caída de las ventas de medicamentos medida en unidades fue del 18,5% entre febrero de 2023 y el mismo período de 2024.
Además advirtió que sin regulaciones, como las que se establecen en otros países, como Estados Unidos o el Reino Unido, los laboratorios pueden generar incrementos como los que se están viendo en la actualidad en nuestro país.
El director del Ceprofar, Rubén Sajem, advirtió que esta situación ya está teniendo un fuerte impacto en la salud de muchas personas porque “se están dejando de usar medicamentos para enfermedades crónicas, para hipertensión arterial, prediabetes, enfermedades metabólicas, disminución del colesterol, tratamientos oftalmológicos”, lo mismo ocurre con los ansiolíticos.
Sajem señaló que junto con sus colegas farmacéuticos están observando que hay personas que, como no ve en lo inmediato el efecto de abandonar una medicación recetada, “deja de usarla 1, 2, 3 meses o quizá compra un envase más chico y lo toma espaciado” por lo que la adherencia a los tratamientos se está viendo seriamente afectada.
En diálogo con Radio Mitre, Sajem advirtió que esto “es serio porque después trae consecuencias para esa persona, más dificultades de salud que va a tener que enfrentar en el futuro y para el sistema sanitario también, porque la curación es mucho más cara que la prevención”.
Sajem advirtió además que “los laboratorios medicinales continúan aumentando los precios sin ningún tipo de regulación ni control” y reveló que, “en febrero volvieron a aumentar los precios de los medicamentos por sobre la inflación: 15,8% frente a una inflación de 13,2%. Medidos en el período que va desde el 1 de noviembre de 2023 hasta el 29 de febrero de 2024, los medicamentos recetados más usados incrementaron sus precios un 146%”.
Y, agregó, “en el mismo período, es decir durante los meses noviembre 2023, diciembre 2023, enero de 2024 y febrero de 2024 la inflación fue del 93%” es decir que llevan acumulado aumentos de 53 puntos porcentuales por encima de la inflación.
En ese sentido Sajem explicó que hasta el 31 de octubre pasado “había una conversación con los laboratorios”. Es decir que hasta ese mes el Índice de Precios al Consumidor fue de 120% y “los medicamentos habían aumentado un 123%”, pero “cuando aumentaban un poco por sobre la inflación el gobierno, la Secretaría de Comercio, el Ministerio de Salud, hablaban con los laboratorios sobre qué estaba pasando”.
De esta forma, señaló, “se mantenían en acuerdos voluntarios, conversados, eso es lo mínimo que se puede pedir, pero no se puede no regular nada, no controlar nada porque los laboratorios son empresas que buscan su rentabilidad y cuando pueden aplicar aumentos de precios lo hacen y cuando pueden generar un colchón de aumento de precios, lo hacen”.
Estas subas, dijo, están afectando la salud de los pacientes y esto se refleja especialmente en la “preocupante caída de las compras que se sostiene y no se recupera”. En un año, de febrero de 2023 a el mismo mes de este año “la caída en las compras fue de 18,5%. Medida en unidades representa 11,5 millones de unidades menos que se compraron. A los medicamentos recetados le corresponde una caída del 17%, que representa 8.050.000 de unidades”, subrayó.
El titular de Ceprofar estimó que para contener este incremento de precios y que las personas continúen con los tratamientos, “lo que hay que hacer es lo que se hace en todos los países del mundo” que es ejercer algunas regulaciones sobre el mercado. Consideró que actualmente la tendencia es “apoyarse en que la competencia de precios soluciona o acomoda los precios en base a las reglas del mercado”, pero aseguró que “en medicamentos no funciona porque no hay un consumidor que puede esperar, que tenga demasiado tiempo para elegir, que sepa lo que está comprando. Y esto lo saben todos los países del mundo”.
Puso como ejemplo lo que ocurre en Estados Unidos, en Luxemburgo, Austria, el Reino Unido, donde existen, dijo, “cuatro tipo de regulaciones para los precios de los medicamentos”, o también Francia y España. “Todos los países regulan los precios”, afirmó.
En el caso estadounidense, amplió, el presidente Joe Biden elevó a “problema nacional el acceso a los medicamentos” y, en consecuencia, “por primera vez se decidieron a regular su propia industria farmacéutica”. Al mismo tiempo, “hay estados como el de Florida que están haciendo importaciones paralelas. Hay otros estados que están pidiendo la estructura de costos cuando los medicamentos superan a la inflación. Estados Unidos puso una multa impositiva cuando los laboratorios aumentan por sobre la inflación”.
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