Las petroleras se preparan para aplicar otro aumento de la nafta y el gasoil a partir de septiembre. Será cercano al 3% en promedio a nivel nacional, y los ejecutivos del sector tienen la idea de seguir acortando la brecha de los precios entre la Ciudad de Buenos Aires y el Interior, como empezó a ocurrir a partir de este mes.
Así, por primera vez desde el nacimiento del peso argentino -en 1992, hace 32 años-, todas las variedades de nafta y gasoil superarán los $ 1.000 por litro y ocuparán las 4 cifras de la pantalla.
El incremento compensará la pequeña devaluación del peso contra el dólar (2% mensual) e incorporará la suba de los impuestos a los combustibles, que treparían el equivalente a un punto porcentual. Para eso, el Gobierno deberá emitir un decreto que postergue el resto de la actualización pendiente y prevista para el mes que viene.
Desde que empezó el 2024, de esta manera, los combustibles habrán trepado más de un 85%.
Pero según cuentan fuentes de la industria, todavía hay un atraso de precios de la nafta cercano al 12% respecto a la paridad de exportación (export parity); es decir, los valores del mercado interno están por detrás de los internacionales, lo que funciona como un desincentivo a vender el combustible al exterior.
Las refinadoras (YPF, Axion, Raízen -Shell- y Trafigura -Puma-) vienen comprando el petróleo crudo a las productoras (YPF, PAE, Vista, Shell, Pluspetrol, CGC, Tecpetrol, Phoenix, Capsa, Capex, Total Austral, Aconcagua Energía, PCR, ExxonMobil y Chevron, entre otras) a unos 68 dólares, en el caso del "Medanito" que sale de Neuquén, donde está Vaca Muerta y se produce más de la mitad del total del país.
Por otro lado, resta la actualización de impuestos pendientes por hasta $ 135 en la nafta y $ 87 en el gasoil, en base a la evolución pasada de la inflación, que no se trasladó a los precios de los combustibles.
Estamos en Facebook danos un me gusta!