Cada 28 de mayo se celebra el Día del Perro sin Raza, una fecha especial para todos esos animalitos también llamados mestizos o de raza única, que tienen mucho amor para dar.
A pesar de que los perros ya tienen un día especial que se celebra el 21 de julio en el mundo, la necesidad de crear una fecha para los mestizos de cuatro patas se debe a un fuerte motivo: generar conciencia y fomentar la adopción responsable.
Adoptar un perro mestizo es una de las acciones más grandiosas que se puede realizar. Cuando se adopta un can sin raza se salvan vidas, ya que este tipo de perros son los que tienen menos opciones de encontrar una familia, sobre todo aquellos que ya alcanzaron la edad adulta o fueron abandonados a su suerte y se encuentran muy enfermos.
Por más que existen asociaciones protectoras de animales y voluntarios dispuestos a cuidar a perros sin hogar, muchos no llegan a ser adoptados, por lo que es necesario difundir la importancia de "comprar menos y adoptar más".
En el marco de esta fecha tan importante, desde CLV dialogamos con Maximiliano Alberto, un vecino proteccionista de la localidad de Campana que nos contó la historia de Barrilete. Un macho adulto de aproximadamente 7, 8 años, que vivió prácticamente toda su vida en la calle hasta que se topó con Maxi.
"Lo rescate el 07 de abril del año pasado, trabajo en una oficina del centro de Campana y normalmente hay muchos perros en muy mal estado por la calle Rocca. Estaba en un estado deplorable, todavía no entiendo como pudo llegar hasta ahí vivo. Cuando cerré la oficina me lo llevé en la camioneta".
Barrilete, llamado así por Maximiliano, que siempre sintió que el animal tenía que remontar, emprender vuelo como lo hace un barrilete, estaba muy delgado y sucio. "Cuando llegamos a casa lo bañé y le puse una correa con chapita y nombre. Su estado de salud no era para nada bueno y su recuperación demandó mucho tiempo".
Una vez recuperado, el próximo objetivo era darlo en adopción, tarea que resultó difícil. Cuando parecía que estaban dadas las condiciones para que una chica lo adopte, hubo un cambio de opinión y barrilete tuvo que seguir esperando. Luego fue adoptado por una familia de Campana en donde convivían dos pitbulls y un galgo. "Estuvimos una semana haciendo un seguimiento para que se pueda adaptar con los otros perros, y cuando todo marchaba bien, pasó lo peor". La familia se fue de casa y los pitbulls atacaron de manera brutal a barrilete, dejándolo al borde de la muerte. "Le perforaron un pulmón y la garganta, le pusieron muchos puntos, no se levantaba de la cama y se hacía pis encima, parecía que no iba a sobrevivir", cuenta Maximiliano.
Nuevamente comenzó un duro proceso de recuperación para el animal. Al cabo de un tiempo, apareció un nuevo hogar: "lo adoptó una chica de Zárate, parecía una adoptante de diez, porque tenía un parque enorme, portón cerrado, tres caniches y se denominaba como una amante de los perros". El seguimiento marchaba bien, Maximiliano recibía fotos del animal durmiendo en el living, se alimentaba bien, estaba feliz.
De un momento a otro, el perro fue abandonado. La dueña se mudó y el animal terminó en la calle. Hoy barrilete intenta retomar su camino una vez más y su estado de salud vuelve a ser delicado. Tiene insuficiencia renal y un cuadro severo de anemia. Una amiga de Maximiliano lo está transitando, el animal quiere salir adelante y necesita una familia que le de mucho amor.
"Todos los proteccionistas no solo pedimos una adopción responsable sino que también necesitamos que nos ayuden con el tránsito, tener al animal algunas semanas para poder encontrarle un adoptante definitivo y poder cerrar el círculo", reflexiona Maximiliano, y agrega que "los perros como barrilete son mil veces mas agradecidos porque la han pasado tan mal que si les das un sillón donde dormir y un paseo por día son felices".
Si adoptas y lo haces de forma responsable, le cambias profundamente la vida a un animal que sufrió muchísimo. Adoptar, salva vidas.
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