Barrio Nuevo: Los invisibles, los nadies en los márgenes de la urbe

Hace cuatro años que se fue formando el asentamiento. Hoy cuenta con alrededor de 150 familias, día a día se puebla aún más, pues van llegando familias que no han podido hacerle frente a los alquileres por la pérdida de sus fuentes de trabajo y la pandemia por COVID 19 que acentuó un escenario crítico.

Los servicios que llegan al lugar son porque los vecinos lo han generado. Las conexiones de luz son clandestinas, la de agua también. El gas es envasado, pero la mayoría de las familias tienen un brasero al que utilizan para calefaccionar y cocinar porque es más económico que la garrafa.

En estos días probablemente se avecinen los días mas fríos del año, y hay vecinos que están sufriendo en soledad, en el desamparo de la invisibilidad de sus rostros, de sus cuerpos, de sus miradas.

El barrio cuenta con un sólo comedor que brinda viandas a 50 familias (con cinco integrantes promedio cada una) tres veces por semana. El mismo es atendido por los hermanos Ferreyra, Cintia y Juan Paulo.

El comedor El Esfuerzo recibió hasta diciembre ayuda del Municipio de Zárate, pero desde ese mes, hasta ahora no han recibido más mercadería. Se mantienen con donaciones de algunos comerciantes locales y vecinos, pero es insuficiente.

Detrás de cada vecino de Barrio Nuevo hay una historia de vida, María Paz es indocumentada, analfabeta, tiene tres hijos. Uno de ellos es Rodrigo de 17 años que nació con retardo mental moderado, usa pañales de adultos, pero no recibe ningún subsidio estatal, porque Maria Paz al ser indocumentada no lo puede cobrar. María abre una carpeta llena de documentación que guarda "por las dudas" porque no sabe lo que contiene, desconoce su contenido. Lo identifica por el color de la lapicera o la letra. Hay notas escritas a mano, un certificado de discapacidad y mas papeles. Uno de ellos dice que tiene que viajar a La Plata para comenzar el trámite de su documento nacional de identidad. Pero ella asegura que no tiene dinero para viajar, que nunca le sobra, porque siempre le falta. Su marido, de 52 años sale a las 4 de la mañana a cartonear y regresa a su casa a las 8 de la noche. Está todo el día afuera de su casa. En quince días juntaron cartón equivalente a $1000.

Jimena, tiene una beba de un año y medio, vive con su marido albañil en una habitación que calientan con un brasero al que usan de estufa y cocina. Su niña aun usa pañales, pero estaba sin ellos porque no tienen dinero para comprarlos. Su pareja realiza changas y cuando cobra $100 compra de a dos pañales en un almacén de cercanía. De día buscan leña por el descampado. Una vez por mes reciben una bolsa de mercadería que retiran desde la Sociedad de Fomento de Villa Negri.

Carla padece HIV y asegura que desde que comenzó la cuarentena no recibe su medicación, en este tiempo ha perdido peso, tiene miedo de enfermarse "Estoy muy nerviosa, tengo miedo, se me cierra el estómago. No quiero que me pase nada" comenta con preocupación. Sale a pedir por las calles para poder traer comida a su hogar mientras su esposo sale a cartonear. Tiene tres hijos y se sumó su hermana con sus tres sobrinos a vivir con ellos huyendo de su pareja que la golpeaba.

Cintia Ferreyra y su familia conocen a fondo el barrio. Ella conoce a cada uno y los ayuda. Aunque reconoce que cada día llega gente nueva. Ella es quien acopia los alimentos y donaciones para posteriormente distribuir entre los vecinos. Asimismo los asesora en los tramites que puede y están a su alcance. "Nunca quise que usaran el comedor para hacer política, menos que jueguen con las necesidades de la gente"  comenta con indignación cuando recuerda a algunas personas que se han acercado en época electoral y luego se esfumaron de la faz de la tierra.

Barrio Nuevo quiere ser el Norte, quiere sentirse tenido en cuenta, quiere que lo caminen, ser parte. Alrededor de los senderos de tierra hay personas con ansias de ser considerados, con voz en potencia para decir: Presente.

PARA COLABORAR CON EL COMEDOR EL ESFUERZO Y LOS VECINOS DE BARRIO NUEVO

- Alimentos: Leche, galletitas, alimentos no perecederos como arroz, fideos, puré de tomate, arvejas, lentejas, etc. Carne de vaca y pollo. Frutas y verduras.

- Pañales para niños y adultos.

- Ropa y calzado para niños de todas las edades.

- Ropa de abrigo: camperas, pullovers, buzos.

- Frazadas y colchas.

- Chapas.

- Solicitan que se entosque la calle y se rellenen los terrenos inundables.

Esta imagen muestra la medicación que precisa Rodrigo, quien padece retraso mental moderado. Quien la posea o la pueda conseguir, tambien comuniquese con Cintia.

Acercar donaciones a Cintia Ferreyra: 03487 - 15 307456 | Pellegrini 3877 |  Mitre al 3900 - Zárate

Los Nadies por Eduardo Galeano

Sueñan las pulgas con comprarse un perro
Y sueñan los nadies con salir de pobres
Que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte;
Pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznitas cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba

Los nadies, los hijos de nadie, los dueños de nada
Que no son, aunque sean
Que no hablan idiomas, sino dialectos
Que no profesan religiones, sino supersticiones
Que no hacen arte, sino artesanía
Que no practican cultura, sino folklore
Que no son seres humanos, sino recursos humanos
Que no tiene cara, sino brazos
Que no tienen nombre, sino número
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata