"No se que sería si no fuese bombero, tengo la obligación de seguir por los que vienen"

En el marco del Día Nacional del Bombero Voluntario, dialogamos con Claudio Chaves, integrante y referente del Cuerpo Activo de los Bomberos Voluntarios de Zárate.

Claudio Chaves ingresó al servicio en enero de 1994 y su decisión tuvo mucho que ver con su familia y amigos. Uno de sus hermanos estaba desde hacía dos años y varios amigos del barrio también. Hizo el curso y empezó.

“Esta profesión significa un orgullo personal muy grande, significa poder ayudar al prójimo, significa llegar a lugares a donde otros no pueden llegar, no cualquiera puede ser bombero, hay que prepararse mucho”, cuenta Claudio, quien ya lleva más de 25 años como servidor público.

Un bombero voluntario siempre tiene historias para contar, buenas y malas. Lo bueno casi siempre tiene que ver con el acompañamiento incansable que reciben de gran parte de la población. Lo malo ya lo sabemos, es una vocación que puede ponerte en peligro muy rapidamente. Esto último le tocó vivir a Claudio y otros compañeros hace algunos años en el antiguo supermercado Norte (hoy Carrefour):

“Me acuerdo que estábamos trabajando en la parte interna de un depósito cuando cayeron unas lozas. Estábamos con una línea de 63, una línea pesada con un caudal muy importante de agua, la loza cayó a pocos metros de nosotros. Fue un momento difícil porque tuvimos que agacharnos, estábamos con los equipos de respiración autónoma y en ese momento vimos todo negro, fue desesperante porque no sabía dónde estaban mis compañeros y ellos tampoco sabían de mí, hasta que pasaron unos minutos y se dispersó el humo”.

Claudio confiesa que después de superar los 25 años como bombero, el cuartel se volvió una parte de su vida fundamental: “No sé qué sería si no fuese bombero, cuando uno está grande adquiere jerarquía y esto hace que uno tenga que seguir, hay una obligación de seguir porque ahora nosotros tenemos que preparar a los que vienen”.

El Cuartel de los Voluntarios de Zárate está integrado por un poco más de 70 bomberos activos, aunque por el covid-19 el número se reduce. Si bien es un plantel importante hay una necesidad de realizar un nuevo curso para cuando termine la pandemia, ya que consideran de que Zárate necesita más personal así se puede producir una rotación mas fluida (hay un voluntariado y cada bombero tiene que cumplir con otras obligaciones).

“Contamos con varios vehículos para distintos tipos de trabajo. Tenemos para trabajos de rescate, en altura, acuático, hay varias especialidades. Al tener las rutas que tenemos y un parque industrial grande, tenemos que tener todo porque nunca sabemos con que nos vamos a encontrar. Los recursos son escasos y más en esta situación. No vemos por parte de las autoridades una respuesta hacia el cuartel de bomberos. Si podemos decir que el vecino común respeta mucho la institución”. Chaves explica que “las necesidades son económicas. No tenemos el respaldo de las autoridades”.

La relación con el Municipio de Zárate se cortó. Después de varias idas y venidas, el Municipio decidió ponerle fin al contrato que mantenían por el servicio de ambulancia después de seis años. Claudio Chaves remarca de que no hubo explicación y que aún siguen esperando una respuesta.

“El SEMU fue una inversión muy grande. La institución hizo una inversión muy grande, millonaria. Se tuvieron que comprar ambulancias de alta complejidad más todos los insumos y equipos correspondientes” cuenta Chaves, y agrega: “El Municipio no cumplía con los pagos y los médicos, enfermeros y choferes no podían cobrar. No había reuniones, no había respuesta. Hace poco más de dos semanas tuvimos que devolver la ambulancia municipal porque ya no teníamos autorización para manejarla. No pagaron la deuda, que son un poco más de cuatro millones de pesos”.

El bombero también está expuesto porque es una actividad esencial. Como en todo rubro o lugar, en el cuartel se desarrollan distintas medidas sanitarias con el objetivo de combatir el virus. Claramente utilizan barbijo, alcohol en gel y están elaborando un arco de desinfección para el ingreso y egreso al cuartel. Además, cuando llegan a un incendio solo deben acercarse puntualmente para sofocar el fuego sin mantener contacto con ninguna persona exceptuando situaciones límite. “Hay un control continuo. También el virus generó que la cantidad de personal disminuya bastante porque hay bomberos que son factores de riesgo, algunos trabajan en los distintos centros de salud o tienen un familiar directo que es profesional de la salud”.

“El mensaje a la población es que lo quieran al bombero, el bombero siempre va a estar. La gente tiene que estar, tiene que arrimarse al cuartel porque el cuartel es de la gente”.

Este Día Nacional del Bombero Voluntario es particular, distinto, único. No habrá acto protocolar. ¿Hubiese sido interesante que se produzca un cruce entre las autoridades municipales y el cuerpo activo de los bomberos? Digo…