/ Por Ivo Marinich
Vamos a catalogar a “De barro y fuego”, libro de cuentos por el cual el autor local Lucio Velluci ganó el Premio Literario de la Provincia de Córdoba 2024, como una “obra-denuncia”, es decir, una pieza artística que, a través de herramientas, en este caso, literarias, tiene como objeto manifestar una desigualdad, injusticia o abuso de poder incrustado en el tejido social.
Vamos a agregar a esa categorización, solo necesaria para exponer, a partir de ella, las virtudes de la obra, que el texto realiza esa denuncia de manera, llamemoslé, invertida; en vez de distinguir un objeto de desigualdad, injusticia o despotismo, Vellucci introduce las voces en primera persona de los damnificados. Es a través de los protagonistas, todos relacionados menos por un vecindario que por el despojo de su condición humana, que el autor remarca las consecuencias de un atropello que indigna y estremece a pesar de que apenas se nombra.
El texto, que hace equilibrio entre la novela y el cuento, produce un desplazamiento temporal y geográfico entre dos pueblos: el Viejo y el Nuevo. Los habitantes del primero deben abandonar su tierra víctimas de la desidia, la malicia del rédito y la sordera del Estado, convirtiéndose en fundadores del segundo, que, sin embargo, inevitablemente conserva los fantasmas de su predecesor.
“De barro y fuego” tiene la proeza de los textos atemporales. Podría decirse que pertenece a toda época en la que la vida humana vale menos que el capital que llena los bolsillos de terratenientes, políticos y acomodados.
Uno no puede dejar de preguntarse por qué este libro, que será presentado el próximo 5 de abril a las 19 horas en el Centro Cultural “Tito Alberti” de la ciudad de Zárate, debió buscar suerte en ¡otra provincia! para obtener su justo reconocimiento. Uno no puede dejar de preguntarse por qué los responsables de promover la cultura en Zárate se han mostrado obstinadamente y desde hace décadas tan reacios y apáticos a ofrecerle un espacio, por mínimo que fuera, a la literatura local. Si la excusa es “que la gente ya no lee”, tenemos dos problemas: de interpretación y de abulia política. Deberían saber que, como Lucio, la gente sí escribe (¡porque lee, carajo!) y lo hace muy bien. Ojalá que “De barro y fuego”, texto sensacional e imprescindible, funcione como ruptura paradigmática.
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