Hoy, acá, ahora... por ser y estar bien

¿Me creyeras si te digo que el 94% de eso que pensas, NO se va a cumplir ni a pasar? ¿De qué hablo?
Pre-OCUPACIONES.

Eso que todos conocemos, eso que nos saca del presente y arrastra a realidades pasadas o futuras principalmente, puramente ilusorias y cansadoras, repletas de malestar, desmotivación y ansiedad, las cuales, sobre todo, nos quitan energía y poder.

¿Nos QUITA?, ¿se lo lleva consigo? Digo sí, acertadamente que nos QUITA, se lleva consigo y nos roba nuestras energías, ya
que todo ese tiempo que le destinamos a esas pre-ocupaciones, es tiempo “perdido”, regalado a la “nada”, y a una nada ni siquiera “neutra”, sino que incluso, negativa en varias ocasiones, por no decir en la mayoría o en su totalidad, tornando nuestro sentir y pensar con ese matiz.

Pensar y sentir densos y pesados, tiñendo tu vida con esos colores, ya que la constitución de tu “aquí y ahora”, de quien sos, de lo que vivís, estaría marcado con eso que gira en círculos sin ningún final.

Ahora bien, siendo tan dañino, nocivo e innecesario, ¿Por qué nuestra mente nos juega estas pasadas?, ¿Qué busca con ello?
Para esto, hay que entender algo elemental y clave, y esto no es nada más ni nada menos que la principal función de la mente: Sobrevivir y garantizarnos dicha cuestión en este planeta, por lo que, si la misma, percibe en el exterior alguna situación la cual considere amenazante o necesaria su resolución, va a destinar la energía disponible a generar “escenarios posibles” permanentes y lograr así “anticiparse” a los mismos, para entonces defenderse si así se requiriera.

Sería como crear micro dosis de “vacunas”, ante estas situaciones posibles futuras, para lograr abarcar contar con todas las defensas, herramientas y respuestas “posibles” ante todas las respuestas alternativas que el futuro le provea. De acá entonces, las PRE-OCUPACIONES. Las cuales son nada más y nada menos para “defendernos” por si se requiriera. Pero, entendiendo la similitud con las vacunas, ¿te imaginas si cada media hora te estuvieras vacunando “por las dudas”? Catastrófico, ¿no? Vivirías con estados febriles y el cuerpo pinchado diariamente por deporte, generando posiblemente mayor malestar que si se padeciera la “enfermedad” o cuestión de la cual se está defendiendo en sí.

Entonces, ¿Cómo salir?, ¿Cómo terminar con estos círculos consumidores y viciosos, que no llevan a nada más que a sufrir y a realidades las cuales no solo que no existen hoy, sino que posiblemente no existan jamás? ¿Cómo se sale de este deporte mental, llamado “pre-ocupación”? Tal vez ahora, con este paralelismo, podríamos visualizar, que el punto no es pincharse todos los días con dosis de vacunas, sino OCUPARSE justamente, de estar lo más fuerte posibles.

Físicamente en vez de pincharse, se aconsejaría que se coma bien, haga deporte y mantenga una vida lo más saludable posible, para estar lo suficientemente “fuertes” y así lograr hacerle frente a cualquier virus o enfermedad que circule. Para el estado y salud mental, pasa exactamente lo mismo, la idea no son los pinchazos continuos, liberadores de estrés, ansiedad, angustia y malestar, sino se trata de crear una mente y estado emocional, lo suficientemente sólido y fuerte, como para sentirse seguro de saber hacerle frente a lo que la vida depare, sabiendo que lo que se vivencie, uno cuenta con la seguridad interna de contar con las herramientas suficientes y sino, saber cómo ser flexible para encontrarlas.

De eso se trata la vida en realidad, de basar la energía en ocuparse justamente, HOY, ACÁ, AHORA, por SER y ESTAR bien, fuerte, y sólido ante una vida de cambios y desafíos, altos y bajos.

Nadie va a tener todas las vacunas al día, por eso, por más “pinchaduras” mentales que hagas, está bueno que salgas a vivir, que puedas sentirte seguro en espacios donde te puedas ver y sentirte capaz. Que, en realidad, es en la vivencia de lo diario, donde uno adquiere la real y verdadera fortaleza y sabiduría.

Recomiendo entonces, que puedas frecuentar espacios y gente que te haga bien, con quien te sientas cómodo/a, ya que ahí, en esos puntos, vas a poder reforzar tus estados de calma y tranquilidad. En complemento, acudir a espacios como yoga o terapia, donde puedas encontrarte con esas preocupaciones, para lograr ir a su raíz, desactivarlas y volver acá.

Recordá, como cierre y herramienta fundamental, que CADA VEZ qué estés ACÁ, en tu PRESENTE, esas PRE-ocupaciones, no van a tener lugar ni poder (porque fomentan que tu mente este en el pasado o en el futuro). No le regales tu energía a pinchaduras innecesarias y dolorosas.

Ocúpate, desde el estar ACÁ. Todo lo que repitas, crece y se refuerza. Reforzá el hábito de estar acá, conectando y haciendo todo lo que te lo permita.

Pilar Alonso, Psicóloga