El ex médico acusado de cometer delitos de lesa humanidad durante la ultima dictadura militar, volverá a la cárcel luego de que la Cámara Federal de Casación Penal revocara el beneficio de prisión domiciliaria.
El último jueves, el tribunal de la Cámara Federal de Casación Federal que conforman los jueces Alejandro Slokar, Carlos Mahiques y Guillermo Yacobucci firmaron el fallo que revocó el beneficio de prisión domiciliaria que le había sido otorgada al médico represor Edgardo Di Napoli.
Con los dos votos Slokar y Mahiques contra el voto en disidencia de Yacobucci, la Cámara revocó la domicilaria del represor que se encontraba residiendo en su domicilio de calle Chile 850, en Zárate, desde el pasado mes de abril.
Tras conocerse la resolución de los camaristas, en la tarde de hoy el Tribunal Oral Federal Nro. 2 de San Martín, se expidió y determinó que el ex medico regresara a prisión en cárcel común, y será alojado en la Unidad Nro. 34 de Campo de Mayo.
Cuando el mismo tribunal le otorgó el beneficio de prisión domiciliaria en abril, un fuerte rechazo de distintos sectores de la sociedad encabezado por organismos de Derechos Humanos expresó su repudio a la medida. La decisión se tomó en el marco del avance de la pandemia de Covid 19, por lo cual los magistrados decidieron en primera instancia, brindarle la posibilidad al imputado –cuyo proceso de enjuiciamiento se encuentra vigente y en desarrollo- de ser alojado en su domicilio.
El reciente fallo de los magistrados de la Cámara Federal de Casación Federal entendieron que la decisión del TOF Nro. 2 no contempló los riesgos procesales en pleno transcurso del juicio.
Di Nápoli tiene en la actualidad 70 años de edad y está siendo juzgado por su intervención en seis hechos de “Privación ilegal de libertad agravada por haber sido cometida por funcionario público y por el empleo de violencia y amenazas reiteradas e imposición de tormentos agravados por haber sido infligidos por un funcionario público a una víctima que se trataba de un perseguido político, hechos que han sido encuadrados como crímenes de lesa humanidad”.
Finalmente, la resolución del TOF Nro. 2 de San Martin en la tarde de este viernes, ordenó al Servicio Penitenciario Federal el reintegro del imputado Di Napoli a unidad penitenciaria de los Institutos de Campo de Mayo y la realización de una junta médica con la intervención del Cuerpo Médico Forense que informe al tribunal si el represor presenta un estado de salud que no pueda ser tratado en el ámbito penitenciario.
La voz de “El chancho”
Era el año 1983. Lidia “La China” Biscarte estaba embarazada y por eso esperaba un turno en el Hospital Zonal Virgen del Carmen. Pasillos, camillas, enfermeras. Nada salía de lo normal. Hasta que una voz crepitante, ronca, estertórea se coló hasta sus huesos. Le sobrevino la ineludible sensación de terror.
Esa voz, era la voz de “El chancho”. Así, lo habían nombrado años atrás los hombres que incansablemente la torturaban hasta el desmayo. Oscar Edgardo “El Chancho” Di Nápoli, sería el encargado de revisar sus heridas y determinar cuántos flagelos más podría resistir su cuerpo. La China preguntó su nombre, buscó una lapicera y lo anotó en un papel.
Di Napoli tuvo participación en secuestros que tuvieron lugar en el Buque ARA Murature, la Comisaría 1ra y el Arsenal.
En 2013, un nieto de Biscarte se descompuso en su casa y ella llamó al servicio de emergencias. La ambulancia de la empresa estacionó frente a su domicilio y de allí bajó un hombre, sexagenario, que al pronunciar sus primeras palabras, otra vez se delató.
Cuando Di Nápoli se fue, La China Biscarte levantó el teléfono y llamó a su abogado para contarle que el hombre que la había auscultado durante su cautiverio, el mismo que una y otra vez repetía “dale que resiste”, había visitado su propia casa. No pasarían muchas semanas, hasta que Edgardo Di Napoli, “El Chancho”, fuera detenido acusado por delitos de lesa humanidad.
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