Comunicado del Sindicato Regional de Luz y Fuerza Paraná luego de que el gobierno nacional anunciara la privatización parcial de NASA:
Desde el Sindicato Regional de Luz y Fuerza expresamos nuestro rechazo ante la falta de un proyecto político que contemple la soberanía energética como motor del desarrollo nacional.
Por el contrario, observamos con preocupación cómo quienes hoy conducen los destinos del país avanzan sobre las empresas del Estado sin justificación alguna, despojando a la Nación de la posibilidad de consolidar un modelo energético soberano que garantice un verdadero desarrollo, progreso y la generación de empleo de calidad.
El Gobierno nacional, en su afán de desprestigiar lo público, persiste en su política de privatización, impulsando la venta de las acciones de Nucleoeléctrica Argentina S.A.
Esta decisión implica regalar décadas de inversión y trabajo de cientos de hombres y mujeres comprometidos con el crecimiento del sector nuclear argentino.
Nuestro país cuenta con más de 70 años de trayectoria en el desarrollo nuclear, desde la creación de la Comisión Nacional de Energía Atómica en 1950. Durante este tiempo, nos consolidamos como pioneros en energía nuclear en América Latina y obtuvimos reconocimiento internacional, gracias al compromiso y la excelencia de trabajadores altamente calificados.
Actualmente, Argentina cuenta con tres centrales nucleares que aportan 1.763 MW de potencia instalada, lo que representa el 8% de la generación eléctrica nacional. Además, existe la posibilidad concreta de aumentar esta capacidad mediante la construcción de nuevas centrales con financiamiento internacional. Sin embargo, esta alternativa ha sido descartada por las autoridades, dejando en evidencia que sus prioridades no están orientadas al fortalecimiento del plan nuclear argentino, sino a entregar a manos privadas años de desarrollo estratégico, sin una visión soberana ni a largo plazo.
Cuando se habla de privatizaciones, el principal argumento suele ser la supuesta ineficiencia. Pero en este caso, nos preguntamos:
¿Cuál es la intención de regalar décadas de desarrollo nacional?
¿Por qué transferir a capitales privados una empresa que no genera pérdidas?
¿Por qué ceder el desarrollo del reactor CAREM —único en su tipo y enteramente diseñado en Argentina—, que tiene un enorme potencial de exportación y podría generar recursos para el Estado?
¿Qué justifica privatizar una empresa que es superavitaria?
¿Dónde está el argumento técnico o económico que respalde esta decisión?
Queremos destacar que Nucleoeléctrica Argentina S.A. no solo es una empresa rentable, sino que cuenta con un recurso humano de altísimo nivel, difícil de encontrar en cualquier otra parte del mundo. Fue ese mismo equipo el que, en 2023, logró ahorrar más de 1.000 millones de dólares y cuatro años de trabajo a la empresa, al realizar una reparación compleja con una metodología innovadora, pensada y ejecutada íntegramente por trabajadores argentinos.
Por otra parte, también se encuentran en riesgo las represas hidroeléctricas del Comahue, responsables de aproximadamente el 10% de la generación eléctrica del país.
Avanzar en su privatización representa otro ejemplo de cesión de soberanía. Las nuevas concesiones, dolarizadas y diseñadas bajo una lógica privatista, encarecerán inevitablemente el costo de la energía para nuestras industrias, hogares y comercios.
Peor aún, los nuevos concesionarios, al cabo de algunos años, podrían disponer libremente de la energía producida, sin obligación de abastecer al mercado interno. Esto pone en serio riesgo nuestras posibilidades de crecimiento económico e industrial.
Por todo lo expuesto, desde el Sindicato Regional de Luz y Fuerza exigimos que se revean estas decisiones que atentan contra los intereses del pueblo argentino.
Sin soberanía energética, no hay desarrollo posible con justicia social.
Consejo Directivo del Sindicato Regional de Luz y Fuerza
Estamos en Facebook danos un me gusta!