Solicitaron la prisión preventiva para uno de los acusados del crimen del gendarme

Sobre el límite del plazo previsto para solicitar esta medida, la fiscal de la UFI Nro. 7 Dra. Andrea Palacios presentó en las últimas horas el pedido de Prisión Preventiva para Pablo Arcel, uno de los dos acusados por el homicidio del gendarme.

El Código Procesal Penal prevé el tiempo de un mes corrido para que el Ministerio Público reúna los elementos suficientes para solicitar la prisión preventiva y evaluar si existen riesgos procesales como el entorpecimiento del proceso, ocultamiento de pruebas o peligro de fuga.

Fue así que, luego de un minucioso trabajo que incluye pericias balísticas, barrido electrónico, registros fílmicos de cámaras de seguridad y valiosos testimonios obtenidos, entre otras medidas, el Ministerio Público solicitó que Arcel continúe detenido, en principio, hasta el día del juicio, segun confirmaron altas fuentes judiciales a CORRÉ LA VOZ.

A mediados de junio, la jueza del Fuero Penal Juvenil, Dra. Barbara Halecka hizo lugar al pedido del fiscal de menores Dr. Gustavo Ancurio, quien también pidió la prisión preventiva para el otro acusado, un joven de 16 años de edad. En el caso de Arcel, será el titular del Juzgado de Garantías Nro. 2, Dr. Julio Grassi, quien determinará si valida o no el pedido de la fiscal.

Las pericias realizadas durante la investigación determinaron que el Jefe de Escuadrón Zárate Brazo Largo, Cte. Marcos Castillo, murió producto de dos impactos de bala calibre 22 que le ocasionaron la muerte de manera casi inmediata. Según consta en el expediente, en el lugar se hallaron al menos tres vainas, por lo que se supone que fueron al menos tres los disparos efectuados.

En el mismo sentido, las pericias de barrido electrónico establecieron que tanto la víctima como los dos sospechosos, presentaban rastros de pólvora en sus manos. En el caso de la víctima, esto se explicaría por la proximidad de los atacantes al momento del agresión, pero la Justicia ahora deberá determinar cómo es posible que los dos sindicados presenten rastros de deflagración, con la presencia de rastros de plomo, bario y antimonio, siendo inequívocos componentes de residuo de disparo.

Hasta el momento, el arma homicida no fue hallada por los investigadores; pero durante la detención llevada a cabo horas despues del hecho, a uno de los acusados se le encontró algunos proyectiles que serían compatibles con los que le provocaron la muerte al gendarme.

La causa, continúa caratulada como “Homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego”.

El hecho

El material fílmico tanto público como privado aportado a la causa que sigue de cerca la UFI Nro. 7 pudo determinar que el  pasado 9 de junio, el gendarme Marcos Castillo regresaba a su domicilio ubicado en las cercanías de Independencia y Brown, cuando fue abordado por al menos dos sujetos que habían comenzado a seguirlo algunas cuadras antes.

El ataque en si duró poco más de cinco segundos; Castillo bajó de su bicicleta para ingresar a su domicilio lindero a una remiseria, cuando fue sorprendido por uno de los delincuentes. Los videos aportados no logran establecer con claridad lo sucedido pero, en principio, no se observa ningún tipo de forcejeo ni intenciones de ataque por parte del gendarme, que en ese momento se encontraba de civil y desarmado. Sino que se aprecia lo que parece un cruce de palabras, el ataque y la huida de los asesinos.

El comandante Marco Antonio Castillo, tenía 46 años, era oriundo del norte de nuestro país y había llegado a Zárate en el mes de Enero. Desde la fuerza, le gestionaron su alojamiento en la sede de la Sociedad Española, donde alquilaba una habitación.

Años atrás participó de misiones en el Congo y Kosovo, y compartía su pertenencia a la fuerza nacional con su hermano. Habitualmente, solía hacer recorridos por la ciudad en bicicleta. Entre sus planes, estaba buscar una vivienda más amplia para vivir con su esposa y sus 5 hijos, que viven en Ciudad Evita. Al momento del ataque, el hombre no llevaba su arma reglamentaria consigo, ya que la había dejado en su trabajo.