A seis meses del brutal asesinato en Villa Gesell: el dolor de la familia y las novedades en la causa

A seis meses del brutal asesinato en manada ocurrido en Villa Gesell, el dolor de la familia, amigos y conocidos de Fernando Báez Sosa sigue latente. La crueldad perpetrada esa madrugada del 18 de enero por el grupo de zarateños terminó con la vida de un joven que se encontraba vacacionando en la costa atlántica junto a su novia y amigos.

Fernando fue atacado frente al boliche Le Brique de una manera atroz. Le propinaron varios golpes de puño, lo arrojaron al piso, le dieron patadas y en apenas minutos terminaron con su vida. Luego de eso, los asesinos se fueron del lugar caminando y a los abrazos (tomando lo sucedido como una "victoria"). Se acostaron a dormir muy tranquilos como si nada hubiera pasado, pero a las horas fueron detenidos por la policía.

Al día de hoy, Matías Franco Benicelli (20 años), Ciro Pertossi (19 años), Luciano Pertossi (18 años), Lucas Fidel Pertossi (21 años), Máximo Pablo Thomsen (20 años), Alejo Milanesi (20 años), Enzo Tomás Comelli (19 años), Juan Pedro Guarino (19 años), Blas Cinalli (19 años) y Ayrton Michael Viollaz (20 años), se encuentran imputados a la espera del juicio. Guarino y Milanesi recibieron el beneficio de la excarcelación, mientras que los otros ocho permanecen detenidos en la Alcaldía N° 3 de la ciudad de La Plata.

Ciro Pertossi y Máximo Thomsen se encuentran calificados como coautores materiales del hecho y el resto figura como partícipe necesario. A todos les cabe la misma pena: cadena perpetua.

La zapatilla negra manchada con sangre corresponde a Thomsen

Ayer a la mañana y luego de seis meses de investigación, la fiscal Verónica Zamboni recibió el resultado de una pericia clave en el caso: la zapatilla de lona negra ensangrentada encontrada en la casa de los diez rugbiers acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa corresponde a Máximo Thomsen.

El estudio realizado por el Laboratorio Scopométrico de la Policía Federal en Mar del Plata no solo determinó que la marca de la zapatilla estaba sobre el cuerpo de Fernando. La impronta de la zapatilla coincide también con el pie de uno de los principales acusados del crimen, según detectó el complejo análisis que comparó tanto la suela del calzado como la marca del pie en la plantilla.

Los pies de los acusados fueron identificados uno por uno con una técnica especial que incluye comparaciones fotográficas, lecturas de ondas de luz mediante un videoespectrómetro y el uso de tinta litográfica, la misma que se usa para la toma de huellas dactilares, lo que comúnmente se conoce como “tocar el pianito”, pero con los pies.

Así, Thomsen, preso en la Alcaldía N°3 de La Plata junto a siete de sus cómplices y con su prisión preventiva confirmada por la Justicia, cobra preponderancia entre los acusados con una pieza de evidencia altamente incriminadora.

La acusación, sin embargo, no distingue: todos los acusados, bajo la imputación de homicidio agravado por alevosía, enfrentan la posibilidad de ser condenados a prisión perpetua.

La causa de la fiscal Zamboni, por otra parte, no está cerrada. Zamboni todavía tiene tiempo; el Código establece un plazo máximo de diez meses para la elevación a juicio. Todavía tiene en sus planes producir nuevas pruebas con testimonios que espera recolectar en las próximas semanas, luego de que la Cámara de Casación de la jurisdicción rechazara un hábeas corpus planteado por la defensa de los acusados.

Prórroga en la investigación y pruebas pendientes

Fabián Amendola, abogado de la familia de Fernando, confirmó a CLV que "la investigación se prorrogó por cuatro meses mas, quedan pericias y resultados pendientes que por la pandemia se han frenado". La extensión en el período de investigación le da espacio a la fiscal del caso Dra. Verónica Zamboni y también a las partes, para continuar con presentaciones, y en el caso de los abogados de Fernando, aportar mas prueba (filmaciones, testimoniales, etc).

"Restan determinarse los resultados de algunas prendas de vestir de los imputados manchadas con sangre de la víctima y conocer lo que arroje una pericia de reconocimiento facial", explicó Amendola. Además, por la pandemia se ha paralizado la investigación que iba a iniciar la DDI de Villa Gesell para determinar la identidad del número 11. En relación a esta cuestión, el abogado afirmó que "nosotros estamos seguros de que estuvo en el lugar del hecho con el grupo, necesitamos corroborar su identidad".

También se espera por la realización de las pericias psicológicas y psiquiátricas. Cada detenido se someterá a dos entrevistas en donde deberán contestar distintas preguntas y completar un test. Esto se podrá realizar recién cuando los profesionales puedan retomar su trabajo de manera normal (hasta el momento y por la pandemia solo realizan sesiones por videollamada).

El inmenso dolor de los padres de Fernando

"Estos seis meses fueron muy duros y creo que el resto de nuestra vida va a ser dura. No hay momentos buenos ni malos. Solo dolor”, afirmó Silvino Báez en diálogo con Infobae.

Por su parte, Graciela agrega emocionada: “Todavía recuerdo cuando nació. Un bebé hermoso: pesaba 3 kilos 750. Fue un chico muy esperado por los dos y con él hemos pasado los mejores momentos de nuestra vida".

La pareja cuenta que son creyentes desde siempre pero que, tras la muerte de Fernando, se aferraron más que nunca a Dios. “Le pido que nos de fuerzas, que podamos sobrellevar este dolor y tener un poco más de paz. Hasta el momento, no la encontramos”, confesó Silvino.

La angustia y el dolor de la familia crece día a día. Siguen esperando justicia siendo el único consuelo que les queda. Mirar hacia adelante y confiar en que los asesinos de su hijo recibirán una condena justa, firme y ejemplar.