Relaciones sexuales y genitalidad: ¿El tamaño importa?

/Por Romina Barraza

Muchas veces mencionamos que las relaciones sexuales van más allá del contacto únicamente genital. El placer de conectar con el otro, de vincularnos sexo-afectivamente tiene que ver con la totalidad del cuerpo, el erotismo y fundamentalmente con lo que sucede en nuestro cerebro. Los deseos y fantasías son piezas clave en el desenlace del acto.

Sin embargo, en esta cultura coitocentrica, los genitales son los que se llevan la atención casi por completo. Pero ¿qué tan real es esto?

Según las creencias populares…

PENE: “Cuanto más largo, mejor”.

 Varias cuestiones para tener en cuenta:

Si ese pene tiene relaciones con una vulva: FALSO. La vagina, tiene mayor sensibilidad en su tercio externo (Solo la parte mas cercana al exterior), generalmente no mayor a 4cm… Entonces… ¿de verdad las personas con vulva quieren o necesitan un pene de 30cm?

Si ese pene tendrá relaciones con un ano: Dependerá de la capacidad de relajación que tenga y la lubricación que se brinde. Caso contrario, podría ser molesto y/o doloroso

Entonces, verdaderamente, no para todxs es importante el largo del pene. En el caso de tener relaciones con una persona con vulva, es muy importante la estimulación del clítoris. Y el largo del pene no modifica su estimulación, en cambio, el ancho de este sí puede estimularlo durante la penetración, ya que se encuentran los bulbos del clítoris (también muy sensitivos) abrazando la porción más externa de la vagina.

VULVA: “Labios mayores prominentes, que no sobresalgan los labios menores, mejor si son lampiñas”

No hay dos vulvas iguales. El largo o el grosor de los labios no modifica al momento de dar o recibir placer. Menos aún si tiene bellos o no.

VAGINA: “Cuando la tienen muy grande no da placer”

Es una cavidad muscular virtual que se amolda a los objetos que entran o salen. No hay vaginas grandes o chicas. Puede modificar la sensibilidad durante la penetración el nivel de lubricación que tenga, pero no su tamaño… También modificará la sensibilidad la fuerza y control que se pueda tener del piso de la pelvis (un conjunto de músculos que rodean la vagina) que si están bien trabajados pueden generar una sensación más placentera durante el orgasmo.

Conclusión: El creer que hay un estándar a cumplir respecto al tamaño o la forma de nuestros genitales, que nos brindarán más placer al momento de tener relaciones sexuales con alguien; solo genera que caigamos en estereotipos creados por la industria de la moda (en este caso del porno), que lo único que logra es frustrar a las personas que quedan por fuera de lo “esperable”.

No somos producto de compra y venta. No somos objetos modificables a los ojos de otrx.

Somos sujetos de deseo y deseantes. Somos seres sociales que disfrutamos del vinculo con las personas. Somos seres únicos y diversxs. Somos personas con cuerpos eróticos y “sentires” diferentes. No te compres el verso que sólo somos nuestros genitales.

Dra Romina Barraza

Médica sexóloga clínica MN 154156

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