Se conmemora en todo el mundo con el objetivo de concientizar sobre la situación que atraviesan las víctimas de tráfico humano, explotación sexual, trabajo forzado, mendicidad forzada, niños soldados y matrimonios obligados.
En 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas sostuvo una reunión para evaluar el Plan de Acción Mundial. Los Estados miembros adoptaron la resolución A/RES/68/192 y designaron el 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata. En la resolución, se señala que el día es necesario para "concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y para promocionar y proteger sus derechos".
El tráfico de personas es un grave delito y una grave violación de los derechos humanos. Cada año, miles de hombres, mujeres y niños caen en las manos de traficantes, en sus propios países y en el extranjero. Prácticamente todos los países del mundo están afectados por el tráfico, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), como garante de la Convención contra el Crimen Organizado Transnacional y los Protocolos al respecto, asiste a los Estados en la aplicación del Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata .
En su artículo 3, este Protocolo Disponible en inglés define la trata como la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.
El lema de este año: Trabajar en primera línea para terminar con la trata de personas
Este año la concientización se centra en recalcar los esfuerzos del personal que lucha en primera línea contra la trata de personas. Se trata de gente que trabaja en diferentes aspectos: identificar, apoyar, asesorar y buscar justicia para las víctimas de la trata, y desafiar la impunidad de los traficantes.
Durante la crisis del COVID-19, el papel esencial de estas figuras de socorro se ha vuelto aún más importante, particularmente porque las restricciones impuestas por la pandemia han hecho que su trabajo sea aún más difícil. Aún así, su contribución a menudo se pasa por alto y no se reconoce.
A través de las historias de este personal de campo y la gran utilidad de su trabajo en la ayuda a las víctimas, pretendemos destacar su contribución, función, constitución, organización, equipo o comunidad y su impacto en la lucha contra la trata.
Los mensajes clave se centran en lo positivo, reconociendo la importancia del trabajo realizado por este sector de auxilio, así como buscando apoyo y creando conciencia de que estas acciones deben ser sostenidas y replicadas. Las historias también destacarán cómo este sector se mantuvo comprometido durante la pandemia.
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