Desaparición de Facundo Astudillo Castro: Un hallazgo que fulmina las excusas policiales

El hallazgo del objeto, un pequeño adorno de madera con forma de sandía que contiene una vaquita de San Antonio, regalado a Facundo y su hermano por su abuela, y que él llevaba siempre en su mochila, corrobora definitivamente la versión de la familia y de los testigos por ella aportados, en cuanto atribuye la directa e inexcusable responsabilidad policial en la desaparición de Facundo.

Todos los intentos por desviar la investigación, con actos deliberados para entorpecer, plantar pruebas y construir pistas falsas que complementan la comisión del delito de lesa humanidad, acaban de desbaratarse.

A la certeza de que fue detenido y subido a un patrullero policial, se suma ahora la presencia de sus pertenencias en la comisaría en la que reportan sus desaparecedores. 

Mientras se producía el hallazgo, la jueza del caso rechazó el apartamiento del fiscal denunciado por la querella por trabar la investigación. El ministro Sergio Berni, responsable político directo de las fuerza delictiva, lanzó a la vez un spot de campaña electoral. No se conoció más que el silencio del gobernador Axel Kicillof, que lo sostiene. 

La trama de fiscales y jueces, ministros y gobernadores que miran para otro lado, integra el imaginario con el que la policía puede hacer lo que hace. Cuentan, cuando no con su explícito aval, por lo menos con la indolencia oficial que relegitima esas prácticas institucionales. 

La querella, maltratada y desoída por el aparato judicial, insistirá con el pedido de medidas de detención y allanamientos que no pueden dilatarse más. El entorpecimiento de la instrucción, el peligro en la demora, la posibilidad de evadirse, son todos elementos que justifican ampliamente el reclamo de Cristina Castro. 

La aparición con vida de Facundo, el juicio y castigo a sus desaparecedores, es lo que todxs reclamamos junto a ella. 

El Estado es responsable.

Fuente: CORREPI