La puesta de límites en los niños y adolescentes

A lo largo de los años primero como hijos y luego como padres, hemos aprendido diferentes formas de entender lo que significa “poner límites”.

Es que durante mucho tiempo nuestros padres acudieron a la chancla, un “chirlo”, un tirón de orejas, creyendo que era la mejor forma de ganar autoridad y “respeto” frente a sus hijos.

Y aunque muchos a la distancia sigan creyendo que era una buena forma, seguramente reconocerán el miedo que les causaba cuando su padre se enteraba de alguna macana que se había mandado. “…ya vas a ver cuando le diga a tu padre…” – repetían las madres.

Por fortuna, hemos entendido que muchos de estos comportamientos están muy emparentados con actos violentos y de maltrato. Ahora bien, la puesta de límites sigue siendo importante en el desarrollo de un niño, la cuestión es poner en práctica algo que a muchos les cuesta horrores: LA COMUNICACIÓN CON LOS HIJOS.

Aunque usted no me crea, muchas personas no pueden poner en palabras las emociones, entonces repiten lo que alguna vez escucharon de sus padres: “No, porque no”, “No porque lo digo yo”, etc.

Entonces lo invito a mejorar la comunicación con sus hijos:

• Evite el no porque no: tómese unos minutos para explicar el porqué: llamándolo a pensar que si por ejemplo sigue comiendo comida chatarra no tendrá suficiente energía para jugar.
• Establecer un acuerdo: Cuando tenemos hijos pequeños podremos decirle "mirá, si vos dejás de insistir en comer “golosinas” yo te prometo que jugamos un rato a….”. Eso sí, cumpla sus promesas, porque ahí está su palabra, el respeto que ganará de su hijo.
• Si tenemos hijos pre-adolescentes, adolescentes: es fundamental la reflexión del tema para luego llegar a una acuerdo con el/ella. No sirven las cosas impuestas ya que los jóvenes buscan separarse y diferenciarse de sus padres. Ya la palabra de los padres no tiene el valor que tenía porque están creciendo y formando su propia personalidad. Es entonces cuando tenemos que entender que ellos tienen voz, debemos darle importancia a sus sentimientos y deseos. Por ejemplo: un adolescente manifiesta que quiere un tatuaje, hablen sobre el tema(los pro,los contra, pregunte que le gustaría tatuarse, donde, el costo, los cuidados que tiene que tener,) en fin, para su hijo es importante ser escuchado y valorado, recuerde que en la adolescencia usted lloró muchas veces por algo que hoy es insignificante, pero en ese momento era “su gran preocupación”.
• Decir No es importante: muchos padres han confundido el No con el autoritarismo y eso es un error. Un no a tiempo enseña a un niño el sentimiento de frustración y créame que lo debe aprender, porque un adulto que no acepta un no, se chocará con la norma una y otra vez, no aceptará que su novia lo deje, usted sabe: la vida tiene muchos no, entonces debemos enseñarles que no siempre se puede tener lo que uno desea.
• Finalmente no confundir límite con maltrato: en el mundo de las palabras muchos insultos se han convertido en una palabra mas: y sí, la verdad que la intencionalidad es lo que cuenta, pero aún así respetemos a nuestros hijos: no crea que llamándolo “idiota” todo el tiempo vamos a sacar lo mejor de él, debemos darle coraje y entender que está aprendiendo, y por sobre todo copiando nuestro modelo de padres.

En conclusión, recordemos que alguna vez fuimos chicos, fuimos jóvenes… recordemos que cosas nos daban miedo, incertidumbre, quizás así podamos entender un poco más a nuestros hijos y nos acerque a ellos. La palabra es una herramienta que debemos saber usar para seguir creciendo con nuestros hijos.