Continuando con las celebraciones por el mes del orgasmo, hoy hablaremos sobre la eyaculación; términos que se confunden o se relacionan como si fueran la misma cosa, pero son dos acciones distintas.
/Por Dra. Romina Barraza
Como mencionamos en la nota anterior, el orgasmo no tiene género. Se puede producir en todas las personas cuando llegan al punto máximo de excitación, manifestándose como contracciones musculares rítmicas, acompañadas de una sensación muy placentera.
En el caso de las personas con pene, casi en simultaneo con el orgasmo (generalmente), se produce la descarga del semen, liquido que porta los espermatozoides. A este proceso se lo denomina eyaculación. O sea, que el orgasmo y la eyaculación son dos acciones que se producen por mecanismos diferentes
Pero… ¿Las personas con vulva también eyaculan?
Si bien no todas lo hacen o bien no se produce en el 100% de los orgasmos, las personas con vulva también pueden eyacular.
Se comprobó que al estimular las glándulas parauretrales (glándulas que se encuentran en la pared anterior de la vagina), zona que también se conoce con el nombre de “Punto G”, se libera un liquido blanquecino que tiene características muy similares al semen. Muchas veces, este liquido puede pasar desapercibido entre la propia lubricación vaginal, ya que es muy escaso.
Y ¿Qué es el Squirt? ¿Es lo mismo que la eyaculación?
No. El Squirt se llama a la liberación a través de la uretra, de un liquido transparente que tiene características muy similares a la orina (es como la orina, pero muy muy diluida).
Pero la liberación de este líquido tiene mucho que ver con la capacidad de relajación de las personas y el poder relajar completamente los músculos del piso pélvico.
Lo que refieren las personas que han podido tener el Squirt, es que se siente una sensación sumamente placentera. Refieren un orgasmo muy intenso acompañado de la liberación de una importante cantidad de líquido.
Lo importante a destacar, es que no es bueno ni malo tenerlo o no tenerlo. No tengo un problema si no lo logro. Y por, sobre todo, NO ES UNA OBLIGACIÓN ni debe ser una exigencia.
Las personas con vulva tenemos que celebrar el derecho que nos hemos sabido ganar respecto al placer. Disfrutar de las relaciones sexuales y/o de la autoestimulación y que sea placentera debe ser nuestro objetivo; y no estereotipar el placer para que termine siendo un requisito más que nos oprima y reprima.
El placer es libertad. Es empoderamiento. Es un derecho ganado. No lo encasillemos.
Dra.Romina Barraza.
Medica Sexóloga y Educadora en Sexualidad. MN 154156
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