En octubre comenzarán las audiencias del juicio de Pozo de Banfield y Quilmes

Por vía de la plataforma Zoom se llevó a cabo en la tarde de ayer una audiencia preliminar donde se escuchó a las partes y se fijó el proximo martes 27 de octubre la fecha en la que comenzará en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de La Plata el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención y tortura (CCDyT) pozos de Banfield y Quilmes.

Los fiscales generales Hernán Schapiro y Gonzalo Miranda, el auxiliar fiscal Juan Martín Nogueira y la auxiliar fiscal Ana Oberlin fueron los representantes de la Unidad Fiscal que interviene en los juicios por crímenes del terrorismo de Estado en esa jurisdicción. 

Con el propósito de asegurar la continuidad del servicio de justicia, desde el Ministerio Público Fiscal impulsaron ante el tribunal la implementación de una dinámica procesal que combine las modalidades virtual y presencial para la celebración del juicio.

En este marco, propusieron que la primera etapa del debate se realice de manera virtual, priorizando la incorporación de material por lectura, con proyecciones de testimonios brindados en otros juicios por testigos que hoy no pueden declarar y con aquellas declaraciones que se encontraban pautadas para realizarse por videoconferencia.

En una próxima etapa, la idea es que las instituciones que prestan asistencia en la contención y protección de testigos informen al tribunal qué personas desean declarar de modo presencial y quiénes de forma virtual, previo a exponer a cada una de ellas las diferentes alternativas que plantea el proceso, a fin de que puedan brindar un consentimiento informado.

Desde el 27 de octubre a las 10 horas, se llevará a cabo la audiencia que luego se repetirá semanalmente todos los martes. Allí se investigará la responsabilidad de 19 imputados por delitos de privación ilegal de la libertad, aplicación de tormentos, homicidio calificado, abuso sexual con acceso carnal y sustracción, retención y ocultamiento de menores.

Tanto el pozo de Banfield como el de Quilmes funcionaron en las sedes de las brigadas de investigaciones de la Policía bonaerense de esas dos ciudades. Se trata de dos Centros Clandestinos de Detención y Tortura que representaron núcleos centrales del terrorismo de Estado en la zona sur del Conurbano bonaerense y las causas que investigan los hechos allí ocurridos contienen una nómina de 429 víctimas.