En este artículo reflexionamos sobre la importancia de SIRIRI, una plataforma colaborativa para el desarrollo y la promoción del Turismo Rural y el Turismo de la Naturaleza en la Argentina. La Informadora Ambiental Magalí Corujo mantuvo una charla con Graciela Gallo, creadora de esta herramienta.
“Quedate en casa, el campo te espera”, es la frase con la que los productores ayudados por SIRIRI intentarán atraer al turista pos pandémico. Y es que, como les conté en notas anteriores, el turismo sustentable será una de las primeras opciones para vacacionar y esta forma de hacer turismo se relaciona con la transformación que los espacios rurales han venido manifestando hace un tiempo, no sólo como productores de commodities, sino también como espacios recreativos, en donde el arraigo a lo cultural y lo simbólico se impone por encima del consumismo extremo o desmedido.
Desde Corré la Voz dialogamos con Graciela Gallo, creadora de SIRIRI, que nace como una herramienta de colaboración para el sector de turismo rural en la Argentina y más adelante para Latinoamérica, desde una iniciativa personal por el trabajo que Graciela viene realizando desde hace más de nueve años en distintas regiones del país: “encontramos una gran debilidad entre los productores con los que nos contactamos, que consiste principalmente en la difusión y la promoción de sus emprendimientos y esto impacta directamente en el turista. De la difusión depende que el turista llegue o no a destino”, asegura Graciela.
SIRIRI trabaja para que la propuesta turística rural se encuentre con sus clientes y desde sus comienzos una de las primeras iniciativas fue hacer hincapié en las estrategias comunicacionales, lo que consistió básicamente en generar una guía como medio de comunicación en donde pueden encontrarse distintas propuestas familiares de diferentes productores del país y pymes de turismo rural, a las que pueden acceder cuando visitan el sitio web de la organización.
Asimismo, SIRIRI cuenta con el desarrollo de un área de formación, de acuerdo a las necesidades planteadas por los productores y emprendedores, en donde llevan a cabo encuentros bajo la modalidad de seminarios, talleres, trabajos de campo y cursos cortos. Estos últimos comenzaron en agosto y siguen durante el mes de septiembre y proponen acompañar a los emprendimientos de turismo rural en relación a la readaptación de sus propuestas teniendo en cuenta la pandemia que atravesamos, con el objetivo de ajustar sus ideas actuales a los protocolos que exige el Ministerio de Turismo de la Nación y a las recomendaciones sanitarias para recibir al turista de manera segura.
Por otro lado, cuentan con un área de investigación en articulación con distintas universidades y con diferentes organismos y profesionales para hacer del área del turismo rural de nuestro país un estudio interdisciplinario que permita ir detectando las necesidades del sector.
“Contar con una normativa nacional acorde para la actividad, tener seguros específicos, desarrollar programas para el fomento de estos proyectos que tanto bien hacen en distintas regiones del país”, son algunas de las iniciativas que se proponen desde esta área, nos cuenta Graciela.
Desde el área de investigación, se encuentran proyectos activos con universidades públicas y privadas y cuentan con la publicación de libros para el sector y la difusión de materiales, que si bien no son de producción específica de SIRIRI, poseen el permiso de los autores para difundirlo entre los emprendedores que puedan requerir o necesitar estas herramientas.
El abordaje interdisciplinario como herramienta para trabajar en sintonía con los ODS 2030 y la situación del turismo rural pos covid.
SIRIRI es un espacio colaborativo integrado por distintos profesionales y formadores especialmente en turismo, comunicación y desarrollo emprendedor. Esos ejes son clave para el éxito de los proyectos y van trabajando distintas áreas interdisciplinarias “para poder mejorar cada vez más la propuesta” que les ofrecen a los emprendedores.
Según Graciela, la esencia de SIRIRI es “promover el turismo rural en sentido amplio” y esto no es sólo apoyar y acompañar el diseño, la propuesta y puesta en marcha de emprendimientos de turismo rural en el país, sino también trabajar con ejes de sustentabilidad alineados con los ODS 2030: “para nosotros la generación de empleos para los jóvenes en las regiones rurales, la dignificación del rol de la mujer en estos espacios, su rol como anfitrionas en los proyectos, la valoración de saberes y la identidad local, es clave”.
En ese sentido, cuentan con un espacio en el cual generan distintas acciones. Algunas son mentorías gratuitas para emprendedores que puedan llegar a requerirlas y otras son becas o cursos, generación de alianzas y redes de fortalecimiento en distintas regiones.
Para Graciela, el turismo rural no escapa a la realidad de Argentina y el mundo con respecto al desarrollo de esta actividad en el período de pandemia: “fue la primera en detenerse y será la última en reactivarse por completo, por esto, desde SIRIRI diseñamos algunos instrumentos como algunos videos, 31 videos cortos de 3 minutos, cada uno con actividades prácticas para fortalecer los micro emprendimientos y tratamos de llevar inspiración y esperanza y animar a los emprendedores a que en esta pausa, en este período en el que los turistas no están llegando, puedan mejorar sus emprendimientos y realizar todas aquellas actividades que cuando hay mucho flujo de turistas no pueden hacer”.
Así, desde “reacondicionar las habitaciones, generar nuevos circuitos y nuevos recorridos que antes no estaban contemplados, fortalecer la huerta, probar recetas de la abuela, son algunas de las tantas actividades que SIRIRI les propone a sus emprendedores para aprovechar este tiempo en pandemia de manera tal que puedan recibir a sus turistas de la mejor forma, combinando otras opciones que empiezan a surgir como potenciales ante esta situación.
En la interdisciplinariedad y la combinación de saberes locales está el punto de partida: el turismo rural se entiende en la Argentina como “agregado de valor a las producciones”, por lo tanto, Graciela sostiene que muchas familias que no han podido recibir turistas en este período, pusieron el foco no sólo en arreglar los emprendimientos, sino también en fortalecer las actividades productivas; lo que a su vez favorece la oferta turística, pues se acrecienta la variedad en relación a lo que pueden brindarle a las familias cuando se acerquen al campo a vincularse con la naturaleza para degustar algo rico o compartir un momento.
En este sentido, los espacios rurales que combinen la producción agroecológica de pequeña o mediana escala con este tipo de turismo tienen las de ganar.
Nuestra ciudad y los alrededores se encuentran dentro de este tipo, con zonas o espacios rurales bien marcados y con cualidades potables para la promoción de ambas actividades en conjunto.
Desde SIRIRI, han colaborado tanto en Zárate como en Baradero, principalmente en Zárate, “en donde se encuentra vigente un proyecto desde hace más de cuatro años conocido como Experiencia Rural Zárate, que integra los parajes rurales con la oferta de la ciudad, más vinculada a lo que es la cultura y el tango”.
Como les conté en notas anteriores, venimos dialogando con distintos actores sociales involucrados en estas cuestiones, para que conozcan otras alternativas de cara a la reactivación del turismo una vez pasada la pandemia.
El campo es una opción y ahora más que nunca: “todas las tendencias internacionales indican que la salida de la pandemia y la primer elección del turista pos pandémico va a ser turismo rural y turismo de la naturaleza, en esencia de cercanía”, afirma Graciela.
Re pensándonos en sintonía con el ambiente.
“Hay una reflexión muy fuerte que se hace y se ha hecho en esta pandemia, relacionada con el hecho de repensarnos como familia, como seres humanos y acerca de cómo nos vinculamos con el ambiente.”
Desde SIRIRI aseguran que aun no podemos adelantarnos, pero que existe la esperanza de encontrarnos con un turista más sensibilizado, más abierto a compartir experiencias y a vivir nuevos desafíos en sintonía con el ambiente; esto es, “a dejar un poco el celular cuando va al campo y reconectarse con los sonidos, aromas, con las actividades, con poner las manos en la tierra y desenchufarse un poco y reconectarse con la naturaleza”.
Esto sin duda alguna va de la mano de poder ir asimilando de a poco criterios de sustentabilidad que tal vez antes no teníamos en cuenta, pero que ahora sí, debido al parate de la economía mundial a causa del COVID-19.
SIRIRI y sus integrantes nos han contado que muchas veces se han sentado a charlar con los productores en este período de incertidumbre acerca de las consecuencias que traerá consigo esta situación, y varios emprendedores ven materializada la posibilidad de encontrarse con un turista mucho más sensibilizado: “Han habido nuevas vivencias de nuevas culturas y nuevas experiencias. Por supuesto, la primera instancia, según establece el cronograma de apertura con respecto a la actividad turística, estaría orientada al turismo de cercanía. Tu propio pueblo, los pueblos cercanos. En algunos casos, la propia provincia. Lo que fue o lo que es Jujuy para los jujeños, lo que significa tu pueblo y la magia de reencontrarte con él; y después paulatinamente, el armado de corredores interprovinciales por determinadas regiones para poder generar una circulación segura pero con mayor potencialidad para el sector”
Los invito entonces a que conozcan lo que ofrece SIRIRI para los emprendedores de Turismo Rural y actividades asociadas, para entender que nosotrxs mismxs somos protagonistas de la salida de esta crisis, que será sustentable en las relaciones con el medio, o lamentablemente, como ya les dije en otras oportunidades, no será.
#Quedate en casa, el campo te espera.
Para más información sobre SIRIRI:
Instagram: @siriritrs
Facebook: SIRIRITurismo Rural y Sustentable / ARG
Foto de portada: Gentileza de lxs amigxs de La Flor Azul
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