Mano a mano con el Secretario de Control y Monitoreo Ambiental de la Nación

Corré la Voz tuvo la posibilidad de acceder a una entrevista con Sergio Federovisky, quien tiene a cargo desde el mes de diciembre la Secretaría de Control y Monitoreo Ambiental de la Nación. El biólogo, ambientalista, periodista y escritor, habló de todo; los objetivos del área, la importancia de la conformación del Centro de Información Ambiental, los agrotóxicos, la aplicación de la agroecología en la Argentina, el concepto de "hombre verde" y los voraces incendios en el Delta del Paraná y otros sectores del país.

Por Santiago Corujo y Magalí Corujo

El pasado sábado y a través de la plataforma zoom, Corré la Voz tuvo la oportunidad de dialogar con Sergio Federovisky, actual Secretario de Control y Monitoreo Ambiental de la Nación.

Pero primero lo primero amigxs, vamos a contarles un poco sobre la carrera de uno de los referentes más importantes de la cartera de Ambiente en la Argentina hoy.

El ex conductor del programa "Ambiente y Medio" transmitido por la TV Pública hasta el año pasado (actualmente por canal 9), tiene más de 30 años de experiencia en cuestiones que conciernen a la temática ambiental. En 1985 se recibió de biólogo especializado en Ecología en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires. Fue investigador de la UBA y del Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo –IIED- América latina, integrante del histórico Suplemento Verde de Página 12, la primera incursión de un diario argentino en la cuestión ambiental. En 1991 viajó a Costa Rica donde fue coordinador de la cobertura ambiental de la agencia InterPress Service (IPS) y fue uno de los pocos periodistas argentinos en asistir a la histórica Cumbre de la Tierra -Eco92- de Río de Janeiro, donde fue editor del periódico publicado diariamente por las Naciones Unidas. Luego, y por seis años, fue editor de temas ambientales del diario Clarín.

También fue miembro del Consejo Directivo de Acumar, presidente de la Agencia Ambiental La Plata entre 2009 y 2014, conductor del programa “Contaminación Cero” por América 24 entre 2005 y 2015. Fue profesor de la materia “Medio ambiente en la política pública” en las maestrías de Economía Urbana y Políticas Públicas de la Universidad Torcuato Di Tella y Profesor del Posgrado en Comunicación Científica, Médica y Medioambiental de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

Federovisky escribió varios libros, entre los que se destacan por sus títulos emblemáticos "Argentina, de espaldas a la ecología. Apuntes sobre política ambiental", "El medio ambiente no le importa a nadie" y "Contaminación del Riachuelo"; y asumió su nuevo cargo el pasado 19 de diciembre de 2019. La Secretaría de Control y Monitoreo Ambiental es una de las tres secretarias dependientes del Ministerio de Ambiente de la Nación (Política Ambiental en Recursos Naturales y Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación son las otras dos).

Hay que decir que en el gobierno de Mauricio Macri el Ministerio de Ambiente pasó directamente a constituirse como Secretaría y la gestión del rabino Sergio Bergman no fue para nada alentadora en términos de política pública ambiental (más abajo les dejamos un link para que puedan leer detenidamente con respecto a ello).

Sergio Federovisky, Juan Cabandié y todo el conjunto de funcionarios y profesionales que forman parte del Ministerio de Ambiente de la Argentina remarcan que asumieron en sus cargos para comenzar a cambiar la compleja realidad ambiental que actualmente atravesamos. El eje es generar políticas públicas para rediseñar y modificar varias de las problemáticas históricas que tiene nuestro país en materia ambiental.

En la Secretaría de Control y Monitoreo Ambiental se ocupan de lo que se conoce como la “agenda marrón”. La misma integra todo lo que está relacionado con el control de los residuos peligrosos, patogénicos, inspecciones y generación de indicadores principalmente.

“Tenemos un fuerte compromiso de desarrollar una política muy agresiva en el buen sentido de la palabra para intervenir en donde vemos que hay conflictos ambientales. Hay que involucrarse y no quedarnos con la excusa de que la competencia la pueda tener otro", explica Sergio, y agrega: “Se deben fijar cuales son los criterios de política ambiental sobre la base de la Ley General del Ambiente que ha sido un poco olvidada en todo este tiempo y con eso poder tratar de acompañar procesos para mejora de calidad ambiental en todas las actividades productivas que se realizan en el país”.

La importancia de la creación del Centro de Información Ambiental

Una de las principales novedades que surgieron del nuevo Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación tiene que ver con la conformación de este centro, que brinda acceso centralizado a todas las plataformas de datos, estadísticas, informes de monitoreo, mapas, infografías y otros recursos de información ambiental. Se pueden observar sistemas de recopilación de información ambiental, plataformas de control y medición de agua, aire y suelos, información sobre tratamiento, gestión y dispocisión de los residuos, inventario de gases de efecto invernadero y mapas de riesgo, entre otras cuestiones.

"Tenemos que ponernos fuertemente a recopilar datos, a vincularnos con otros ámbitos en donde esos datos se generen, para a partir de allí desarrollar políticas consistentes que tengan estos datos como soporte y no simplemente una presunción de que es lo que está pasando y luego poder difundir estos datos y hacerlos públicos", explica Federovisky. "Nosotros entendemos que contar con datos y democratizarlos, ponerlos al servicio de la población, es un elemento central a la hora de poder diseñar cualquier política".

Un ejemplo claro de falta de información y datos concretos es la problemática de los basurales a cielo abierto. El funcionario de la cartera de ambiente afirma que "repetimos permanentemente la noción de que tenemos cinco mil basurales a cielo abierto en la Argentina. Estimamos que es probable que esa cifra exista, pero no sabemos ni donde están, ni quien los produce, ni de que manera, ni cual es su georreferenciación, etc". "Estamos desarrollando un proyecto para tener a lo largo del próximo año un mapa y un relevamiento específico con georreferenciación de los basurales a cielo abierto. Esto es apenas una muestra de todos los datos que nos están faltando. Entonces la conformación de este centro está muy directamente vinculada con esto".

La aplicación de políticas públicas en materia ambiental en la Argentina

Está claro que una de las deudas más grandes que tiene la política argentina es la aplicación de políticas públicas ambientales. El ahora secretario e integrante de la cartera de ambiente reflexiona sobre esto:

"Lamentablemente venimos de una época con muchísimas dificultades en la implementación de políticas públicas en materia ambiental. No ha sido lo más característico y lo más destacado de la secretaría o ministerio según el momento de la nación. Lo que vemos es una historia de muchísima renuencia a hacerse cargo de los temas, muchísima tentación a el protagonismo a otras competencias o a las provincias o a otros organismos del estado".

"Lo que recibimos fue una secretaría con poca capacidad de gestión (intervención, gestión, compromiso, participación). Si no tenemos una cartera de ambiente con capacidad de gestión no vamos a poder diseñar políticas públicas hacia adelante. Nuestro compromiso, tanto mío como el del Ministro Cabandié, está asociado a eso, a tener un ministerio que gestione, que esté en el territorio, que resuelva los problemas, que lidie con esos problemas y que no se esconda a la hora de enfrentar situaciones que son conflictivas como puede ser la extracción petrolera, los problemas de agrotóxicos en el campo, los residuos peligrosos, etc".

El problema con los agrotóxicos

¿Existe la posibilidad de modificar nuestra matriz productiva? ¿Los productores podrían reducir o incluso eliminar la utilización de agrotóxicos en sus campos?

"La posibilidad siempre existe, lo que hay que hacer es buscarla", nos dice Federovisky. "Lo que tenemos que hacer y es responsabilidad nuestra, es dar un debate al respecto, poner el tema sobre la mesa, sabemos que hay un problema allí, también sabemos que hay tensiones y que hay intereses enfrentados, no estoy inventando nada ni estoy descubriendo nada". "La conformación productiva del agro en la Argentina en los últimos 25 años dio como resultado un panorama que probablemente para algunos sectores haya sido positivo, que probablemente en algún aspecto de la balanza comercial de la Argentina también haya sido positivo, pero que nos ha dejado una herencia ambiental bastante complicada porque tenemos pérdida de fertilidad de los suelos, un avance casi irrefrenable de la frontera agropecuaria, una utilización casi incontrolada de agrotóxicos y pesticidas".

"Todo ello conforma un escenario ambiental que no podemos ocultar y sería muy necio de nuestra parte si lo tomáramos como una cosa natural y como si no debiéramos al menos reflexionar, debatir y discutir respetuosamente acerca de la búsqueda de un modelo agropecuario mas sustentable en el tiempo. Este de la actualidad a mi juicio no lo es y por lo tanto lo que tenemos que hacer es buscar cómo le damos sustentabilidad a esa producción, cómo reproducimos de manera muchísimo más voluminosa y menos testimonial la producción agroecológica, cómo dotamos de cinturones verdes agroecológicos con cercanía, con proximidad, con estacionalidad, con menor carga de agroquímicos a buena parte de las ciudades argentinas. Todo ello está inmerso en la discusión de un modelo productivo distinto o por lo menos de un modelo productivo que tenga la sustentabilidad dentro de su eje de elementos centrales".

La aplicación de la agroecología para un territorio argentino más sustentable

"Tengo la sensación de que ese es el horizonte hacia cual vamos, además es a esta altura algo que la propia sociedad está demandando, la sociedad también está reclamando mejor calidad en los alimentos de mesa, mejor calidad en el modo de producción de los alimentos y todo esto está directamente relacionado con un modo de obtención de estos alimentos bastantes mas amigables con la naturaleza".

"La agroecología es un horizonte que mas tarde o mas temprano va a estar dentro de lo normal, dentro de lo habitual y nuestra tarea es fomentar esto, darle escala y tratar de salir de esta lógica a mi juicio errónea de que el modo de producción de alimentos abrumadoramente mayoritario es este que es insustentable y que la agroecología o la producción orgánica es simplemente una cosa testimonial, marginal, pequeña, solo para aquellos que son fanáticos de este tipo de producción, y por el contrario lo que tenemos que hacer es cambiar esa relación y tratar de hacer que los modelos de producción agroecológicos (que además han demostrado que son competitivos incluso en términos de precios) puedan ser mayoritarios o puedan al menos competir de igual a igual con los procesos productivos actuales".

El concepto de "hombre verde" y la responsabilidad social individual

En su último libro "El nuevo hombre verde, cómo el neoliberalismo nos hace responsables del desastre ecológico que provoca el sistema" publicado en 2018, Sergio Federovisky reflexiona diciendo que el "nuevo hombre verde" es sustentable, ambientalmente consciente, parte del progreso, respetuoso con la naturaleza y responsable de la noble tarea de salvar la Tierra. También señala que esto es una construcción irreal, funcional a ciertos intereses.

Consultado sobre este concepto, respondió a Corré la Voz:

"La idea del hombre verde que se observa en mi último libro es una especie de provocación en el sentido de que nos han dibujado, nos han diseñado, la idea de que todos tenemos que ser verdes, sustentables, ecológicos, respetuosos con la naturaleza, tenemos que cerrar la canilla, apagar las luces, ir con una bolsita de tela al supermercado, etc, mientras el sistema, el modelo económico y productivo va en una dirección opuesta a eso".

"El modelo nos está empujando en una dirección insustentable, poco amigable con el ambiente. El resultado del cambio climático está a la vista por ejemplo y sin embargo se sigue señalando que la responsabilidad es individual y que cada uno de nosotros tenemos que tener una conducta que permita modificar el panorama completo. Esto es irrealizable y además es una estafa desde el punto de vista intelectual, desde el punto de vista del pensamiento, porque resulta completamente imposible pensar que la conciencia colectiva o el cambio de comportamiento de una sociedad se va a lograr por la suma de uno, más uno, más uno".

"Para eso existen las políticas públicas justamente, para establecer criterios, para decir hacia donde se va, para determinar qué se puede hacer, qué no se puede hacer y no puede quedar todo determinado por la conciencia individual que cada uno tenga. Para compararlo con algo más cotidiano podría ser como cuando cruzas un semáforo en rojo, es simplemente una cuestión de decisión individual que si uno tiene la conciencia suficiente no cruza una avenida con luz roja y no es así, para algo están las multas, las sanciones, los semáforos, y todo lo que hace a una política pública en materia de determinar cuales conductas son las que deben llevarse a cabo y cuales son las que son sancionadas".

"La paradoja en materia ambiental es que nos dicen todos lo que tenemos que hacer individualmente pero no hay dispositivos del estado mayoritariamente que vayan en esa misma dirección y que permitan que esa conciencia sea operativa y que tenga resultados".

"Decir que los procesos de contaminación enorme que tenemos en algunos lugares en la Argentina (el emblemático es el riachuelo pero hay cientos) son resultado del mal comportamiento individual de los ciudadanos, es una falsedad porque si esas cosas ocurren es porque hay un modelo productivo y un dispositivo del estado que favorece la posibilidad de que, en este caso, un industrial o una actividad económica externalice sus costos haciéndole pagar a la sociedad para el deterioro del ambiente".

La pos pandemia en materia ambiental: ¿Más concientes o todo seguirá igual?

"La pandemia es una buena oportunidad pero eso no explica necesariamente que las oportunidades sean aprovechadas", afirma Federovisky. "La idea de que la recuperación económica tiene que ser a como de lugar y que ya va a haber tiempo de ocuparse del medioambiente porque primero hay que ocuparse de resolver la cuestión de la recuperación económica, por supuesto yo no creo en eso, ya que esta modalidad de pensamiento fue la que nos trajo hasta acá durante todo el siglo XX".

"El siglo XX estuvo muy marcado por la idea de que la generación de bienestar en materia económica tenía como subproducto el deterioro del ambiente. Esto está inscripto en el ADN tanto del capitalismo norteamericano como el socialismo soviético, con la idea de que el progreso, el crecimiento, el desarrollo, están vinculados a destruir la naturaleza, a ponerla de rodillas para servirnos de ella". "Yo no soy iluso y se que todavía ese pensamiento está vigente en muchos sectores dirigentes, en muchos sectores políticos, que también es portador de una determinada ideología y que no necesariamente la salida de la pandemia nos convierte en buenos, del mismo modo en que haber sido solidarios durante la pandemia nos convierte en solidarios a futuro".

¿Crees que el hombre puede volverse cada vez más verde?

"Lamentablemente no creo que el hombre este cada vez más verde, porque creo que la tentación es volver a lo anterior y la normalidad anterior tenía un sello muy potente de crecimiento y desarrollo económico aún a costa de la naturaleza. Probablemente la pandemia nos permita reflexionar y nos permita comprobar que la simple paralización o la simple lentificación de las actividades económicas provoca rápidamente una respuesta positiva de la naturaleza".

"A mi esto de los canales de Venecia limpios o la aparición de animales donde antes no estaban, lo que más me produjo fue sorpresa, justamente que alguien se sorprendiese con eso. Porque lo normal, lo habitual, debiera ser eso y nosotros nos hemos acostumbrado a un panorama en el cual la naturaleza está arrinconada por las actividades económicas".

"Es verdad que vamos a salir de la pandemia y va a haber una necesaria recuperación económica, pero tenemos que tratar de al menos desde lo ético hacer los esfuerzos necesarios para que esas recuperaciones y esa vuelta a la normalidad no sea bajo los mismos parámetros".

Los incendios en el Delta, el camino hacia una ley que proteja los humedales

Está claro que una de las problemáticas actuales más urgentes en términos ambientales tiene que ver con la situación que se viene observando desde hace meses en el Delta del Paraná. En las últimas semanas el panorama se agravó mucho más generando serias complicaciones en el trabajo de los cuerpos activos de Bomberos Voluntarios oriundos de Zárate, Lima, Campana, Baradero, San Fernando, entre otras localidades.

La imponente sequía similar a la del año 2008 y la histórica quema de pastizal intencional, demandan que el gobierno nacional en su conjunto actúe rápidamente con el tratamiento y posterior aprobación de una ley que proteja los humedales y castigue a quienes atenten contra estos ecosistemas tan importantes para el equilibrio de nuestro planeta.

Sobre esta cuestión, Federovisky afirmó:

"El estado en su conjunto, no solamente el gobierno, sino los tres poderes del estado tienen una oportunidad extraordinaria que es la de rediseñar un modelo de vinculación en el Delta superior del Paraná, principalmente entre la sociedad y el medio natural para poder restituirlo y restituir cierta armonía en ese vínculo".

"Ese vínculo hoy está profundamente anómalo y está claro que algo ha pasado en los últimos diez o quince años para que en dos años de profunda sequía como fueron el 2008 y el 2020 se produjese esta avalancha de incendios, que muchos entendemos que están no solamente asociados a esta práctica ancestral muy cuestionable y poco eficaz de buscar la manera de recuperar los pastizales, sino también de avanzar sobre el humedal".

"Es un modo de ganar en la frontera agropecuaria del humedal del Delta del Paraná superior terrenos para destinarlos después a ganadería intensiva, agricultura o emprendimientos inmobiliarios, pero está claro que la sequía pronunciadísima que tenemos y más después de un año tan húmedo como fue el 2019 y como había sido el 2007 que permite la presencia de mucha materia orgánica sobre el suelo, facilita la posibilidad de que se avance sobre el humedal secándolo literalmente a partir del uso del fuego". "Es muy parecido como esquema a lo que ocurrió el año pasado en el Amazonas, tomar una zona con una muy profunda sequía y avanzar sobre ella para reconvertirla productivamente".

"El estado hoy tiene una gran oportunidad a través de la Ley de Humedales pero también desde los instrumentos de gestión. El Ministerio está poniendo en marcha nuevamente el Piecas que había sido desmantelado prolijamente durante el gobierno de Macri. El fallo de la corte suprema también es importante. Con todos estos dispositivos se debe poner la lupa en rediseñar el vínculo entre la sociedad y la naturaleza en el Delta superior del Paraná, lo cual no quiere decir que no haya una actividad productiva, no quiere decir que no haya emprendimientos inmobiliarios, quiere decir que los que haya tienen que cumplir con ciertos parámetros y ciertos criterios que faciliten la sustentabilidad y permitan la supervivencia del humedal, no que permitan convertir al humedal en una cosa que no es".

Humedales, agrotóxicos, agroecología, hombre verde, información ambiental. Como enuncia Barry Commoner en una de las cuatro leyes de la ecología: "todo está conectado", y es teniendo presente esta noción que debe tratarse la cuestión ambiental, entendiendo que el escenario pos pandémico deberá repensarse de cara a la Agenda 2030 con base en la sostenibilidad ambiental.