Área de desastre ¿Cómo administrar el enigma del porvenir?

/ Por Martín Couchot

[La idea general del texto es trazar algunas líneas, vectores, derivas conceptuales e imaginarias y dispositivos teórico-ficcionales para pensar posibles ángulos desde donde abordar lo que llamamos un horizonte geo-epocal antropocénico. Se utilizan distintos formatos y técnicas de composición: collage textual, microensayo, divulgación filosófica, cita textual. La pregunta que orbita en todo esto es: ¿cómo habitar los desechos –el estado geo-ecológico- que deja el tecno-capitalismo?

Si -como sostenemos- ya no nos encontramos frente al espejismo ingenuo del auge tecno-capitalista o ante la neblina entusiasta de una posible utopía aceleracionista, creemos que de lo que se trata es, entonces, de pensar cómo administrar y habitar el mundo que deja la última gran intensificación del capitalismo mundial integrado.

¿Cómo, pues, analizar y vivir-con en lo posterior al auge del cibercapital, caracterizado por irreversibles procesos de modificación y degradación geológica, biológica y social generalizados; y por el agotamiento y la desaparición tendencial de los recursos naturales, los ecosistemas y la diversidad biológica?]

| 1 – "deshielos": Pieza de video realizada a partir de la recopilación y manipulación de imágenes satelitales de deshielos antárticos obtenidas de internet.

I 2 –  NOTA: se recomienda acompañar la lectura con el disco de Hermes 13 (Prius Discos):

I 3 – El antropoceno es una hipótesis o un concepto específicamente geológico que surge y se populariza alrededor de los años dos mil a partir del artículo “Geology of Mankind” publicado en la revista Nature por el premio nobel en química Paul Crutzen. En la última década esta categoría viene siendo cada vez más utilizada y ampliada en y desde muchísimas disciplinas -desde las ciencias atmosféricas al análisis del arte contemporáneo, desde la oceanografía a la geopolítica, desde la sociología al derecho-. 

El antropoceno básicamente definiría la actual época geológica del planeta (1). Lo característico de esta hipotética reciente era es que la especie humana se convertiría en una de las principales fuerzas de alteración de las variables geológicas, biológicas y ecológicas.
En este sentido, el modo de vida de gran parte de la humanidad (especialmente la de los países más desarrollados) estaría teniendo impactos sobre el sistema-Tierra que han generado una serie de intensos procesos de alteración biológica, atmosférica, geoquímicas y geofísicas, muchos de ellos en teoría irreversibles. Esas múltiples y variadas alteraciones, así como sus consecuencias, se encuentran en pleno proceso de investigación desde numerosas disciplinas científicas.

I 4 –  Existen algunas diferencias en torno a donde colocar el punto de inicio de esta hipotética nueva era planetaria. En general se dice que el antropoceno presentaría al menos dos posibles comienzos: 1) la revolución industrial con la intensificación de procesos antropogénicos de depósito de carbono en la corteza y atmósfera terrestre; y 2) a partir de la segunda mitad del siglo XX con la denominada gran aceleración (2). Se denomina gran aceleración a la intensificación espectacular en la magnitud y velocidad del impacto humano y técnico sobre el sistema-Tierra que se da desde 1950 en adelante. Desde esa década se genera un crecimiento sin precedentes del sistema socioeconómico global, de la cantidad de población mundial, de la actividad económica planetaria y de varios indicadores respecto al modo de vida globalizado e hiperconectado contemporáneo. En paralelo a ello se observa una alteración de variables geoquímicas y geofísicas del planeta, un deterioro de la biosfera, un aumento en las tasas de extinción de especies, un aumento en la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, y,  también, un aumento de la temperatura y de la acidificación oceánica, entre otras variables (ver imagen 1).  

La fecha bisagra y simbólica que se suele utilizar para marcar el inicio de la gran aceleración es el 16 de julio de 1945, cuando tuvo lugar en Nuevo México la prueba Trinity del Proyecto Manhattan, es decir: la primera detonación de la historia de una bomba atómica. Los isótopos radiactivos liberados en los numerosos ensayos nucleares y en las bombas efectivamente utilizadas, llegaron a la atmósfera y se dispersaron por todo el planeta. Estos sedimentos radioactivos fueron siendo depositados incluso en los hielos de las regiones árticas o antárticas. En este sentido, las anomalías radioactivas de los sedimentos recientes de cualquier parte del mundo, podrían ser consideradas la primera evidencia inequívoca del impacto de la actividad humana a escala planetaria.

Imagen 1 - Gráficos obtenidos de "The trajectory of the anthropocene: The Great Acceleration”. Will Steffen, Wendy Broadgate, Lisa Deutsch, Owen Gaffney y Cornelia Ludwig. The Anthropocene Review.

I 5 –  La cuestión es que resulta imposible delimitar el antropoceno como algo únicamente de carácter geológico. Por eso la reflexión viene siendo encarada, en general, desde un abordaje transdisciplinario. La transformación (ya concretizada) de la humanidad en un penetrante y omniabarcador vector de alteración planetaria se nos da como un fenómeno inevitablemente multidimensional: además de afectar variables de orden geológico, afecta -simultáneamente- variables biológicas, ambientales, sociales, económicas, culturales, estéticas, políticas, de -prácticamente- todo el mundo. Quizás esto explica, en gran medida, el auge de los estudios sobre el antropoceno que se están llevando a cabo actualmente –y desde hace tiempo- en distintas disciplinas.

I 6 – “Una delgada pero resistente película mono-molecular, formada por largos encadenamientos de polímeros saturados, productos de las enormes cantidades de desechos industriales que se habían descargado en los océanos en el último siglo, cubría las aguas continentales del mundo hasta una distancia de unos mil kilómetros de la costa. Esta membrana tensa, impermeable al oxígeno, separaba el agua del aire, impidiendo toda posible evaporación”. La Sequía, J. G. Ballard.

I 7 – El proceso planetario de urbanización y luminificación artificial expansiva estarían llevando a un opacamiento generalizado del cielo nocturno. Lo que evidentemente hay es un proceso cada vez más profundo de desclarificación estelar global. Además existen numerosas carreras de megaconstelaciones satelitales (Starlink de Space x, 12000 satélites en órbita para mediados de la década, Kuiper de amazon con 3236, Boeing quiere lanzar 3000, Hongyan con 864, entre otras. algunos dicen que complicarían muchísimo las investigaciones astronómicas) que cambiarían de manera inimaginable la fisionomía y el paisaje del firmamento nocturno.

I  8 – En términos estético-existenciales se puede decir que, en su límite tendencial, EL CIELO DEL ANTROPOCENO ES UN CIELO SIN ESTRELLAS, un cielo del cual desaparecería la posibilidad de imaginar algún tipo de alteridad cósmica: la humanidad cada vez más encerrada en su propia mismidad cosmológica como la continuidad geo-existencial de la modernidad filosófica y su proyecto de cerrazón egológico-antropocéntrica. -Lxs dioses también abandonan el cielo.- Una clausura geo-imaginaria que tendría la forma de un geocentrismo invertido desdibujado: nihilismo cosmológico sin posibibilidad fenoménica de una apertura astro-estética. Paradójicamente tal geocentrismo invertido alberga en lo profundo de su corazón la clásica ilusión hipermoderna de querer escapar a otro planeta y comenzar de nuevo.

I  9 – “El Antropoceno es ese momento en que la expansión capitalista ya no puede seguir creciendo y se produce un colapso del sistema biofísico —el cambio climático—, y entonces tiene lugar un colapso de la economía política, porque, si tienes un sistema que requiere un crecimiento, una acumulación de capital y unas ganancias permanentes, y ya no puedes mantener más ese ritmo, estalla una crisis que no puede solucionarse con la siguiente expansión.[…] Mi historia, el optimismo que yo trato de expresar, defiende que no se producirá ningún apocalipsis, sino un desastre. Pero después del desastre vendrá EL PRÓXIMO MUNDO.” 

(“Optimismo enfadado en un mundo sumergido: una conversación con Kim Stanley Robinson” Entrevista a Kim Stanley Robinson por José Luis de Vicente en https://www.cccb.org/)

I  10 –

I 11 – En abril de 2020, la concentración promedio de CO2 en la atmósfera fue de 416,21 partes por millón (ppm), la más alta desde que comenzaron las mediciones en Hawai en 1958. // Un estudio global sobre la situación de los humedales que efectúan expertos de la Convención de Ramsar sobre los humedales indica que entre 1970 y 2015 desapareció aproximadamente el 35% de humedales del planeta y que la tasa anual de pérdida se aceleró a partir del año 2000. // La aceleración del índice de retroceso desde 1995 de glaciares de desagüe claves de Groenlandia y la capa de hielo de la Antártida Occidental pueden presagiar una subida del nivel de mar, el que impactaría regiones costeras. En el transcurso del siglo XXI, se prevé que los glaciares y la capa de nieve continúen su retirada generalizada.// Según explicó el informe del Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services (Ipbes), en el que trabajaron 450 expertos durante tres años, el 75 por ciento del entorno terrestre y el 66 por ciento del marino están “gravemente alterados” por la actividad humana. // “La presencia de pequeños fragmentos plásticos en los océanos se señaló por primera vez en los años setenta. Estos pueden formarse a partir de la descomposición de macroplásticos debido al efecto de la radiación solar, la oxidación –esto es, la interacción con el oxígeno- y las fuerzas mecánicas –como olas, viento y otras-. También pueden ser incorporados directamente en el agua, como es el caso de las fibras sintéticas textiles, productos cosméticos, y el degaste de neumáticos, entre otros. Debido a su pequeño tamaño los microplásticos están disponibles y pueden ser consumidos por los organismos en la base de la cadena trófica, es decir los que están al comienzo de la cadena alimenticia”.“Además, como toda partícula muy pequeña, tienen una gran superficie exterior en relación a su volumen. Eso provoca que los microplásticos puedan concentrar contaminantes un millón de veces más que el agua de mar. También pueden absorber metales pesados y dejar biodisponibles plastificantes y aditivos tóxicos utilizados durante su fabricación. Por lo tanto, la ingesta de estas partículas podría introducir toxinas en la base de la cadena alimentaria y así acumularse en los organismos a lo largo del tiempo -proceso conocido como bioacumulación– y también transferirse a niveles superiores, es decir a sus predadores”,

I 12 – ¿Cómo dar con una poética-política (o política-poética) de la demora nihilista que aborde los nuevos paisajes de la catástrofe cotidiana y el tiempo exhausto que ya mismo habitamos? 

I 13 – Lo poslitoral como condición geo-existencial  del porvenir regional reclamará una política, una poética y una estética particular.

(1) Existen, en la literatura al respecto, otras formas de llamar a la época planetaria actual: capitaloceno, euroceno, tecnoceno, entre otras. Cada una de estas denominaciones ponen el eje en distintas cuestiones. A fines prácticos nos decantamos por la noción más clásica y abarcativa de antropoceno. Sin embargo, no deberíamos perder de vista la posible riqueza filosófica de estas perspectivas: la importancia de la cultura y los sistemas de pensamiento europeos, la intensa y acelerada expansión del “sistema de producción capitalista” y su tecnoesfera correspondiente, entre otros criterios, como decisivos para el advenimiento de la actual situación del sistema-Tierra.

(2) Ver el artículo de Steffen, Will & Broadgate, Wendy & Deutsch, Lisa & Gaffney, Owen & Ludwig, Cornelia. (2015). “The Trajectory of the Anthropocene: The Great Acceleration”. The Anthropocene Review.

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