/Por Dra. Romina Barraza
Si de mitos en sexualidad se trata, el preservativo se lleva uno de los primeros puestos en excusas.
Es uno de los métodos más efectivos para prevenir el embarazo no intencional y el método por excelencia para evitar la transmisión y contagio de infecciones de transmisión sexual (ITS). Si, no sólo amor, pasión y fluidos se intercambia durante las relaciones sexuales; hay bichitos microscópicos que también compartimos con nuestras parejas durante los encuentros íntimos.
A pesar de que esto último es una obviedad para muchas personas, hay un porcentaje muy alto (de todas las edades y géneros) que no lo utilizan, poniendo en riesgo su salud, la de sus parejas y exponiéndose a situaciones no deseadas como una maternidad o paternidad forzada, embarazo y aborto, por sólo mencionar algunas.
El embarazo no intencional adolescente es un problema de salud pública a nivel mundial. Y las ITS (HIV, Sífilis, Hepatitis B, gonorrea, etc) tienen una gran prevalencia a toda edad. Sin embargo, las excusas para no usar preservativo siguen apareciendo:
- “Me ajusta”: Hay diferentes tamaños de preservativos (pero te cuento que en el de tamaño “regular” entra un pie entero o dos manos completamente abiertas… Hacé la prueba)
- “No siento nada”, “Pierdo sensibilidad”: Te pregunto, ¿Tuviste alguna vez una erección mirando porno, por ejemplo? ¿Sin que nadie te toque? Ohhhh!!! Magiaaa!!! El cerebro es el órgano sexual por excelencia… No subestimes sus capacidades. También existen los preservativos extrafinos, para quienes aun sostengan esta teoría.
- “Corta el clima”: Tenemos que erotizar el momento de cuidado. ¡Si te cuidas y me cuidas me caliento! Podemos ponerlo mientras seguimos jugando, te lo puede poner tu pareja, por ejemplo.
- “Son caros”: El Ministerio de Salud tiene un programa para que en los hospitales públicos y las salitas se entreguen de manera gratuita. Las obras sociales también tienen la obligación de cubrirlos al 100%, siempre que vayas con una receta de tu medicx. Por otro lado, los pañales son, por lejos, mucho más caros.
- “Soy alérgicx al látex”: Hay preservativos SIN látex que son igual de seguros que los de látex.
- “Qué, ¿no confías en mí?”: No se trata de confianza, se trata de amor (principalmente propio). “Si de verdad te importo, tendrías que cuidarte y ponértelo sin que te lo pida… Qué… ¿No me querés?”
- “La/lo conozco, es buena gente”: Las infecciones no eligen a las personas por su bondad, su posición social o su nivel económico. Si algo tuviéramos que aprender de las ITS, es que no discriminan a nadie. No podemos saber quién las porta y quien no.
- “Termino afuera”: Aunque queremos creer que podemos controlar todo, no siempre es asi. Por la misma excitación podemos dejarnos llevar y no “salir” a tiempo. Por otro lado, no olvidemos que el líquido pre-seminal no avisa cuando sale… ¿Para qué arriesgarnos?
- “¡Durante el sexo oral o anal no corremos riesgo de embarazo!”: Pero si de transmitir las ITS.
- “No hace falta, yo tomo pastillas”: Las pastillas anticonceptivas, parches, inyecciones, implante, DIU y otros métodos anticonceptivos, sólo evitan el embarazo, no las ITS.
Estos son algunos de los pretextos que oímos a diario. Informemos y eduquemos para romper con estos mitos que sólo nos ponen en riesgo.
Si el objetivo de las relaciones sexuales es obtener placer; tomemos las medidas de seguridad necesarias para que podamos disfrutar antes, durante y después del encuentro sexual, sin preocupaciones ni sorpresas.
Dra. Romina Barraza
Médica sexóloga. MN 154156/MP 552214
Instagram: drabarrazasexualidades
Facebook: Sexualidades
Consultas y turnos: 03489-15510250