El colesterol es un tipo de grasa imprescindible para la construcción de membranas celulares, además es precursor de algunas hormonas y de ácidos biliares (la bilis), así como de otros procesos vitales. Es este artículo de la Lic. Evangelina Garrera te contamos cómo dominar al colesterol, sin que éste te domine a vos.
/Por Lic. Evangelina Garrera
El colesterol del organismo procede de los alimentos que se ingieren y del colesterol que el hígado es capaz de elaborar por sí mismo. El hígado actúa como depósito, es origen y destino del colesterol que va y viene de los tejidos del organismo y las arterias de manera constante. Sin embargo, el colesterol no circula libremente por la sangre. Al ser una grasa no puede circular en un medio acuoso, por lo tanto, necesita ser transportado por pequeñas esferas llamadas lipoproteínas que lo distribuyen por todo el organismo. Aunque en realidad solo existe un tipo de colesterol, comúnmente se lo llama colesterol “bueno” y colesterol “malo”. Esta clasificación hace referencia a la lipoproteína que lo transporta.
LDL o lipoproteína de baja densidad. Transporta el llamado el “colesterol malo” porque, al dirigirse desde el hígado a los tejidos, también se deposita en las paredes de las arterias. Lo ideal es mantener valores menores a 100mg/dl o tolerable hasta 130mg/dl
HDL o lipoproteína de alta densidad. Transporta el llamado el “colesterol bueno” desde los tejidos y las arterias (que ayuda a limpiarlas) hacia el hígado para su metabolismo. Lo ideal es mantenerlo por encima de 40mg/dl en hombres y 50mg/dl en mujeres
En situación normal el colesterol se mantiene en el organismo en equilibrio entre la producción (tanto propia como el que proviene de la alimentación) y su eliminación por vía digestiva. Cuando hay poca cantidad en la alimentación, aumenta la producción interna y se reduce la eliminación. Es decir, el organismo está bien preparado para vivir con poco colesterol, pero no está bien preparado para destruirlo o expulsarlo de forma activa. Así, cuando a lo largo de la vida el consumo de colesterol es excesivo por una alimentación poco saludable, se va acumulando y se deposita en las arterias con la posterior formación de placas de ateroma, siendo estas las responsables de enfermedades cardiovasculares.
La hipercolesterolemia puede ser secundaria a otras enfermedades como diabetes, obesidad, falta de hormona tiroidea, enfermedades del riñón o del hígado, entre otras; o también secundarias a una situación como embarazo; un medicamento (algunas pastillas para el acné, anticonceptivas o cortisona, por ejemplo) o una alimentación inadecuada (rica en grasas, azúcares, alcohol). Todas estas situaciones son responsables principales de los niveles elevados de colesterol.
Pero también existen hipercolesterolemias primarias. Se deben fundamentalmente a un defecto genético se conocen como hipercolesterolemia familiar, hiperlipemia familiar combinada y la hipercolesterolemia poligénica. Este tipo de hipercolesterolemia necesita además de medidas dietéticas , tratamiento farmacológico.
Hasta la próxima
Lic Evangelina Garrera - Nutricionista UBA - MP 419
Consultas virtuales y presenciales
Mail: geligarrera@gmail.com
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