¿Qué pasa cuando los niños y jóvenes no son protegidos por sus padres y luego los organismos no accionan? En este artículo, la Licenciada en Trabajo Social, se propone a reflexionar sobre la inacción de los organismos del estado municipal de Zárate: "mis informes muchas veces quedan reducidos a un papel en un cajón que solo será buscado en caso de que la historia termine en una fatalidad".
A lo largo de 16 años me he desempeñado como trabajadora social y como toda profesional de vocación y compromiso arremetía contra todos cuando se trataba de un niño o joven que sufría cualquier tipo de vulneración; para ser más clara: maltrato de parte de sus padres, abuso sexual y otras tantas problemáticas que afectan a nuestros más chicos.
Déjeme contarle, querido lector, que en la actualidad quienes trabajamos y denunciamos derechos vulnerados nos sentimos en un callejón sin salida: es que no alcanza una denuncia para salvar a ese niño de la mano pesada de su padre, no alcanza decir que un niño mendiga o incluso se droga a muy temprana edad para que los organismos que deben protegerlo cambien su destino.
Muchos niños y jóvenes transitan entonces siendo golpeados por sus padres, abandonados a su buena suerte, sin ser higienizados, sin llevarlos al médico, empujados a la calle a mendigar, a exponerse a infinidad de riesgos…. eso es lo que llamo niños invisibles.
Es que, si a pesar de nuestras denuncias como profesionales y portavoces del padecimiento de un niño o joven no es suficiente para cambiar su niñez, entonces me pregunto: ¿Es que ese niño va a seguir siendo invisible? ¿Solo va a ser recordado cuando entre en el delito? ¿Cuándo termine asesinando a alguien o muera antes? Déjeme contarle que desde mi lugar de trabajo escucho el padecimiento de algunos niños, y es tal la responsabilidad moral y ética profesional que tengo con ellos, que siento no puedo fallarles. No solo los escucho y contengo, sino que actúo pensando en cómo cambiarles sus días de padecimiento: Ellos están en crecimiento, y como siempre digo, son cajas frágiles a las que hay que cuidar.
Desde la creación de la Ley 13.298, Ley de Promoción y Protección Integral de los Derechos de los Niños, muchas cosas han cambiado: ya no se llevan a los niños a un hogar como primera opción, sino que el espíritu de la ley es que el niño no pierda vínculo con su familia. Se buscan entonces otras alternativas y también está el interés superior del niño: es decir, que el niño sea escuchado y respetado en sus opiniones. En fin, esta ley sería mejor si fuera implementada como corresponde.
¡No comprendo que un niño sea empujado a ser invisible! ¿Usted sabe que para esta sociedad un niño que mendiga no es preocupación del estado? Mientras tenga un techo para dormir, la experiencia de calle (así se le llama, no sería ningún problema… pero todos sabemos que seguramente ese niño es enviado por un adulto que no lo cuida y que no está dispuesto a hacerlo, entonces… ¿cuándo será visible?
Un niño o joven es el presente y es responsabilidad de todos los adultos, pero principalmente de los organismos de niñez. Hago mi parte, informes y más informes, pero si mi trabajo no tiene continuidad ni la buena voluntad política de que ese niño sea protegido, mi informe queda reducido a un papel en un cajón que solo será buscado en caso de que la historia termine en una fatalidad.
¡La situación actual es alarmante! Si no protegemos a estos niños padecientes, serán lo que puedan en su vida adulta.
Acaso ya como adulto se lo culpará de todos los actos que realice, porque la justicia no tendrá piedad con él. No es casual que nuestras cárceles estén llenas de jóvenes pobres y marginales, muchos de ellos sin expectativa de una vida mejor.
No renuncio a mi profesión, pero no se puede seguir mirando hacia un costado. ¡Necesitamos pedir protección a la niñez ya! Esta responsabilidad la tiene, en nuestra ciudad, nuestro Intendente. Usted hace muchos años que está a cargo del Servicio Local, entonces porque no destina más fondos para contar con un equipo de trabajo de excelencia que pueda dar respuesta a tantos niños y jóvenes. He observado como colegas estresados han tratado de llevar adelante su trabajo con salarios magros y sin recursos. La ciudad ya prácticamente no cuenta con profesionales que atiendan a la niñez: ni psicólogos suficientes (largas y agotadoras listas de espera, no existe más ningún psicopedagogo público, después de muchos años recién ahora se cuenta con un psiquiatra infantil y esporádicamente hay un fonoaudiólogo).
La niñez es hoy, es el presente, es prevención para tener menos problemas dentro de unos años. Toda esta situación debe ser visible, yo no quiero niños invisibles, quiero poder realizar mi trabajo y que el mismo tenga respuestas, ya que cada una de las denuncias que realizo tienen el rostro de alguien que sufre y no se puede defender solo.
Silvana Cardoso
Lic. En Trabajo Social
Matrícula: 10874
Estamos en Facebook danos un me gusta!