Se cumplen 30 años de la inauguración del inolvidable Bonnie & Clyde

Ubicado en el ex cine Campana, Bonnie & Clyde se destacó por su escenografía y decoración inspirada en los viejos cines de la década del '60. El diseño de interiores fue obra de las arquitectas y decoradoras de Estudio 3.

Tenía sectores de ladrillos a la vista, cintas de película y afiches en las paredes, una barra que bordeaba la pista principal, un sector de mesas con otra barra y se conservo el sector de butacas pullman que funcionaban como el reservado del boliche, para aquellas personas que querían mas intimidad. También se conservó el escenario y la amplia pantalla de cine donde se proyectaban estrenos de 23 a 1 am para quienes se acercaban antes que comience a funcionar el boliche bailable.

De esta manera, los clientes tomaban algo en las barras o en el sector del pub y disfrutaban de un estreno cinematográfico, todo por el mismo precio.

Por los '90 había un auge de cines convertidos en boliches bailables, y esto fue lo que inspiro a sus dueños a hacer lo mismo. De hecho, el nombre surgió a raíz de la ambientación del lugar. Eligieron Bonnie & Clyde por ser un clásico de la cinematografía y porque sonaba bien.

 De izquierda a derecha: Mariano Sayago, Chino Vidal, Sandro Moine, Dario "El coya" Gatti y Aristides Martino en la cabina del boliche.

En dialogo con el "Chino" Vidal,  nos comenta que viajaba a Capital Federal a buscar las latas que contenían las cintas de las películas que proyectarían ese fin de semana y que volvía muy cargado en el Chevallier. Trataba de aprovechar el viaje para recorrer las mejores disquerías donde traía lo último que llegaba al país en discos de vinilo para pasarlo en el boliche. Fue imposible no recordar a Luis Papalardo que todos los viernes a la tarde los esperaba en "Melody" con delicias musicales, local que estaba ubicado en Avenida Roca y 25 de Mayo:

"Los viernes y sábados a la tarde solo íbamos los DJ's de la zona a ver a Luis, él entendía mucho y nos sugería música. A mí me gustaba dar lo mejor. En aquella época dependía de la habilidad del diskjockey en presentar buenos temas. La gente no te pedía música como ahora, porque no la conocían. Vos les presentabas los temas y marcabas tendencia. Tenias que saber elegir la música y el momento justo para pasarla. Además nos manejábamos con discos, nada que ver a ahora. Hoy es todo mas fácil. Pero antes había magia".

A Bonnie & Clyde ingresaban entre 1000 y 1200 personas por noche. El día que más gente ingreso  fue en el recital de Man Ray donde entraron 1800 personas. Esa noche se escucho por primera vez "Caribe Sur". También pasaron por el escenario Los auténticos decadentes, Los fabulosos cadillacs, Diego Torres, entre otros. Las bandas de moda querían tocar en Bonnie, de hecho, siempre estaban en contacto con el jefe de prensa de Soda Stereo que hacía de puente con otros músicos.

Bonnie & Clyde marcó una época dorada en la noche de zona Norte.

¿Sabías que?

-El auto Plymouth Fury que formaba parte de la escenografía del boliche fue comprado por U$S 100 en el Barrio Lubo de Campana y fue traído a remolque. Se le quito el motor y el techo para poder emplazarlo debajo de la pantalla de cine. Se lo pinto de rojo y blanco en alusión a Christine, el auto asesino, un film de 1983.

-Cuando tiraban papel picado se tenía que subir un amigo de los dueños a una escalera de 20 mts. para lanzar el papel picado desde allí.

Este es un frangmento de la noche de inauguración: 

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