/Por Lic. Patricia Costela
“ La costurerita que dio el mal paso…/- y lo peor de todo, sin necesidad -/ con el sinvergüenza que no le hizo caso/ después… - según dicen en la vecindad.-/
Se fue hace dos días. Ya no era posible/ fingir por más tiempo. Daba compasión/ verla aguantar esa maldad insufrible/ de las compañeras, ¡tan sin corazón!/ Aunque a nada llevan las conversaciones, en el barrio corren mil suposiciones/ y hasta en algo grave se llega a creer/ ¡Qué cara tenía la costurerita,/ qué ojos más extraños, esa tardecita/ que dejó la casa para no volver!”
Evaristo Carriego (1883-1912)
Poesía de la buena para disfrutar. Y para fundamentar que se necesitan el discurso de otras disciplinas para ingresar en la dimensión de la complejidad. En ese sentido el discurso psicoanalítico introduce la posibilidad de avanzar en la profundidad de los enunciados, al tiempo que nos hace lógicos y poéticos a la hora de dar cuenta de la subjetividad humana.
El apotegma: “El Inconsciente está estructurado como un lenguaje”, circuló en el imaginario colectivo en forma inimaginable y se inscribió en el acervo cultural sin precedentes.
Alude a los efectos del lenguaje en la posición subjetiva para decirnos que el sujeto surge entre la articulación de los significantes, que el significante viene a dar cuenta de la representación simbólica. Que todo significante surge por la diferencia con el otro y está en estrecha relación organizando la cadena significante.
Frases como el tesoro de los significantes nos han acompañado a lo largo de la vida. Hemos jugado con el valor de la metáfora, de la sustitución metafórica, y desembocamos en la polisemia del significante.
Dese el momento que Lacan sustituyó la connotación del sujeto y predicado por el argumento y función, empezamos a entender que no hay sujeto antes del lenguaje. Que lo que organizará toda la lógica estará en relación con los argumentos que estemos dando en relación a la función fálica. Empezará todo el desarrollo del novedoso argumento que es que un significante es en relación a otro significante, como el advenimiento de la sustitución metafórica y el deslizamiento metonímico del deseo.
Lo que nos viene a decir Freud es que gracias a su invención utiliza la formación del inconsciente para interpretar al sujeto.
Aparece el tema del sueño, inscribe la lógica del mismo: condensación y desplazamiento, nos habla del resto diurno y del rebus o acertijo en imágenes como escritura.
La información que vamos teniendo en los sueños, alude al deseo infantil y al material reprimido. Freud rompe con la etapa que había adherido a la hipnosis.
Nos vamos metiendo en tema para dar cuenta, cada vez un poco más, de la complejización de la subjetividad humana
Así vamos llegando a que la noción de vacío alude a que el sujeto es producto de un pérdida que se inscribe como falta, de una carencia estructural. Es el momento donde se inaugura la búsqueda de un objeto perdido, que nunca será el mismo objeto, tan solo tendremos un reencuentro con un objeto que no es el mismo.
Si de pensamiento hablamos, el pensamiento del obsesivo evita el acto. El acto es pasar por la castración, situación que te arranca del otro.
Si sos neurótica el conjunto vacío ya lo tenés y reescribimos el cero entendiendo al vacío como cero.
Vamos viendo que se atraviesa el Rubicón de la castración.En alusión al cruce del Rubicón de César. Cuenta la historia que el triunfo de César en las Galias,organizó que el Senado y Pompeyo, que había sido su aliado, quisieron frenarlo. Pero en el 49 a.C., César pasó el río Rubicón dando inicio a una cruenta guerra civil. Simboliza una actitud de riesgo. Es para introducirnos en que en determinadas ocasiones el sujeto se acerca a sus modos de goce como es el deseo y el acto y no sabe resolverlo.
Seguimos hablando de la Neurosis Obsesiva, lo mortificante es que uno sigue siendo la nena de papá, porque lo que se empieza a ver es que si uno no se desmarca del otro, cae o queda atrapado en la lógica del condicionamiento, este tema nos remite a pensar en el desarrollo de la teoría de los perros de Pavlov.
Con la introducción del cuadrante de Klein, permite ver el desarrollo de la teoría de Descartes que dice : "o no pienso o no soy”, es una apreciación y lo que descubre es que el ser lo tiene el que piensa, por pensar vaciamos el ser del otro. Situación que nos introduce en la dimensión del vaciamiento, instancia indispensable para dejar de ser objeto del otro.
¿De que estamos hablando cuando hablamos de alienación?
Partimos del ello, modalidad que nos deja bajo la siguiente lógica: “no pienso, soy el objeto del otro”. Acá hallamos el pasaje al acto que es normativo en cualquiera de nosotros. Y esto lo vemos en cuanto el bebé no elige no pienso, soy el objeto del otro. Lo que sucede es que caigo en el campo del otro. Luego en el seminario N°11 dirá que esto significa que es caer en el sentido del Otro.
Así se inscribe la alienación, que inscribe en el acto de la repetición: "o no pienso o no soy”.
Hay que enunciar la verdad, o la verdad se enunciará de alguna manera. La verdad será hacernos la pregunta de ¿cuál objeto soy para el otro?
Situaciones de ésta índole la vemos a través del acting out infantil que es cuando el niño interroga al otro. El acting out es transferencia salvaje. Nosotros enunciamos ciertas preguntas al otro: ¿qué soy para vos?
Luego, se organizará la dimensión del inconsciente a través de enunciarnos que : "como pienso entonces no soy el objeto del otro”.
Respuesta que la persona se dará en la construcción de su fantasma.
La noción de Angustia recorre nuestro historial. Así vamos viendo que tenemos tres tipos de angustia
Es una señal para el yo, es una advertencia para el sujeto.
Vamos viendo que el Inconsciente dice o habla lo siguiente: “pienso, entonces no soy el objeto del otro”, pero por suerte lo puedo ver como una representación en el fantasma, cuando lleve a cabo la construcción de mi fantasma.
Vamos viendo que el infans no habla, cae en el ello, y si hay lugar para él puede alienarse, puede pasar a ser una molestia.
Si hay lugar nos encontramos con ese agujero cercado por el Nombre del Padre o no lo está.
Entonces, ¿cómo se presenta el objeto a? El objeto a puede estar en la dichomansión, en los dichos de los Nombres del Padre.
¿Qué es lo que estamos diciendo? Que cuando uno habla hay una pérdida de la cosa incestuosa, por ejemplo si a esto lo podemos comparar con la construcción de una casa, está el cemento que es igual para todos, pero lo que no es igual para todos es que aparecen las grietas mías, es la representación de lo muy particular de cada quien como sería el goce. Si todo anda bien, a ese niño le espera la incorporación del nombre del Padre.
En ésta construcción hay una vacuola cimentada. La dimensión del ello nos indica que en el Otro sucede que casi siendo el objeto a es vacuola de goce. Todo esto se da de tal manera que en ese pasaje al acto no sabía que objeto soy.
Y así vamos viendo para poder describir éste momento que soy el objeto a pero no soy sujeto, a esto se lo llama acefalía y en el agujero del ello se arma la pulsión. El ello es una pulsión acéfala, inscribe la dimensión de la deriva pulsional.
Y así vamos viendo que la pulsión divide al sujeto y al deseo, deseo que no se sostiene sino por la relación que desconoce de esta división con un objeto que la causa. Tal es la estructura del fantasma.
El fantasma es una respuesta subjetiva basada en restos, en briznas, en fantasías, en fantasías inconscientes. Las cuales se rearman con el resto de lo visto y de lo oído.
¿Qué es el inconsciente? Es ya un pensamiento pasional o conflictivo. Y avanzando en la historia de la construcción de la subjetividad humana tenemos que la dimensión de Inhibición-Síntoma-Angustia, y al encontrarnos en la clínica con estos indicadores es porque los mismos tratan de corregir algunos problemas para atravesar el fantasma. En el buen sentido primero hay que tenerlo, luego atravesarlo y lograr entonces ir más allá del padre si adviene el deseo decidido.
Son todas respuestas que se va dando el sujeto en relación a la pregunta:¿qué me quiere el otro?
Entonces va elaborando el fantasma y en la primera fase es para salir de la encerrona trágica de ser parte de la vacuola de goce .El fantasma definitivo, lo que podríamos llamar el fantasma fundamental es cuando el sujeto adquiere para representarse en el campo del Otro un falso self y a su vez el fantasma sostiene un deseo que todavía está apoyado en el otro.
Aquí viene bien decir que es un apoyo real al hacer el movimiento de separación y recién ahí logrará que se vaya efectivizando la misma acción.
Así se introduce la noción de Trauma que es una caída en el campo del Otro .Nosotros vamos disponiendo de la interpretación. La transferencia salvaje no tardará en aparecer, quizás operemos bien al no contestar la demanda para poder escuchar al deseo sostenido en esa demanda y lo que viene del ello y transformarlo en demanda analítica.
Regla de oro de Freud: no responder a la demanda sino utilizarla para saber que la motiva.
Lic. Patricia Costela
Lic. Psicología M.P n°20.064 y M.N n°14916. Jefa del Servicio de Salud Mental 2012-2018. Especialista en Clínica de Adultos, titulo otorgado por el Consejo Superior del Colegio de Psicólogos de la Pcia Bs. As. Admisora del Servicio de Atención Comunitario del Colegio de Psicólogos. Distrito. V. Docente. Perito Psicóloga. Desempeñó funciones en el Colegio de Psicólogos desde 2002 al 2008 en forma continua: Presidenta, Vicepresidenta, Delegada Suplente. Titular en la Carrera Profesional Hospitalaria en el Ministerio de Salud de la Pcia de Bs. As. Trabajó en Juntas Evaluadoras de la Discapacidad en Zárate y Campana. Desde el 2018 trabaja en su Espacio de Transmisión del Psicoanálisis con atención a pacientes.
Consultorio: Bv. Calixto Dellepiane 575. Campana. Te: 3489 452656
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