La identidad, según la RAE, es la “Consciencia que una persona o colectividad tiene, de ser ella misma y distinta a las demás”
O sea, una idea y sentir subjetivo, propios de cada persona. Mi identidad es lo que me da sensación de pertenencia, de SER alguien particular y no otra cosa.
Entonces, la Identidad de Género tiene que ver con ese “sentir/vivir” el género.
Pero, ¿Qué entendemos por género? Decimos que el género es una construcción social. Es lo que la sociedad espera de nosotrxs en tanto seamos “femeninas” o “masculinos”. Aunque también hay otros géneros para aquellas personas que no se identifican con ninguno de esos dos.
Por otro lado, ¿Podemos decir que NO hay una sola forma de ser femenina o masculino? Es por eso, que hablamos de “masculinidades y feminidades”.
A la Identidad de género la vamos descubriendo. En la medida que vamos tomando consciencia de nosotrxs mismxs. Tiene que ver con algo “que se trae” (lo biológico) y lo “que se impone” desde la cultura, la sociedad, la familia, etc.
Todxs tenemos una preconcepción del género, poniendo nuestra expectativa personal en lxs demás. Y generalmente, esperamos a lxs demás dentro de ese binario. Esperamos a la nena rosa y al nene celeste… Sino ¿Por qué le preguntamos a las embarazadas Qué están esperando? ¿Nena o nene? Y la realidad es: Todxs esperan hijxs binarios.
Ahí inicia el problema. Cuando se genera una idea que sólo tiene dos opciones. Entonces, cuando algo no responde a esa estructura, nos preocupamos y/o asustamos (cuando no deberíamos hacerlo)
Muchos niños y niñas tienen un comportamiento variante respecto a las normas y roles de género impuestos socialmente para su sexo que, en ocasiones, generan rechazo en su entorno y en la propia familia, provocando la estigmatización de estxs menores.
Se espera que los niños sean fuertes, inquietos, que les guste jugar al futbol, los autitos y la tecnología. En cambio, de las nenas se espera que sean delicadas, jueguen a las muñecas o a las tacitas, les guste la danza o la gimnasia artística.
¿Te dijeron alguna vez “machona” por querer hacer lo mismo que tus hermanos o primos? ¿Se rieron de vos porque llorabas “como una nenita”? Bueno, esos son los estereotipos y roles de género a los que respondemos.
Más allá de los mismos y, compartiendo en muchos casos esta inadecuación a los roles de género establecidos, lxs niñxs que podemos definir como trans denotan un convencimiento de pertenencia a un género distinto al de su sexo de asignación al nacer y crianza (Por ejemplo, se sienten niñas habiendo nacido con pene o niños, habiendo nacido con vulva; entre otros)
Dentro de la Diversidad de género en la infancia, se encuentra la Transexualidad y el Comportamiento de Género Variante. La diferencia entre ambos conceptos es que, mientras el primero implica un rechazo a la identidad de género atribuida al nacer (sexo de asignación), el segundo únicamente es referido a la forma de actuar y comportarse.
El problema de esto es cuando se patologiza. Cuando se cree que “hay algo mal”.
Y lo que tenemos que entender (lxs adultxs especialmente), es que la identidad CIS es tan válida como la identidad TRANS. Son distintas. Como somos distintas todas las personas.
Lo que debemos hacer en estas situaciones para actuar de manera correcta, es informarnos y acompañar. Dar seguridad a ese niñx para que pueda crecer y desarrollarse libremente como cualquier niñx. Libre de discriminación. Acompañadx y amadx por su familia y seres queridos.
Si tenés inquietudes sobre este tema, no dejes de informarte con profesionales que trabajen con Perspectiva de género y Diversidad. El índice de suicidio en adultos trans disminuye en casi un 10% cuando es acompañado por su familia.
Dra. Romina Barraza
Médica Sexóloga y Educadora en Sexualidad Humana. MN 154156
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