Barrio Reysol: una placita, un puente y no ser olvidados

Cae la noche en barrio Reysol, calle Tala y Pueyrredón “al fondo” comenta Araceli Fernández, mientras revuelve una enorme olla en el comedor “Los Olvidados”.

En pocos minutos se acercará un representante de cada una de las cien familias a las que le sirven la vianda tres veces por semana para proveer su cena.

En el lugar se encuentran otras mujeres asistiendo en la preparación del guiso y también Juampi Cassidi, voluntarios del lugar.

El comedor lleva el nombre de lo que ellos consideran, puede ser el estigma con el que cargan, “Los olvidados”, sienten que las políticas públicas para que puedan tener una mejor calidad de vida no bajan al barrio. A excepción de tiempos eleccionarios, donde pareciera que emergieran desde la tierra para hacerse cuerpo.

El mapa no es el territorio: Reysol se comunica a través de un puente

En esta oportunidad hacen referencia a un puente que conecta a un sector del barrio con otro. Originariamente, el puente estaba construido de cemento, pero el municipio lo demolió porque se taponaba y provocaba inundaciones en las viviendas linderas.

El crecimiento irregular del barrio, con viviendas precarias y sin ningún tipo de servicio generó que el mapa, diste de lo que es el territorio en cuestión. Es urgente que el estado municipal los mire, y no solo en épocas de elecciones.

Al cabo de un tiempo, y al no tener respuestas por parte de los funcionarios de turno, los vecinos decidieron construir entre todos un puente de madera para que el barrio continúe conectado, y para que los niños continúen acercándose a la placita improvisada a jugar, ya que es el único espacio verde para el esparcimiento que tienen.

Lamentablemente, hace unos días una señora requirió asistencia de una ambulancia, la cual no pudo cruzar el precario puente. En plena madrugada debieron asistirla entre varios vecinos hasta llegar del otro lado del puente.

Es imperiosa la necesidad que tienen de que este puente sea reparado.

Dialogamos con Juampi, quien nos comenta que se organizaron para construir la placita del barrio. Actualmente solo tiene dos arcos improvisados. Pero al ser el único punto verde compartido quieren fabricar juegos, asientos y mesas. Por ende, también se encuentran colectando material de construcción como: hierro, cemento, ladrillos, tirantes, maderas, pallets, cubiertas y lo que se considere que puede ayudar a construir una plaza recreativa.

En cuanto al comedor, la principal carencia que presentan es la necesidad de frutas, verduras y proteínas para la elaboración de guisos y proveer de nutrientes a las familias que asisten. Si bien, este mes comenzaron a recibir la ayuda de la Peña de Boca de Zárate para la merienda de los sábados, la necesidad de alimentos es constante.

Se acerca el día de las infancias

Un regalo que llenará de felicidad a los pibes del barrio será sin lugar a duda la placita, pero mas allá del acondicionamiento del espacio público, desde el comedor quieren entregar algún presente a los mas pequeños.

La colecta de juguetes, útiles, elementos deportivos, golosinas y panificados se encuentra abierta. Lo que se doné, será compartido entre tres comedores de Zárate: “Comedor Anabella” de Villa Angus, el comedor “Pequeñas sonrisas” de Malvicino y comedor “Los Olvidados” de Reysol.

La celebración será el 15 de agosto en cada comedor.

Para colaborar contactate al 03489 15 235649 (Araceli) o al 03487 15 238263 (Juampi)