La padecen muchas personas con pene de todas las edades. Tiene múltiples causas. Pero ¿Por qué cuando sucede se considera el fin de la sexualidad? ¿Qué relación nos enseñan a tener con el pene, que cuando no funciona como quisiéramos, sentimos que se nos acaba el mundo? ¿Puede un órgano anular todo un cuerpo erótico?
/ Dra. Romina Barraza
La disfunción eréctil es la incapacidad para conseguir o mantener una erección con la suficiente rigidez como para llevar a cabo relaciones sexuales coitales (con penetración) satisfactorias, por un tiempo mínimo de 6 meses. Dentro de lo que es la respuesta sexual, se considera un desorden de la etapa de excitación.
Culturalmente, hemos aprendido que el varón tiene pene. Y que el macho lo tiene grande. Y duro. Porque su función es penetrar y procrear. Y es tan fuerte el mandato, que muchas veces se van alejando el placer y el erotismo que puede sentir el resto del cuerpo, porque lo único importante pasa por el pene. Todos estos mitos (porque les cuento que nada de esto es cierto) se van reforzando durante toda la vida, y logran poner tanta presión y expectativa al “rendimiento” del amigo, que imaginar algún tipo de falla que pudiera tener, es vivida como una catástrofe griega. El nivel de ansiedad y sufrimiento que genera en quién lo padece es muy alto. Y es consecuencia de este "Penecentrismo" que nos han enseñado.
La disfunción eréctil es una patología a tratar; pero es fundamental que podamos aprender a descubrir y disfrutar del placer sexual que puede generarnos TODO nuestro cuerpo, para poder vivir una sexualidad verdaderamente plena.
Las causas de la disfunción eréctil pueden ser biológicas o psicológicas (generalmente mixtas).
Biológicas: Alteraciones vasculares, neurológicas o metabólicas; como por ejemplo la diabetes, hiperlipidemia, hipertensión, insuficiencia renal, etc. Como efectos secundarios por el consumo fármacos, alcohol, tabaquismo o por alteraciones hormonales.
Es importante no subestimar cuando aparece sin causa aparente, y realizar un chequeo médico, ya que puede ser uno de los primeros síntomas de cualquiera de estas patologías, permitiéndonos hacer detección temprana de las mismas.
Psicológicas: Puede aparecer por Factores inmediatos (ansiedad de ejecución o temor al fracaso -Muy frecuente cuando hay una pareja nueva o cuando queremos “rendir” como si fuera una performance de competición); o acontecimientos vitales traumáticos de reciente historia (divorcio, duelo), vulnerabilidad desarrollada en la infancia o adolescencia (baja autoestima, situaciones traumáticas)
El tratamiento se realizará acorde a la causa. Lo ideal, en cualquiera de los casos, es realizar una terapia sexológica sumada al tratamiento de la patología de base, más terapia psicológica y/o farmacológica. También puede requerir tratamiento quirúrgico con colocación de prótesis.
Pero lo más importante, es entender que el pene, para la sexualidad, es una parte más del cuerpo. Sin dudas, sumamente placentera para quienes lo portan; pero no la única y para muchos, tampoco la más erótica. Conocerse es sumar herramientas para una mejor sexualidad.
Dra. Romina Barraza. Médica Sexóloga.
MN 154156/MP552214
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