El mundo de ayer, de Stefan Zweig, Buenos Aires, Libros del Zorzal, 558 páginas
“Enfrentemos el momento tal como se nos requiere”, nos dice la cita de Shakespeare que da inicio a este maravilloso viaje por el siglo pasado. Y precisamente en el contexto actual, en el que el desengaño y la desintegración forman parte de la vida cotidiana, El mundo del ayer: Recuerdos de un europeo es un mensaje en una botella que puede llegar a destino aun en el mar embravecido. De hecho, se trata del testamento final de Stefan Zweig, una elegía extensa y un lamento por una civilización perdida que se considera una obra extraordinaria. Escrito mientras vivía en el exilio, entre Londres, Nueva York y finalmente Brasil, este libro es un retrato detallado de una era que abarca desde 1881 hasta 1942. La obra fue terminada y enviada a su editor el día antes de que Zweig y su esposa se quitaran la vida en 1942. Más que una simple autobiografía, es un himno a los valores de la decencia, la tolerancia, el humanismo y el esfuerzo cultural europeo, que Zweig consideraba consumido por la guerra y el odio. El autor aborda la gran pregunta del siglo XX, que acaso podría intepelarnos de manera similar hoy en día: ¿cómo pasó Europa de las alturas de la cultura y una edad de oro a dos guerras mundiales, el fascismo xenófobo y el genocidio? Zweig se presenta no como el personaje principal, sino como el presentador de diapositivas de la historia, buscando preservar la memoria de este mundo antes de que se hunda en la oscuridad.
Stefan Zweig nació en 1881 en Viena, Austria, en el seno de una familia judía acomodada. Estudió Filosofía en la Universidad de Viena, donde se doctoró en 1904, y publicó su primer poemario en 1901. Desde adolescente, tuvo contacto con importantes figuras literarias y comenzó una colección de manuscritos que llegó a incluir obras de Mozart, Goethe y Beethoven. Zweig fue, durante un tiempo, uno de los autores vivos más traducidos y populares del mundo, especialmente en la década de 1930. Viajero incansable, entró en contacto con artistas como Rainer Maria Rilke y Auguste Rodin. Inicialmente patriota en la Primera Guerra Mundial, la exposición a sus horrores lo transformó en un pacifista extremo que abogó por la unificación de Europa. Con el ascenso nazi, sus obras fueron prohibidas y quemadas en Alemania. En 1934, Zweig debió huir de Austria, se estableció en Londres y más tarde se exilió en Nueva York y Petrópolis, Brasil, que terminaría siendo su morada definitiva.
La escritura de Zweig destaca por su talento, su agudeza y su humanismo, poblado de una gran erudición y un estilo rico, detallado y clásico. El mundo del ayer, en particular, manifiesta su perspicacia e innegable estilo, y el lector puede sentir una sensación de proximidad, como si Zweig estuviera narrando los eventos a su lado. Sobresale al describir los grandes acontecimientos de su época, como el ascenso de Hitler, la vida en Viena antes de la guerra o la atmósfera de euforia patriótica al comienzo de la Gran Guerra.Sus descripciones de París o Viena están llenas de belleza y nostalgia por un mundo perdido. Zweig logra pintar estos cuadros de manera realista, sin idealizar por completo la época que lamenta, lo que añade credibilidad a su visión. En su vasta obra, que incluye libros brillantes como Momentos estelares de la humanidad, Novela de ajedrez y Amok, entre otros, también hay referencias constantes a escritores de la época, como Rilke, Gorky y Joyce. Para Zweig, el arte es lo único que sobrevive ante la destrucción.
Quizá debido a ello, leer El mundo del ayer es una experiencia esencial para obtener una perspectiva inigualable sobre la fuerza bruta de la historia en las vidas individuales.
*JUARROZ Tienda de Libros*
Alem 257, Zárate
@juarroztiendadelibros
Estamos en Facebook danos un me gusta!