Una mujer fue desalojada junto a sus hijos y necesita un lugar donde vivir

En la mañana del pasado lunes se llevó a cabo el desalojo del predio de barrio Villa Negri, luego de que algunos días antes, el personal policial no lograra restituirle el terreno a sus dueños.

El operativo estuvo a cargo de efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires provenientes de otras localidades, ordenado por la fiscal Dra. Andrea Palacios de la UFI Nro. 7 y autorizado por el Juzgado de Garantías Nro. 2 del Dr. Julio Grassi.

La orden judicial fue cumplida durante esa misma jornada, por lo cual los propietarios del campo alambraron el perímetro y colocaron cartelería para evitar nuevas intrusiones.

En un artículo publicado previamente, desde CLV se hacía mención a una particular situación que se produce en el lugar; por un lado, la existencia real de grandes dificultades de un gran sector de la población para acceder a la vivienda, mientras que por el otro lado subyacen intereses especulativos que enturbian el panorama y desdibujan el problema real que el Estado aun no atendió.

Fue en ese marco, donde contamos la historia de Maira, quien había llegado al predio luego de vivir dos semanas en la zona conocida como “La Quema”, cerca del basural, junto a su hija de cuatro años, y su hijo de 3 que presenta un cuadro de parálisis cerebral infantil.

La mujer, ante la imperiosa necesidad de contar con un techo para su familia, montó una vivienda precaria en uno de los extremos del terreno en las inmediaciones de Saenz Peña y calle 14.

Ante la llegada de los uniformados y el personal municipal, Maira aceptó desalojar su vivienda; pero otra vez, el Estado mostró su lado más insuficiente, pues su problemática no nació con el desalojo, sino mucho antes.

Tiempo atrás, Maira se había acercado a las oficinas municipales ubicadas en Alem e Hipólito Yrigoyen para solicitar colchones o frazadas. La asistencia, todavía duerme el sueño de los justos.

Temporalmente, Maira se aloja con sus hijos en la casa de su madre, pero el espacio es muy reducido y requiere de una vivienda con mayor comodidad. Según contó a CLV, los funcionarios municipales que tomaron contacto con ella le manifestaron que podrían ayudarla luego de la finalización de la cuarentena.

“Vinieron con una orden de desalojo, yo no tuve problemas con desalojar. Estoy en lo de mi mamá, que ella está alquilando”, contó la mujer y agregó: “Si yo me quedaba en la calle, me iban a sacar los chicos". Hoy Maira necesita con urgencia de un espacio de contención y alojamiento saludable para ella y sus dos hijos; su caso, pone en contraste el corto alcance de algunas políticas públicas que se configuran como una deuda histórica para los sectores mas postergados, y el Estado se demora en resolver.  

*Quienes quieran acercar algún tipo de colaboración, pueden comunicarse al celular: 03487-15-305577