El primer lunes del mes de octubre se celebran en el mundo dos festividades que van tomadas de la mano, la primera es el Día Mundial del Hábitat y la segunda el Día Mundial de la Arquitectura. Ambas celebraciones comparten el mismo día por decisión de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), quien en 1996 decidió vincular al gremio de arquitectos con el desarrollo urbano sostenible propuesto por la comisión de hábitat de la ONU en 1985.
El Día Mundial de la Arquitectura pretende este año poner el acento en la planificación de las ciudades para que sirvan de hogar digno a las personas. Dada la importancia que ha adquirido nuestro hogar durante la pandemia de COVID-19, se ha puesto de manifiesto que la vivienda tiene que ser algo más que un techo, y permitirnos así trabajar, tener momentos de ocio y de esparcimiento.
Cada año el lema de esta celebración cambia conforme a las necesidades del momento, el lema del 2019 fue "Arquitectura… vivienda para todos", ya que el propósito que se persigue es la de dar cumplimiento al objetivo número 11 de la Agenda de Desarrollo Sostenible propuesta por la ONU para el 2030. El mismo establece "hacer ciudades seguras, inclusivas y sostenibles".
La idea del gremio de arquitectos es presentar un plan que le garantice a todo individuo en el mundo tener acceso a una vivienda digna, que se accesible y sustentable con el medio ambiente.
Según datos de la misma ONU-Hábitat, se estima que para el año 2030 cerca de 3000 millones de personas necesitarán tener acceso a una vivienda, esto se traduce en el 40% de la población del mundo.
Pero la construcción de dichas viviendas también conllevaría una planificación en cuanto a servicios públicos, sobre todo en lo que respecta a sistemas de acueductos y saneamientos de las aguas servidas, así como una mejor infraestructura en las redes eléctricas de los países, para evitar la saturación y colapso del sistema eléctrico de cada nación.
Sin embargo, estos números se agravan debido al enorme retraso que tienen muchos países en materia de vivienda, donde aproximadamente el 80% de la población vive en tugurios, es decir, en asentamientos precarios que simplemente cubren la necesidad de un techo, pero que no cuentan con servicios públicos, ni brindan la calidad de vida mínima que necesita un conjunto familiar.
En esta realidad se encuentran inmersos por lo menos 199,5 millones de personas en África subsahariana, 190,7 millones de Asia meridional, 110,7 millones de Latinoamérica y el Caribe y así sucesivamente en varias partes del mundo.
Centrar la atención en la vivienda y en una propuesta factible que les permita a estas personas contar con un lugar al que puedan llamar hogar, es la meta de los arquitectos este año y presentarán sus propuestas este próximo 7 de octubre delante de la ONU y de las organizaciones encargadas de dicha celebración en cada país.
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