La Real Academia Española y su intento por deconstruirse: ¿Se acepta el pronombre elle?

Tomando a Jacques Derrida, filosofo postestructuralista, como eje central de este articulo, inferimos que la RAE intenta repensar la lengua utilizada cotidianamente. Fue Derrida quien acuñó el término deconstrucción. Deconstruir es destejer , replantear la estructura, lo impuesto, la norma. Pero deconstruir no es destruir.  La deconstrucción tratará de invertir esas jerarquías y desmontarlas evidenciando su falta de solidez, sus contradicciones y paradojas.

El lenguaje inclusivo viene a tomar el lugar de resistencia y  visibilización. Los colectivos LGBTQI+ comenzaron a usarlo para hacerse visibles. Para mostrar que no son lo impuesto. La deconstrucción en el lenguaje, da entrada y habilita una batalla donde lo personal se vuelve político.  

En esta oportunidad la RAE presentó su Observatorio, cuya tarea es "ofrecer información sobre palabras (o acepciones de palabras) y expresiones que por el momento no aparecen en el diccionario, pero que han generado dudas". Algunas de ellas son: "influencer", "bot", "funar", "transfobia" y "elle".

"El pronombre elle es un recurso creado y promovido en determinados ámbitos para aludir a quienes puedan no sentirse identificados con ninguno los dos géneros tradicionalmente existentes", explicó la RAE en su sitio web.

La lengua no es algo estático e inamovible. Se va moldeando, mutando y adaptando a las distintas exigencias de los grupos que la utilizan cotidianamente.

Uno de los últimos movimientos lingüísticos que más controversia y debate han generado es justamente el del lenguaje inclusivo, que propone utilizar la letra "E" como reemplazo a la "O" como vocal que comprende todos los géneros. Es que el uso social del pronombre sobrepasa lo instituido por la RAE.

Si bien en la página web aclaran que la presencia de dichos términos no significa que la institución los acepte como válidos, abre el debate, dando a entender que el lenguaje inclusivo está dejando de ser utilizado por unos pocos y empieza a ser algo a considerar seriamente por las academias lingüísticas.