Cuando algo no sale como lo planeado

/Por Dra. Romina Barraza

La idea de una única sexualidad, una sexualidad “normal”, ideal, genital y capacitista hace que cuando algo se sale de esa línea sentimos que algo “no funciona”, que algo anda mal o que tenemos un problema.

Disfunción eréctil, anorgasmia, eyaculación precoz y falta de deseo son algunos de los diagnósticos que las personas o parejas suelen autodiagnosticarse.

Lamentablemente, recién luego de varios meses (y a veces hasta años) de padecimiento, deciden realizar una consulta y para sorpresa de todxs, en muchos casos, ese “problema” no es tal, pero se arrastran las consecuencias de las suposiciones y falta de comunicación

Entonces, antes de suponer un problema y hacer un autodiagnóstico erróneo y estigmatizante, les sugiero algunas de estas acciones:

1. La falta de erección no siempre implica un trastorno; es esperable en múltiples situaciones, desde estrés hasta cansancio físico. Entonces, no limitemos la sexualidad a lo coital. Despertemos lo erótico, los besos, el “chape” que nos encendía de jóvenes, usemos las manos, la boca, juguetes, TODO el cuerpo… y démosle un descanso al pene para que todo el resto del cuerpo disfrute.
2. No forzar situaciones o automedicarse. Presionar para tener una erección es lo peor que podemos hacer. La ansiedad, el enojo y la frustración sólo empeoran las cosas
3. El orgasmo es sólo una etapa, una partecita de la relación sexual. Que esté presente no necesariamente es indicador de haberla pasado bien. Permitirnos disfrutar de todo el encuentro quitará presiones por obtenerlo (aquí la presión tampoco funciona)
4. Evaluar si el orgasmo no aparece nunca o sólo en algunas situaciones. Las diferentes posiciones, la comunicación con la pareja y la vergüenza o culpa son algunos de los condicionantes más frecuentes. Un estímulo adecuado y dejar de pensarlo son fundamentales para lograrlo
5. El orgasmo en simultaneo es sólo un mito. Al menos no es condición necesaria en el encuentro. Por lo tanto, es esperable que alguna de las partes de la pareja “termine” antes que la otra. El error es considerar el orgasmo como FINAL del encuentro. El juego sigue hasta que todas las partes lo deciden, no sus orgasmos.
6. El enojo o frustración con unx mismx o con la pareja no ayuda. Presuponer cosas, tampoco. El diálogo es clave para resolver situaciones conflictivas y regular emociones que no nos agraden
7. El deseo no siempre es quien inicia los encuentros, no siempre es lo primero que aparece. A veces, ante un estimulo determinado, primero nos excitamos. No hay un orden
8. Nuestro deseo no siempre coincide con el de nuestra pareja, en tiempos o en el objetivo final. Cuando algo no coincide, debemos preguntarnos ¿De qué no tengo ganas? ¿De qué si? Conocer nuestras respuestas y compartirlas, suele ser el inicio de la solución
9. No todas las personas tienen deseo sexual y no necesariamente es un problema. Salirnos de la norma y aceptar nuestras propias condiciones es clave para una vida y sexualidad saludable.
10. No ceder de manera obligada al deseo de un/a otrx. No hacer nada por obligación. Pero el diálogo con la pareja es sumamente necesario para evitar malentendidos y que se vea comprometido el vínculo

Todxs tenemos una sexualidad UNICA. No tendríamos que sentir vergüenza o culpa si la nuestra no coincide con la de otrxs.

Si aun tenés inquietudes sobre estos temas y otros más, es muy importante que realices una consulta sexológica. Estamos para ayudarte.

Dra. Romina Barraza

Médica Sexóloga Clínica y Educadora en Sexualidad Humana. MN 154156

Instagram: drabarrazasexualidades.       Facebook: Sexualidades

Consultas y turnos: 03489-15510250