Juguetes sexuales: Aliados para romper la rutina

Estando solxs o en pareja, el día a día puede volverse rutinario y los encuentros sexuales no quedan exentos

Por suerte, la ciencia y la tecnología avanzan también en pos del placer y el bienestar. Y tenemos un mercado super amplio de juguetes sexuales para poder elegir de qué manera nos queremos divertir, jugar y disfrutar en el terreno sexual

Para muchas personas es algo novedoso, pero los juguetes sexuales están hace muchos años. Se considera al médico británico Joseph Mortimer Granville el “padre” del vibrador a batería, ya que lo utilizó desde el año 1880 en adelante, para diversos tratamientos médicos; sin embargo, muchos investigadores afirman que, por ejemplo, Cleopatra utilizaba diferentes objetos, diseñados específicamente para la estimulación genital

Sin dudas, no es algo nuevo, pero sabemos que muchas personas nunca los han utilizado y aun “no se animan” a hacerlo; y esto, generalmente tiene que ver con algunos mitos que suelen escucharse: son para gente joven, es para quienes no tiene pareja, son enormes (porque desconocen la gran oferta que hay).

En primera instancia, quiero decirles que la idea es jugar. Entendiendo a las relaciones sexuales como algo placentero, divertido, una forma de comunicación saludable con otras personas o con unx mismx.

En segundo lugar, quiero aclarar que ni el juguete más placentero del mundo puede reemplazar a alguien. Por eso es importante desterrar la idea que se usan únicamente cuando unx está solx. Si la idea es jugar y divertirnos, el sumar un juguete a la relación debería ser algo que “sume” a la misma y no para que alguna de las partes termine enojada.

Y, por último, pero no menos importante, tiene que ser (como todo lo que hacemos en el orden sexual) una práctica consentida y consensuada por todas las personas que estén participando.

Entonces, para conocer un poquito más, veremos algunas de las posibilidades que podemos elegir:

• Estimuladores de clítoris: A través vibración por contacto directo, logran conseguir sensaciones muy placenteras.
• Estimuladores de pene: Simulan una cavidad suave y elástica. Se acompañan de algún lubricante.
• Balas vibradoras: con cable o inalámbricas. Con botones o control a distancia. Sirven para estimular cualquier parte del cuerpo: Clitoris, pezones, tetillas, perine, región anal, etc.
• Anillos para pene (algunos incluyen balas vibradoras): Ideal para parejas heterosexuales. Se coloca con el pene erecto y el vibrador queda sobre le pubis. Durante el coito, se siente doble estimulación (vaginal y clitoridea). El anillo sirve tambien para contener la circulación sanguínea y prolongar la erección
• Vibradores o dildos: Con forma fálica (o de pene): Antiguamente se les decía “consoladores”, pero este término quedó en desuso porque ya dijimos que no “consuelan” a nadie… No son un “plan B”. Se pueden apoyar sobre los genitales si tienen vibrador o para cualquier tipo de penetración. Los hay de diferentes materiales (silicona, vidrio, realistas). Queda la elección a gusto del consumidor
• Plug anales: Ideales para sexo anal. Los hay de diferentes materiales y tamaños, con y sin vibrador; para principiantes y expertos. Lo importante es que deben TENER TOPE. Es por eso que no podemos utilizar cualquier objeto, ya que, por la estructura anatómica del ano y recto, si el objeto no es el indicado puede quedar dentro de la cavidad y tener que recurrir a una guardia para que lo saquen.
• BDSM: Esposas, arnés, látigos, ropa de cuero, etc. son sólo algunos ítems para desarrollar esta práctica.
• Lubricantes: En base acuosa (para usar con preservativo de látex) o aceites. Saborizados y con diferentes efectos (frio o calor). Para masajes y/o comestibles

Éstos son sólo algunos pocos elementos de todos los que existen. Recuerden que también es importante la higiene de los mismos antes y luego de su uso, con agua y jabón neutro (tener en cuenta si tiene pilas o carga USB). Guardar siempre en algún lugar fresco que permita su ventilación, por ejemplo, alguna bolsita de tela (no de plástico).

Y lo más importante de todo: Permitirnos explorar y darnos el permiso del placer. Lo ideal es entrar a alguna página virtual de un sex shop (o ir personalmente si se puede) y conocer la inmensa variedad que hay.

Si querés mayor asesoramiento, en la consulta sexológica te podemos ayudar.

Dra.Romina Barraza

Médica sexóloga y Educadora en sexualidad humana

MN 154156/ MP 552214

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