Junto a Cecilia Roth y gran elenco, la actriz y escritora zarateña participó de la obra audiovisual experimentando en el biodrama. Guille Gatti entrevistó en exclusiva a Nadia, y te cuenta todo en esta nota.
/Por Guillermina Gatti
Con la llegada de la pandemia y la cuarentena obligatoria que se dispuso en marzo, las salas debieron cerrar sus puertas y el teatro atravesó una de las crisis más grandes de la historia.
El Complejo Teatral Buenos Aires fue uno de los primeros en subir a la web material de archivo y buscó nuevas formas de mantener vivo el teatro. Así fue como surgió el ciclo Modos Híbridos, una propuesta audiovisual que mezcla lo teatral con lo cinematográfico e innova en el mundo virtual, que cuenta con 14 producciones originales.
Una de ellas Muy Bodas de Sangre, un biodrama trágico dirigido por Vivi Tellas y Agustina Comedi, que está compuesto por tres piezas documentales de entre 30 y 35 minutos y cuenta con la participación de figuras como Cecilia Roth.
En esta nota entrevistamos a Nadia Sandrone, artista, poeta y directora de teatro oriunda de Zárate, que formó parte de Muy Bodas de Sangre.
Bodas de Sangre de García Lorca era parte de la programación teatral del 2020, pero a partir de la pandemia no se puedo llevar a cabo como se lo tenía planeado. Para darle continuidad del proyecto, se pensó en esta nueva propuesta audiovisual que busca recoger los elementos presentes de la obra lorquiana como la tragedia y el desamor y trasladarlos a la vida personal de cada uno de los actores y actrices. Esta idea surge con Vivi Tellas, pionera en el género biodrama, el cual recoge biografía de cada uno de los integrantes para trabajar en propuestas teatrales y en este caso en una audiovisual como lo es Muy bodas de sangre.
Como actriz, ¿cómo atravesaste este año tan particular en el que el mundo teatral sufrió una gran crisis?
Este año loco lo atravesé como artista, y la verdad que agradezco mucho esta forma de ligarme al mundo porque ante una situación tan incierta la verdad me la pasé creando, investigando, volviendo mi casa una usina de pensamiento de lectura, entendiendo los medios de comunicación como un milagro, una posibilidad de encuentro y nunca tuve la sensación de parar de respecto a este proyecto. Tuve otros trabajos que quedaron en estado de suspensión, pero la verdad es que lo tomé con tranquilidad tratando de habitar el presente, el aquí y el ahora, que finalmente es lo único que tenemos.
¿Cómo surgió la propuesta de hacer Muy bodas de sangre?
Muy bodas de sangre surgió de la incertidumbre total, de estar en nuestras casas, pero con el deseo de estar juntos. Y en el medio de este contexto tan hostil Vivi tellas nos propuso este trabajo que fue como buscar en nuestras propias biografías rastros lorquianos que aparecen en este clásico como la presencia trágica del destino, el amor equivocado, el qué dirán, el pueblo, el chisme. Y en ese preciso instante automáticamente pensé en Ibicuy, que es el pueblo en el que se conocieron mis padres. Y así fue como nos fuimos encontrando semana tras semana en reuniones por zoom que duraban entre 3 y 4 horas con todo el elenco. El proceso la verdad que fue muy revelador y creo que se generó un magma que nos protegió y nos hizo habitar y estar juntos en el deseo.
El biodrama es uno de los géneros más modernos en el país. ¿Ya habías realizado una obra así o fue tu primera vez? ¿Cómo te llevas con el género?
La creadora un poco del biodrama es Vivi Tellas y yo la admiro mucho, es la primera vez que trabajo en mi propio biodrama y la verdad que el género me resulta muy cautivante. Atravesar esa experiencia de estar en escena con la propia biografía fue un movimiento muy hondo desde lo actoral y lo poético. Esa búsqueda de traer al presente aquello que me constituye, que forma parte de mi historia, que está vivo en mí, me gusta, creo que nos llevamos bien.
La particularidad que tienen los nuevos formatos que surgieron este año es la mezcla de lo teatral con lo cinematográfico. ¿Cómo te sentiste en la realización de este proyecto audiovisual?
Yo creo que Muy bodas de sangre es una película, un peliculón. Siempre tuve esa sensación y la verdad que la realización del proyecto me sentí como llevada al teatro en una alfombra voladora. Absolutamente inspirada, acompañada y entregada sobre todo a la mirada poética de Vivi Tellas y Agustina Comedi que fueron quienes estuvieron en la dirección del proyecto audiovisual.
Para la obra decidiste aportar como elemento biográfico una historia muy interesante sobre tus padres. ¿Cómo fue ese proceso de elección?
Acorde a lo que propuso Vivi (Tellas) que investiguemos, a mí se me presento instantáneamente Ibicuy, para mi tiene algo muy lorquiano. García Lorca trabajó mucho con el chisme como material escénico, por eso quise hablar de Ibicuy y también, en la búsqueda de la presencia trágica del destino, obviamente apareció la muerte de mi papa en la selva amazónica del Perú, y toda esa historia también vino a traerme a mí, algunas revelaciones. Vino a contarme algunas cosas, poder indagar más profundamente acerca de esto que forma parte de mi historia.
¿Te gustó poder entrelazar parte de tu vida con la obra de García Lorca?
La verdad que fue un trabajo muy movilizante, no solo en el personal sino en lo colectivo, porque todas nuestras vidas de una u otra manera estaban entrelazadas con la obra. Eso generó una sensación muy singular en la búsqueda en la cual empezamos a estar implicados, porque encontrábamos algunas situaciones que se repiten en la vida de las personas, y eso de alguna manera, nos empezó a vincular desde lugares sensibles, poéticos, estéticos y literarios a todes les que formamos parte del elenco, así que bueno, sí, me encantó el trabajo.
Si bien en los videos no hay interacción entre el elenco, hay grandes figuras como Cecilia Roth. ¿Cómo se llevan entre todxs los que hacen la obra?
En los videos no hay interacción porque sobre todo en esos momentos el protocolo era muy estricto y solamente podía haber 10 personas en el set de filmación entonces los actores y actrices éramos citados de a uno. La verdad es que fue una jornada muy amorosa, sensible, muy cuidada por parte de todo el equipo artístico de la obra. Con el elenco nos encontramos sólo por zoom, pero estamos muy conectados, en el sentido más profundo de la palabra y que eso haya sucedido en un espacio de videoconferencia, a mí me parece milagroso. Así que bueno, no sé cómo nos llevamos personalmente, pero creo que cuando nos encontremos todes en el teatro va a hacer una fiesta.
Ya se habilitó la apertura de los teatros y poco a poco vuelven algunas obras a cartelera. ¿Tienen planes para volver a lo presencial en un futuro cercano con la idea original de Bodas de Sangre de García Lorca?
Un poco el plan desde el teatro, desde la dirección, y creo desde el deseo de todes les que formamos parte del elenco siempre fue poner en escena la obra con la certeza de que el teatro va a volver a lo presencial. En ese camino se nos fue presentando el futuro, y se nos sigue presentando de manera incierta, pero con la certeza de parte del teatro de seguir en pie con toda la programación que tenían prevista para este año, particularmente con Bodas de sangre que se pensó para hacer en el teatro de manera presencial, así que bueno un poco estamos esperando que se desenvuelva la situación para poder llegar a ese puerto.
¿Qué significa para vos ser parte de este proyecto?
Y para mi ser parte de este proyecto significa que hay que tener fe en la poesía. Antes de empezar a grabar me compré un libro así que te voy a responder con el primer poema:
El amor – lo sagrado – el arte
No tienen pretensiones
Son Fugaces
Aparecen donde no se los llama
Se diluyen – Liliana Maresca
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