Construyendo identidad barrial en la vecindad

/Por Luciana Oppici

Ahí donde los lazos de fraternidad guían los senderos. A la vuelta de la casa de Tito, frente del almacén de Juanita, sobre el tapial del Gallego, en la vereda de Don Mario. Las paredes cobijan recuerdos de infancias, el ambiente es la suma de historias que unen. La distinción de ser y no ser del barrio.

Fonavi: El sentimiento que une

El nombre del barrio engloba una política habitacional creada en 1972, Fondo Nacional de la Vivienda (FONAVI). Monoblocks residenciales destinados a dar respuesta a la falta de acceso a la vivienda.

Mientras hacemos la nota en el barrio, el aire se carga con los gritos que provienen de la canchita improvisada en la plaza central. Cae la tarde y el punto de encuentro es ese espacio, los juegos y un lugar verde en donde cada uno se lleva el mate para conversar a cielo abierto.De repente cruza un hombre que lleva una bolsa cargada de pelotas, nos cuentan que va a dar clases de futbol gratuitas al club Sarmeinto, que viene de familia, porque su padre también llevó el deporte a cada rincon del Fonavi.

Enormes murales van cubriendo las paredes de los edificios -monoblocks-. Como abrazando el juego se alza el rostro de sus ídolos, Diego Armando Maradona, el negro Velázquez (CADU) y el ratón Reynoso (CADU).

Ellos se definen como amigos-vecinos del Fonavi. Con la autorización de toda la barriada, hicieron una rifa y contrataron al artista plástico local Nelson Escalante para que diseñe y pinte los rostros de los referentes futbolísticos.

El ratón Reynoso además de ser un referente del gigante de Villa Fox era de Fonavi, un vecino del barrio. El negro Velázquez es el goleador del CADU, quien aseguran les saco muchas alegrías y el ídolo máximo del futbol argentino, Diego Armando Maradona, “No lo juzgamos por su vida personal, solo por lo que nos dio como jugador, todos quisimos jugar a la pelota como el, es inspiración, imposible olvidarlo” comenta Gabriel Zurdo.

El próximo mural será el alfabeto en lenguaje de señas en el monoblock 22 “Para que todos los chicos mientras estén jugando, aprendan cómo comunicarse con una persona sordomuda” asegura Leonardo de la Fontana.

Afirman que los murales disparan historias para contar a los más pequeños, y forman parte de la identidad que los une.

Por otra parte, indican que el Fonavi contiene 580 viviendas reducidas en dos manzanas. Por eso, la necesidad imperial de tener un espacio verde en condiciones donde puedan confluir las más de 2000 personas que viven allí.  Gabriel comenta “El patio de todos es la placita del barrio. Le pedimos al municipio que nos dé una mano con el mantenimiento. Nosotros hacemos lo posible, pero todas somos familias que vivimos al día”

Asimismo, hacen referencia a la necesidad de visibilizar la unión que existe entre ellos “No queremos que se nos estigmatice como un barrio donde solo hay inseguridad. Acá nos conocemos todos. Somos una gran familia. Nacimos en este barrio y lo amamos. Somos gente buena”.

Los baguales: Gestión de los residuos

Recientemente los habitantes de este barrio ubicado sobre la Ruta 193, frente a Escalada han comenzado a organizarse para darle identidad al barrio. Comenzaron con el empedrado de las calles para poder transitar sin inconvenientes los días de lluvias.

Lamentablemente se suscitaron hechos de inseguridad, lo que los obligó a colocar un sistema de alarmas comunitarias y diseñar un protocolo de seguridad interno que articula con Dirección de Prevención Urbana de la Municipalidad de Zarate.

La anteúltima tarea que realizaron fue la de colocar dos carteles de madera para señalizar el ingreso a las dos principales calles del barrio. La señalética está tallada por un artesano y es iluminada con luces led, la cual se puede distinguir desde la ruta.

Gabriel Gauna -vecino- comenta “Estas experiencias nos unieron mucho como vecinos. Todos nos conocemos y queremos lo mejor para el barrio. Al mismo tiempo lo hicimos porque queremos que nos vean, que el municipio nos tenga en cuenta. Porque aun hay mucho por hacer. Hasta el momento todo lo que hicimos lo gestionamos nosotros y salió de nuestros bolsillos”.

Orgullosos del barrio Los Baguales, esta comunidad de 30 familias, aproximadamente, sigue apostando a la zona rural del partido de Zárate por considerarla ideal para contemplar el paisaje, vivir cerca de la ciudad y desconectarse al mismo tiempo.

La frutilla del postre llegó de la mano de la separación de residuos. En coordinación con la agrupación Zarate Recicla y la cooperativa La Esperanza Sur, comenzaron a clasificar los residuos que producen, separan el vidrio, el plástico, el metal y derivados del papel. De esta manera, en cada hogar se realiza la separación en origen de los residuos sólidos los cuales se vuelcan una vez por semana en los cestos ubicados en el ingreso al barrio, los cuales son colectados por los cooperativistas.

Gabriel asegura que es una práctica que debería llevarse a cabo en todos los barrios de la ciudad.