Día del Periodista

07 de Junio de 2021

Al ajedrez periodístico de Rodolfo Walsh

/ Por Mateo Tedesco - Periodista

 

La vocación de informar puede ser tan rutinaria como extraordinaria. Profesional, novata, con un grabador, un cuaderno o el músculo del oído. No existen manuales de estilo hoy, tampoco ayer cuando se fundaba La Gazeta o se examinaban los crímenes de un régimen antidemocrático en José León Suarez. Para ser periodista hay que jugar al ajedrez con uno mismo, teniendo el criterio de vencer la codificada barrera de peones que ocultan aquello que los Reyes se esfuerzan en ocultar.

Muchos partidos se juegan a diario. La información abunda, los peones a vencer se duplican por la proliferación de las fake news que circulan en los océanos internautas, con la impericia de confundir y crear falsos relatos. Siempre existieron, puede que el primer hallazgo esté en la propaganda política totalitaria del Antiguo Imperio Romano, o en la Alemania nazi si lo leemos en clave moderna. En cualquier caso, la diferencia la hacen los y las periodistas para romper esa barrera con astucia.

Cuando las ideas liberales de la Revolución Francesa eran veneno en la Buenos Aires de principios del siglo XIX, un joven abogado llegado de Chuquisaca (Bolivia) se propuso traducirlas en El Contrato Social de Jean Jacques Rousseau. Mariano Moreno, un irreverente para quienes lo codeaban en esta etapa prerevolucionaria, fue más allá y fundó La Gazeta para seguir expresando las ideas que descolonizarán el pensamiento.

“Tiempos de rara felicidad, aquellos en los cuales se puede sentir lo que se desea y es lícito decirlo”, rezaba el diario que hoy recordamos en el Día del Periodista. Pero la frase, que inicia inquietante y termina con un soplo de alivio, puede resumir más de 200 años después esta profesión. Algo así como el ajedrez: la apertura es fundamental para abrirle paso al resto de las piezas, que se desplazarán como las preguntas en toda entrevista hasta darle al jaque de lo que queríamos llegar.

El gen de la práctica lo desarrolló Rodolfo Walsh en Operación Masacre. En su caso, la partida de ajedrez que estaba jugando fue interrumpida por otra superior, en días de la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu. Con una recolección de testimonios nunca antes vista, la corroboración de horarios, decretos de ley marcial y represión de aquel Estado de facto que posteriormente reveló, Walsh inventó su propio ajedrez periodístico.

Hizo escuela, arriesgando su vida con la Constitución bajo el brazo, como la hacen los caballos del ajedrez que desordenan las líneas prefiguradas. En el medio, los medios de comunicación se fortalecieron y la línea editorial de cada uno trató de romper aquellas libertades que Moreno esgrimía. También en Estados Unidos, un tal Truman Capote se hacía su nombre con una novela tan valiente como A sangre fría por la presión de la opinión pública.

Lo cierto es que la columna vertebral del periodismo se mantuvo y se sigue manteniendo hoy por hoy. Esas redes que tanto enmarañan también generan la independización de la práctica, con una simple historia o hilo de Twitter, que demuestran lo bien utilizada que puede estar la horizontalidad del océano internauta. Las reglas de este ajedrez no se modificaron: los Reyes siguen siendo los mismos, quienes se sientan a hacer periodismo son los que cambian.


Gracias por tu interés en breve te estaremos llamando!

¿Estás interesado en anunciar en CorreLaVoz.net?

Déjanos tus datos y un responsable del área comercial te estará contactando a la brevedad!
Completa tu Nombre!
Completa tu Numero de telefono!
Completa tu Email!

Estamos en Facebook danos un me gusta!